Al menos cuatro personas -incluido el atacante- murieron y varias resultaron heridas por un tiroteo en la base militar de Fort Hood, el mismo lugar donde 13 personas murieron a balazos en 2009.
Fuentes militares de Estados Unidos confirmaron que hubo un tiroteo en la base del ejército de Fort Hood, en Texas.
Las autoridades informaron que al menos cuatro personas murieron -entre ellos el atacante, que se suicidó- y hay 16 heridos, todos militares y atendidos en distintos hospitales.
Un portavoz militar declaró a la prensa que no parece haberse tratado de un atentado terrorista, aunque no se descarta ninguna posibilidad.
Agregó que el atacante, que sirvió en Irak en 2011, usó una pistola semiautomática y que estaba en tratamiento psiquiátrico por depresión y ansiedad, aún no diagnosticado.
Inicialmente, el ejército emitió un estado de alerta en la base y ordenó a todo su personal que se resguardara, pero ya empezaron a salir autos del complejo.
Un reportero de la televisión local dijo haber visto unas 20 ambulancias en camino a la base, mientras que algunos testigos señalaron que las ambulancias estaban llevándose gente.
Al menos dos helicópteros policiales sobrevolaban la base y había muchos patrulleros cerca del centro médico.
Funcionarios del cercano hospital Baylor Scott & White dijeron a los reporteros que hasta ahora han recibido a cuatro pacientes con heridas de bala y que esperan recibir a dos más. Entre los heridos hay una mujer.
Obama reflexionó sobre los sacrificios de los soldados estacionados en Fort Hood, incluidas sus misiones a Irak y Afganistán.
Sus condiciones oscilan de estable a crítica -tres de ellos- y entre las heridas se incluyen balas en el cuello, pecho y abdomen.
Se dice que el tiroteo ocurrió en el Centro Médico Carl R Darnall, dentro de la base, a donde acudieron equipos de emergencia.
Un portavoz de la Casa Blanca indicó que el presidente Barack Obama está al tanto del incidente.
Obama describió el ataque como «desgarrador» y se comprometió a investigar a fondo.
El mandatario se refirió al sacrificio de muchos de los soldados apostados en Fort Hood, especialmente quienes integraron misiones militares a Irak y Afganistán.
«Deseo asegurarles a todos que vamos a llegar al fondo de lo que pasó exactamente», declaró a reporteros en Chicago.
«Conocemos a estas families. Sabemos del increíble servicio que han prestado a nuestro país y los sacrificios que hacen. Obviamente, nuestros pensamientos y oraciones están con toda esta comunidad», expresó.
En esa instalación militar, 13 personas murieron y 32 resultaron heridas en 2009 por un incidente similar, a manos del expsiquiatra del ejército, el mayor Nidal Malik Hasan.
Hasan, quien fue sentenciado a muerte en septiembre pasado por el tiroteo de 2009, sostuvo haber disparado en la base para proteger a los insurgentes talibanes de los soldados estadounidenses que iban a ser desplegados a Afganistán.
Imagen satelital de Fort Hood tras el tiroteo de 2009.
La Primera División de Caballería, basada en Fort Hood, envió un mensaje de alerta en su cuenta de Twitter diciendo a la gente que cierren las puertas y se alejen de las ventanas.
Aunque no se ha revelado oficialmente el nombre del atacante, varios medios mencionan a Iván López, un soldado de 34 años.
El secretario de Defensa, Chuck Hagel calificó el tiroteo de «terrible tragedia».
Daniel Corbin, alcalde de la población cercana de Killeen en Texas, dijo a la BBC que sentía un pesar «indescriptible» por el hecho.
El tiroteo en Fort Hood fue la noticia más importante de la jornada en Estados Unidos.
