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Poder Judicial y libertad de expresión

Hoy, el país ya no tolera los ocultamientos, los atropellos a los derechos ciudadanos, los abusos de poder, la falta de transparencia y honestidad por parte de nuestros líderes. El país tampoco tolera las violaciones a la libertad de expresión.


Nuevamente, el fantasma de la censura aparece en Chile. Los tribunales de justicia, al parecer, aún no logran comprender la importancia de la libertad de expresión en una sociedad democrática moderna.



El hecho de censurar un programa periodístico e impedir su exhibición, representa un gigantesco retroceso en materia de libertad de información, opinión y expresión. Ninguna nación que aspire a denominarse democrática, o a tener un papel relevante en el ámbito internacional en las esferas política, económica y social, puede lograrlo sin una opinión pública y medios de comunicación libres de ataduras, soberanos para indagar, investigar e incluso exigir respuestas sobre aquellos temas que son de evidente interés público.



Hoy, el país ya no tolera los ocultamientos, los atropellos a los derechos ciudadanos, los abusos de poder, la falta de transparencia y honestidad por parte de nuestros líderes. El país tampoco tolera las violaciones a la libertad de expresión.



La libertad de expresión no se pone a prueba cuando lo que se dice, agrada, reconforta o llena el ego de satisfacción. La libertad de expresión se mide realmente cuando se toleran las expresiones divergentes, incluso aquellas que aparecen como injustas, ofensivas, chocantes y dolorosas. Los tribunales de justicia, por regla general, han dado pocas muestras de aprecio a este principio básico.



Tenemos temor, miedo, susto y pánico a decir lo que pensamos. En Chile, quienes se atreven a expresar su opinión critica, deben estar dispuesto a transitar por el intestino de la bestia. La travesía es larga, dolorosa, humillante y onerosa. Además, allí todo huele a podrido.



Bajo ningún punto de vista, constituye un avance para la libertad de expresión, el hecho que al mismo tiempo en que se elimina la censura cinematográfica, se estén incautando libros en las estanterías (Cecilia la vida en Llamas) o prohibiendo programas periodísticos en televisión.



En Chile se ha demostrado que el peor enemigo de la corrupción y del abuso de poder es la libertad de expresión.





* Miembro Comité Pro-Defensa Ciudadana.



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