El tema de la salud debe ser abordado con seriedad, prontitud, eficiencia y sin prejuicios ni ideologismos trasnochados que sólo entorpecen su solución. Es decir, lo contrario de lo obrado hasta ahora.
La amenaza de huelga en los consultorios municipalizados de todo el país, que no se concretó por negociaciones que dieron fruto literalmente en el último minuto, y el alza informada en los planes de las isapres, han puesto nuevamente en el tapete de la discusión pública el tema de la salud.
Este es un tema que se encuentra entre las preocupaciones principales de la ciudadanía y que es bastante mal evaluado por la mayoría de la población, que según una encuesta Gallup de febrero de este año percibe en forma mayoritaria (70 por ciento) que es mal atendida en consultorios y hospitales.
No se trata de una crítica a los funcionarios de estos establecimientos, ya que en la mayoría de los casos hacen lo que pueden y ponen la mejor de su voluntad, pero se ven sobrepasados por las carencias que enfrentan a diario en sus labores.
La magnitud de los recursos invertidos para mejorar la salud en el sector público alcanza cifras siderales. A modo de ejemplo, digamos que solo en el último decenio se han incrementado en un 170 por ciento sin que se perciban sus resultados, ya que las atenciones aumentaron solo en un 22 por ciento.
Ello deja de manifiesto la ineficiencia demostrada por los gobiernos de la Concertación en el manejo de estos recursos.
Hay aquí, por cierto, responsabilidades compartidas por los distintos estamentos que componen el sector salud, y por esto mismo somos partidarios de una reforma profunda en esta materia, que ha sido profusamente anunciada por el régimen actual sin que hasta ahora se haya concretado.
Por el contrario, hemos podido apreciar mas bien una especie de autocomplacencia de las autoridades de salud y de parlamentarios de la Concertación, la que creemos injustificada y muy lejana de la realidad.
Para mejorar la atención en salud hay que garantizar la existencia de un sistema mixto, tanto público como privado, que permita subsidiar la decisión que deben tomar los usuarios sobre dónde y cómo atenderse con oportunidad y calidad en las prestaciones, haciendo paralelamente esfuerzos considerables en el campo de la prevención.
Creemos que la mesa de diálogo instaurada por el Ministerio de Salud para consensuar con los distintos colegios profesionales, isapres, funcionarios y representantes de las clínicas privadas una reforma integral al sistema, es una inciativa que debe tener la importancia que merece, con la participación de las más altas autoridades del gobierno.
Esta mesa ha debido suspender su trabajo porque sus integrantes apreciaban que en ella participaban funcionarios de rango menor representando al Ministerio del ramo, a la vez que se filtraban documentos y proposiciones que el gobierno primero negaba y luego planteaba en forma oficial.
Como lo demuestran los estudios de opinión pública el tema de la salud, junto al desempleo y la inseguridad ciudadana, es uno de los que más importa a la población, por las implicaciones que tiene. Por ello debe ser abordado con seriedad, prontitud, eficiencia y sin prejuicios ni ideologismos trasnochados que sólo entorpecen su solución. Es decir, lo contrario de lo obrado hasta ahora.
Para una solución real a los problemas de acceso y atención en salud que afectan a la población, estoy seguro que se podrá encontrar el consenso y el aporte necesario de los distintos sectores, porque no es posible que hasta ahora el gobierno no haya encontrado el remedio para esta enfermedad.
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