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Clima extremo: En Australia el termómetro alcanzó los 49,6 grados

Clima extremo: En Australia el termómetro alcanzó los 49,6 grados

En tanto, una gran tormenta sacude a Estados Unidos con frío ártico, fuerte viento y abundante nieve.


El 2013 fue el año más caluroso en Australia desde 1910, año en qué comenzó el registro de temperaturas en el país oceánico, según revelaron hoy datos oficiales.

El Informe Anual del Clima de la Oficina Australiana de Meteorología revela que la media de la temperatura en Australia se situó en 1,20 grados Celsius por encima del promedio de 21,8 grados Celsius estimado en el período entre 1961 y 1990.

El día más caluroso de 2013 fue el 7 de enero, mes que tuvo las temperaturas más elevadas del año y en el que también se registró la semana más calurosa.

Entre el 2 y el 8 de enero se rompió otro récord del número de días consecutivos con temperaturas nacionales de más de 39 grados, doblando el anterior registro de 1973.

La temperatura más elevada de 2013 se registró el 12 de enero en la localidad de Moomba, en el sur de Australia, donde el termómetro alcanzó los de 49,6 grados.

Las temperaturas en Australia han aumentado en 1 grado Celcius desde 1950, una tendencia que coincide con el cambio climático en el planeta

Tormenta

La primera gran tormenta de invierno de EE.UU., denominada «Hércules», sacude el noreste del país con frío ártico, fuertes vientos y abundante nieve, lo que ha obligado a declarar la situación de emergencia en varios estados y a cancelar miles de vuelos y cerrar escuelas en una tercera parte del país.

La tormenta, que ya ha dejado más de 45 centímetros de nieve en algunos puntos, ha provocado la cancelación de más de 2.000 vuelos y el retraso de otros 7.000, en unas jornadas especialmente complicadas para los aeropuertos de Chicago, Nueva York, Boston y Washington DC.

El tiempo adverso y la amenaza de que la tormenta se intensifique durante este viernes ha obligado a los estados de Nueva York y Nueva Jersey a declarar la situación de emergencia.

El aeropuerto Logan de Boston canceló todos los vuelos desde ayer por la mañana hasta el mediodía de hoy y en el norte de la capital de Massachusetts, en Boxford, se alcanzaron los 53 centímetros de nieve.

La Guardia Nacional y la policía estatal de Massachusetts permanecen alerta ante eventuales inundaciones en las zonas de costa más vulnerables, pero por el momento no se ha ordenado ninguna evacuación.

«Hércules», que afectará a más de 100 millones de personas en el noreste y el medio oeste de la nación, ha obligado al cierre de los colegios durante el viernes en Filadelfia y Boston, y la suspensión de las actividades extraescolares en otros estados como el de Nueva York.

Debido a la intensa tormenta, los trabajadores estatales de Massachusetts y de Nueva Jersey que no sean considerados como imprescindibles permanecerán en sus casas este viernes, una recomendación que las autoridades han extendido a las empresas privadas.

Las condiciones atmosféricas, que se espera empeoren a medida que pasen las horas, han provocado ya el cierre de varias carreteras y podrían obligar a la suspensión del servicio de trenes y autobuses en ciertas zonas del noreste y el medioeste para evitar los posibles riesgos.

La tormenta, que se extiende desde el valle del Misisipi hasta la costa atlántica, ha traído al noreste del país una masa de aire ártico que hará caer las temperaturas hasta mínimos históricos, lo que dejará los termómetros bajo cero durante los próximos días en buena parte de la costa este.

A última hora de la tarde del jueves cayeron los primeros copos de nieve sobre la Casa Blanca, pero la capital de EE.UU. no recibirá más de 12 centímetros de nieve y afrontará, eso sí, fuertes vientos y temperaturas gélidas.

La primera gran tormenta de invierno de 2014 es también el primer gran reto que debe afrontar el recién estrenado alcalde de Nueva York, el demócrata Bill de Blasio, al frente de una ciudad que ha sufrido los mayores colapsos de la historia de Estados Unidos debido a este tipo de fenómenos atmosféricos.

De Blasio, al igual que hicieron a lo largo del jueves otras autoridades del noreste, pidió a los ciudadanos que se queden en casa en la medida de lo posible ante la tormenta de nieve, frío y viento.

La ciudad de Nueva York tiene previsto un pequeño ejército para luchar contra «Hércules»: 1.700 quitanieves y otros 450 vehículos para esparcir sal en uno de los focos urbanos donde podría haber registrarse una mayor afectación en las comunicaciones durante las próximas horas.

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