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Escuela pública no significa escuela del gobierno

Para Chile, «Educación para Todos» no significa matricular más alumnos en la escuela básica, mas sí entregar educación de calidad para todos los chilenos, sin excepción. Es una meta relacionada con la equidad.


Uno de los más serios problemas de la educación es que nadie se siente culpable de sus problemas eludiendo su real responsabilidad por los resultados. Los directores de escuela culpan a los profesores, estos, lo delegan en los Ministerios de Educación que a su vez, consideran que la culpa está en la falta de recursos y en el nivel socio económico de las familias.



En síntesis, se arma una cadena de culpables externos, todos eludiendo la responsabilidad por la situación. Cada uno se siente como víctima y no como parte de la solución de los desafíos. Ahí se genera lo que muchas veces ya se llamó de coartada estructural. Esta da a los diferentes grupos una garantía de que esa mala situación fue montada por otros y que no se tiene poder para cambiarla.



Para transformar esa situación hay que cambiar el rol de cada uno de los distintos involucrados en las tareas educativas de actores en autores. A un actor se le da un papel que fue escrito por otro, un autor escribe su papel, define el rol que quiere jugar y se siente comprometido con los resultados. Sólo así es posible romper con esa coartada estructural y cada uno asumir su responsabilidad por lograr una educación de calidad para todos, sin excepción. Esa nueva situación sólo es posible mediante el diálogo social y la participación.



Es sabido que en 2000, reunidos en Dakar, todos los países se comprometieron a tener «Educación para Todos» en el año 2015. Lo que ni todos saben es que el esfuerzo para llegar a la meta comprometida no es responsabilidad de los organismos internacionales. Si bien es cierto que la reunión de Dakar fue organizada por la Unesco, Unicef, Banco Mundial, PNUD y Unfra, el compromiso fue asumido por los países y son ellos los responsables por el cumplimiento de los acuerdos que hicieron. Para Chile, «Educación para Todos» no significa matricular más alumnos en la escuela básica, mas sí entregar educación de calidad para todos los chilenos, sin excepción. Es una meta relacionada con la equidad.



El movimiento internacional de «Educación para Todos» fue un marco importante en términos del incremento de la participación. Si antes la gestión de la educación era totalmente centralizada y cumplía al Estado regular, diseñar, supervisar y evaluar las políticas educativas; ahora la educación pasa a ser vista como responsabilidad de la sociedad y la gestión pasa a ser en gran medida compartida con padres, ONG, organizaciones sociales. Otros actores se incorporan a la planificación y ejecución de políticas y programas.



Chile tiene todavía enormes desafíos para mejorar la participación de la sociedad en educación. Necesita tener una definición de los roles y responsabilidades de los actores de la sociedad con respecto al apoyo que pueden traer a la educación, necesita debatir el papel de los medios de comunicación y su mayor aprovechamiento para la educación, y necesita, principalmente, fortalecer la participación efectiva de los docentes y de los gremios en la definición y ejecución de las políticas educativa.



No hay participación sin diálogo. Sabemos que es difícil involucrarse verdaderamente en un proyecto si no se participa de su planificación, si sus opiniones no son consideradas y más aún, si no se está de acuerdo con lo qué se va a ejecutar.



El diálogo que genera la participación también es crucial para la búsqueda de la equidad. No es posible desarrollar políticas focalizadas en los grupos más vulnerables si otros sectores y actores que forman parte del trabajo educativo, pero que tradicionalmente no se han involucrado en él, no participan. Dialogar para dejar claro lo que se espera de cada uno de esos sectores, discutir sus posibilidades de apoyo y monitorear en conjunto los logros obtenidos es fundamental para llegar a una educación de calidad para todos y no solamente para unos pocos.



El Foro Nacional de Educación de Calidad para Todos, inaugurado en Santiago, en agosto pasado, por el Ministro de Educación Sergio Bitar y por un grupo representativo de la sociedad civil chilena, con el auspicio de la Unesco, permitirá devolver a la escuela pública su verdadero significado: escuela perteneciente a todo el pueblo.





* directora de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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