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Ripley es acusada ante la OCDE por atentar contra los derechos de los trabajadores

Ripley es acusada ante la OCDE por atentar contra los derechos de los trabajadores

La queja se centra en Perú y cita numerosos ejemplos de discriminación de dirigentes y afiliados a sindicatos.


La UNI Global Union (Federación Sindical Internacional del sector de los servicios) presentó una queja ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económica (OCDE) en los puntos de contacto en Chile, Perú y Colombia, por las acciones de la empresa Ripley Corp. S.A., que afectan gravemente los derechos humanos y la libertad sindical de sus empleados y empleadas en Perú.

La entrega de la queja fue en el marco de una movilización internacional con más de 80 representantes de sindicatos de 14 países de la región.

Al respecto, la secretaria regional de UNI, Adriana Rosenzvaig, declaró que cree en el diálogo social, pero «el comportamiento de Ripley es socialmente irresponsable».

Mientras tanto, el secretario general de UNI Global Union, Philip Jennings, manifestó que «la historia de Ripley contiene promesas rotas: en primer lugar a la UNI. La gerencia de Ripley prometió firmar un acuerdo marco global y luego se retractó en el último minuto, pero lo más importante es que le falló a su fuerza de trabajo global. La queja de la OCDE señala una larga historia de discriminación y acoso. Miembros del sindicato peruano de Ripley han sido acosados y despedidos para evitar un convenio colectivo, que daría a los trabajadores de Ripley en el Perú los derechos que merecen».

Las líneas directrices de la OCDE para empresas multinacionales establecen un marco de normas relativas a derechos laborales y humanos y procedimientos que deben respetar las empresas que pertenecen a los países miembros de esa organización. Los Puntos Nacionales de Contacto (PNC) tienen la responsabilidad de promover el cumplimiento de las Directrices en empresas multinacionales extranjeras que operan en Chile y en empresas multinacionales chilenas que operan en el extranjero, sean o no adherentes.

La queja se centra en Perú y cita numerosos ejemplos de discriminación de dirigentes y afiliados a sindicatos. La queja describe cómo los miembros de sindicatos han sido discriminados sistemáticamente en materia de salarios y se les ha privado de contratos permanentes. Asimismo, contiene pruebas de acoso y represalias contra dirigentes sindicales y despido de trabajadores que formaron sindicatos y participaron en huelgas legales.

En concreto, la queja alega que:

-Desde la fundación del sindicato la empresa aplicó la medida sistemática de despedir a los dirigentes, quienes fueron reintegrados por la justicia peruana, que reconoció el legítimo derecho de los trabajadores. No satisfecha con esto, en 2009 la empresa inició un juicio para disolver el sindicato pero la justicia nuevamente apoyó a los trabajadores rechazando la demanda.

-A fines de 2013, durante el proceso de negociación del nuevo convenio colectivo, Ripley inició una campaña de presión sobre los trabajadores a fin de impulsarlos a renunciar al sindicato. Los actos de presión y persecución se hicieron evidentes, las cartas de desafiliación eran exactamente iguales y fueron presentadas por la misma persona, incluso llegaron a manos del sindicato mails de la jefa de recursos humanos celebrando las renuncias obtenidas. El 12 de mayo de 2014 SUTRAGRISA denunció esta nueva serie de prácticas antisindicales de Ripley a la Inspección del Trabajo..

-En mayo del corriente año, Ripley dispuso un nuevo despido masivo de 23 trabajadores y trabajadoras que se desempeñaban en la tienda de Cajamarca, como represalia a la protesta sindical que los mismos realizaron debido a las malas condiciones de trabajo en que se desempeñaban.

Ripley Corp S.A. es una de las principales empresas multinacionales de Sudamérica dedicadas a la venta detallista y al crédito para el consumo. Cuenta con 42 tiendas en Chile, 22 en Perú y 3 en Colombia, en toda la cadena productiva; según informó la propia empresa, trabajan 24.944 personas.

UNI mantiene conversaciones con Ripley desde 2008 y le ha sugerido la posibilidad de firmar un Acuerdo Marco Global que permita establecer mecanismos de diálogo social, en el marco del respeto a los derechos humanos y laborales fundamentales, de acuerdo a las normas de la OIT y la OCDE, y las orientaciones de la responsabilidad empresarial.

Hasta la fecha, sin embargo, Ripley no ha dado una respuesta adecuada ni resuelto la situación.

UNI Global Union considera el enfoque de ‘buenos oficios’ del proceso de la OCDE una vía muy adecuada para alcanzar una solución en este caso. Y entiende que los PNC intentan resolver quejas por medio de la conciliación o arbitraje entre el denunciante y la empresa. UNI acoge con satisfacción la oportunidad de participar en un proceso de este tipo y espera poder alcanzar una solución positiva, negociada y mutuamente beneficiosa.

Si resultara imposible alcanzar un acuerdo negociado, UNI solicitará al PNC que emita una declaración final confirmando si las Directrices han sido o no respetadas.

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