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Los familiares indicaron que, de acuerdo al informe forense, el sujeto que atacó a Osiadacz y Candia se encontraba bajo la influencia de diversos estupefacientes.
Las familias de Felipe Osiadacz y Fernando Candia rompieron el silencio. Los chilenos en Malasia que podrían ser condenados a la horca por presunto homicidio a un ciudadano malayo, confirmaron que están coordinando una audiencia con el presidente Sebastián Piñera, con el objetivo de intensificar «las gestiones que nos ayuden a traer de vuelta» a los jóvenes.
En una declaración pública, los familiares de los privados de libertad agradecieron la preocupación de la opinión pública, medios de comunicación y autoridades.
«Nuestros hijos se encuentran privados de libertad en Kuala Lumpur, Malasia, desde agosto de 2017, situación que ha tenido a nuestras familias enfrentadas a meses de gran dolor, angustia e impotencia», dice la misiva.
Los familiares indicaron que, de acuerdo al informe forense, el sujeto que atacó a Osiadacz y Candia se encontraba bajo la influencia de diversos estupefacientes.
«Esta situación ocurrió el primer día de sus vacaciones, las cuales iniciaban luego de un período en que ambos trabajaron un año en Nueva Zelanda (país donde se conocieron), después de haber finalizado sus estudios en Chile. A partir de ese minuto, este hecho terminó con los sueños y proyectos que ambos tenían, devastando de paso a familiares y amigos, quienes hemos acudido a todas las instancias posibles para traerlos de vuelta a nuestro país».
Luego del viaje al sudeste asiático, Felipe, ingeniero comercial de 27 años, iba a estudiar un magíster en Barcelona. Fernando, chef de 30 años, volvería a Chile para crear una empresa gastronómica.
La carta señala además que «desde que fueron detenidos, han pasado nueve meses los cuales han sido una verdadera pesadilla para ellos y nosotros; la distancia y las diferencias culturales lo hacen aún más difícil. La angustia, incertidumbre y temor nos han embargado de forma continua estos meses».
Las familias de los jóvenes contrataron un estudio de abogados en Malasia e indicaron que el silencio obedece a las recomendaciones dadas por la defensa, «quienes nos han aconsejado desde el principio no abordar el tema públicamente para no afectar el proceso legal. Les solicitamos respetar esta decisión y ser muy cautelosos con la información que se divulga».
Finalmente, enfatizaron la inocencia de Osiadacz y Candia y que solo se trata de un «terrible accidente».
