La experiencia de acuerdos de desgravación en Asia es algo novedoso, pues ha privilegiado la opción multilateral. El acuerdo Nafta, el proceso del ALCA y el acuerdo entre Chile y la UE sin duda deben estar siendo examinados por las principales economías y empresas asiáticas.
Chile cuenta con una importante red de acuerdos comerciales con Canadá, México, América Central y del Sur. Acabamos de concluir la negociación con la UE. Estamos negociando con Estados Unidos y somos socios activos del ALCA. Ahora bien, el mensaje entregado por el Presidente Lagos en su cuenta anual ante el país el pasado 21 de mayo sentó un ambicioso e importante objetivo: privilegiar la relación con el Asia Pacífico, región con la que ya sostenemos un creciente vínculo comercial.
El acuerdo sanitario y fitosanitario con la República Popular China, las negociaciones en pro de un TLC con Corea del Sur, en marcha desde fines de 1999, y el favorable resultado del estudio conjunto realizado por entidades académicas y empresariales de Japón y Chile respecto a las posibilidades de un TLC entre ambos países certifican el mutuo interés entre esta lejana nación de Sudamérica y esos líderes asiáticos.
La coorganización del Mundial de Fútbol Japón-Corea 2002 es reflejo de sucesivas acciones tendientes a crear lazos intrarregionales en Asia, incrementando flujos de comercio e inversión potenciados por el creciente rol de China en la zona. La República Popular China acentúa su orientación al libre mercado, tras su aceptación en diciembre pasado como miembro de la OMC.
Japón, mientras tanto, da señales de considerar el creciente poder económico de vecinos, China y Corea del Sur, como una oportunidad para reforzar intercambios, flujos de inversión y las redes tecnológicas y de cooperación empresarial.
La experiencia de acuerdos de desgravación en Asia es algo novedoso, pues ha privilegiado la opción multilateral. El acuerdo Nafta, el proceso del ALCA y el acuerdo entre Chile y la UE sin duda deben estar siendo examinados por las principales economías y empresas asiáticas. A la fecha solo se ha suscrito un acuerdo de esas características entre Japón y Singapur, quien también negocia un TLC con EEUU. Otras negociaciones de Japón con México, Chile y Corea están en una fase de estudios previos.
En ese contexto, si concluyen con éxito las negociaciones comerciales entre Chile y Corea se contaría con la ventaja política y comercial de la anticipación: se trataría del primer acuerdo de libre comercio entre algún país asiático y otro de fuera de la región. Por ello, será seguida con interés por otros importantes socios comerciales de Asia Pacífico.
Asia es una región dinámica, de vasta proyección económica y estratégica. El dinamismo de la economía global del siglo 21 pasa por allí. Chile está consciente de ello y se organiza para aprovechar esta oportunidad histórica, como una plataforma de inversiones y puente entre Asia Pacífico y América del Sur que aprovecha nuestra red de acuerdos comerciales y nuestro vínculo acrecentado con esa región del mundo.
En esa línea, próximamente se conocerá la Comisión Interministerial encargada de coordinar la organización y ejecución de la presidencia del Foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico, APEC, que el año 2004 corresponderá a Chile. Este Foro concentra el 47 por ciento del intercambio comercial del mundo, el Producto Geográfico Bruto (PGB) de sus integrantes suma 17 mil 921 billones de dólares, y reúne al 60 por ciento de la población mundial.
En este plano de activa interrelación, ProChile organiza el Encuentro Exportador 2002 Asia, instancia que reunirá a nuestros agregados comerciales en esa región entre el 1 y el 14 de agosto en Santiago, Viña del Mar, Curicó, y Valdivia y permitirá que ProChile y nuestros empresarios intercambien información sobre oportunidades y estrategias de negocios con Asia.
* Director General de Relaciones Económicas Internacionales
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