“Valoramos el anuncio de las FARC de renunciar al secuestro como un paso importante y necesario pero no suficiente en la dirección correcta”, afirmó el presidente Juan Manuel Santos en el primer trino del día en su cuenta de Twitter.
La sociedad colombiana aguarda este lunes con expectación el desenlace del anuncio de la guerrilla de las FARC, que el domingo se mostró dispuesta a renunciar al secuestro como arma de lucha y a liberar a todos sus rehenes.
La guerrilla colombiana anunció que ha decidido renunciar al secuestro con fines financieros y poner en libertad a los últimos diez militares y policías que mantiene como rehenes.
Las FARC hicieron el doble anuncio en una declaración pública de su secretariado o mando central por medio de su sitio en internet, y al que ha dado respuesta de inmediato el Ejecutivo.
“Valoramos el anuncio de las FARC de renunciar al secuestro como un paso importante y necesario pero no suficiente en la dirección correcta”, afirmó el presidente Juan Manuel Santos en el primer trino del día en su cuenta de Twitter.
El secuestro ha sido una de las fuentes económicas de esta guerrilla, en actividad desde 1964, lo que la hace la más antigua del continente, y que incluso llevó esta práctica a una “ley” rebelde de 2000 relativa a la financiación de su lucha armada.
La renuncia a esta práctica era una petición reiterada del Gobierno y la sociedad civil a los insurgentes, a los que la dependencia que tiene a cargo la política antisecuestro atribuye el 26 por ciento de los 298 secuestros cometidos en 2011 en el país.
Los rebeldes reconocen de manera tácita haber escuchado el clamor al anunciar que “a partir de la fecha proscribimos la práctica de ellas (las retenciones de personas) en nuestra actuación revolucionaria”.
“Es un anuncio que considero que es trascendental, no solamente porque pone punto final al secuestro, que es una exigencia que le habíamos hecho desde mucho tiempo atrás y que se esperaba como un paso cierto en el camino hacia la paz”, dijo en Bogotá el representante a la Cámara y activista Iván Cepeda.
