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El «último viaje de Castro» conmemora el trayecto que le convirtió en líder Las cenizas serán transportadas en una caravana que saldrá de La Habana el miércoles

El «último viaje de Castro» conmemora el trayecto que le convirtió en líder

Fidel Castro emprenderá el 30 de noviembre su último viaje, de La Habana a Santiago de Cuba, el recorrido inverso al que en 1959 le transformó en el cabecilla de la Revolución Cubana y una de las figuras más transcendentales del siglo XX.


Este lunes miles de cubanos comenzaron a rendir homenaje a Fidel Castro, líder de la revolución fallecido el pasado viernes a los 90 años, en una serie de actos que se extenderán hasta el próximo 4 de diciembre, cuando será sepultado en Santiago de Cuba.

Las cenizas de Castro serán transportadas en una caravana que saldrá el día miércoles desde La Habana y durante cuatro días recorrerá el histórico trayecto que en 1959 emprendió con sus compañeros revolucionarios tras la deposición de Fulgencio Batista para hacerse con el poder en Cuba.

Las cenizas de Castro serán finalmente depositada el domingo 4 de diciembre en el cementerio de Santa Ifigenia de Santiago, donde también se encuentran los restos de José Martí.

En una época sin internet, Twitter o medios de comunicación sociales, el viaje de los «barbudos» de Castro por la columna vertebral de Cuba en 1959 sirvió para difundir su mensaje, afianzar su revolución así como la imagen del futuro líder entre la población de toda la isla.

Cabe recordar que la llamada «Caravana de la Libertad», como se conoce, también sirvió para catapultar su imagen internacional: además de los rebeldes, en la caravana viajaron numerosos periodistas, entre ellos el corresponsal de The New York Times, Herbert Matthews, quien narró el recorrido triunfal al público estadounidense.

Cuando Fidel Castro llegó a La Habana el 8 de enero, los rebeldes fueron recibidos por centenares de periodistas y fotógrafos de todo el mundo que inmortalizaron el triunfo de la revolución castrista.

Castro salió de Santiago de Cuba el 2 de enero de 1959 encabezando unos 1.000 guerrilleros que viajaban en tanques, camiones y otros vehículos, y tardó siete días en recorrer más de 1.000 kilómetros que separan la ciudad de la capital cubana en lo que se llamó la «Caravana de la Libertad». Durante el recorrido de la caravana, Castro y sus acompañantes pararon en las principales ciudades en el camino, localidades como Camagüey, Santa Clara, Sancti Spiritus o Matanzas, donde Castro fue recibido por sus habitantes en lo que él mismo posteriormente calificó como «un baño de multitudes, un baño de pueblo».

En las cercanías de Bayamo, por primera vez en su recorrido, la caravana se encontró con una guarnición de soldados leales al Gobierno provisional impuesto por el general Eulogio Cantillo.

El 3 de enero, la «Caravana de la Libertad» llegó a Holguín y un día después, los rebeldes con Castro al frente estaban en Camagüey. En la plaza de la Caridad de la localidad, y ante miles de camagüeyanos, Fidel pronunció otro discurso, en lo que se convirtió en la característica del trayecto: durante el día, la columna de rebeldes viajaba, y al atardecer, Castro se dirigía a los habitantes de la población en la que descansaba.

«Se siente uno intimidado cuando se tiene que parar delante de una muchedumbre tan gigantesca como la de esta noche», empezó declarando Castro en Camagüey.

El 5 de enero, los rebeldes pasaron por Florida, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus, localidad en la que por la noche, como ya era tradicional, Castro pronunció otro de sus discursos. Luego siguió camino hacia La Habana, donde ya se encontraban Che Guevara y Camilo Cienfuegos al frente de sus columnas de rebeldes: Guayos, Cabiaguán, Santa Clara, donde el líder rebelde pronuncia otro discurso, y la ciudad de Cienfuegos.

En la noche del 7 de enero, la «Caravana de la Libertad» llega a Matanzas, en las cercanías de La Habana. Y, finalmente tras una parada en Cárdenas, el 8 de enero, emprende el último tramo del trayecto: a la comitiva se unen primero su hijo Fidelito, quien es subido al tanque de Castro, y posteriormente Camilo Cienfuegos.

Castro terminó la jornada a su estilo: con otro discurso ante miles de habaneros y centenares de periodistas. El recorrido de las cenizas de Castro a Santiago bien pudiera terminar con las palabras que el exmandatario cubano pronunció el 1 de enero de 1959 en el Parqué Céspedes de la ciudad pocas horas antes de iniciar la «Caravana de la Libertad», que en esa oportunidad dijo: «Al fin hemos llegado a Santiago. Duro y largo ha sido el camino, pero hemos llegado».

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