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Medio Oriente: El terrorismo no es argumento


La guerra de Israel contra los territorios palestinos tiene un algo de amargo y raro que vale la pena examinar. Las imágenes que llegan son de una crueldad que hace dudar fuertemente de nuestra vieja y sentida solidaridad con el martirizado pueblo judío.



Una vez más la variable política, a pesar del tan anunciado fin de las ideologías, nos mueve no solo a la duda: nos lleva a sostener incluso que la presencia de un reaccionario, ultraderechista y fanático como Ariel Sharon a la cabeza de ese inteligente pueblo es más una debilidad que una fortaleza para la causa judía, que todos hemos defendido desde el día siguiente al que finalizó la Segunda Guerra Mundial.



Veamos: ¿el argumento del terrorismo es razón suficiente para atacar en forma brutal e indiscriminada a la población civil, desarmada e indefensa? ¿No será que nos estamos haciendo los tontos ante un monstruo que está dispuesto a aplicar la famosa Ley Videla (esto es, por cada 100 muertos de seguro hay entre ellos al menos 10 subversivos) y que ésta es la forma más segura de ahogar y destruir el proceso de paz construido con tantas dificultades?



La derecha del siglo 21 es la continuadora de la del siglo 20, y aún no tiene esquemas y propuestas nuevas. Tiene pasión por la sangre, sobre todo si es ajena e inocente, como lo ha probado en América Latina, Asia y Africa, y como lo probó sobre 6 millones de judíos en la primera mitad del siglo pasado. Por lo tanto, decir judío=Sharon no parece correcto, pues antes de su presencia hubo gente de la talla de Ben Gurion, Golda Meir,Yitzak Rabin, Abba Eban y tantos otros que se distinguieron por su progresismo, humanismo y sentido de la democracia en una región donde jamás existió.



Hoy mismo hay ejemplos reconfortantes de judíos que aun en medio de la refriega siguen luchando por la paz, y eso es correspondido por un Arafat defendido por un puñado de pacifistas.



En lugar de ser prisioneros de la derecha, que obliga a convocar embajadores ante países amigos, bien podría este gobierno dar una señal de su moral en política internacional convocando al embajador en Tel Aviv, para decirle al resto del mundo que no somos indiferentes ni neutrales ante los crímenes de lesa humanidad.



* Ex embajador chileno en Suiza.



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