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Facilitando un comercio seguro

Porque dos granos de uva supuestamente envenenadas con cianuro no debe volver a ocurrir. Al menos no saliendo desde nuestros puertos.


Chile es un país que conoce bien los efectos que tiene el terrorismo sobre el comercio. Basta recordar que el 13 de marzo de 1989, funcionarios especializados del Food and Drug Administration en el puerto de Filadelfia, hallaron dos granos de uva de exportación -dentro de un embarque de fruta frigorizada transportada por vía marítima- presuntamente contaminados con cianuro.



Las pérdidas económicas para un sector de nuestra economía -que ya en aquel entonces se perfilaba como uno de los dinámicos motores del comercio exterior de un país pequeño y lejano como es Chile- fueron de cientos de millones de dólares, ya que las autoridades fitosanitarias estadounidenses recomendaron la implementación de una serie de medidas que impactaron directamente a otros productos frutícolas nacionales no sólo en los mercados de América del Norte, sino que en Europa y Japón.



Por lo anterior es que no debe existir duda alguna en torno al compromiso que ha asumido Chile en el marco del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico, APEC, en orden a implementar, efectivamente y en un plazo prudente para un país en vías de desarrollo, el mayor número de normas e iniciativas aprobadas por los Líderes Económicos en sus Cumbres Informales de Shangai, República Popular China (2001) y en Los Cabos, México (2002).



El trabajo en equipo público-privado que se ya se está desplegando en el área de seguridad marítima, aeroportuaria, financiera, como también en salvaguardar el movimiento de personas de negocios está orientado a facilitar un comercio seguro entre nuestro país con la región que el año pasado fue el destino de un 57% de nuestros productos de exportación.



Para nadie debe resultar difícil de comprender que la seguridad es hoy un factor de igual importancia en la cadena del comercio internacional como lo son los aranceles y las normas fitosanitarias. Es más, es muy probable que en un futuro muy cercano, los países opten por sólo permitir el empleo de sus puertos a naves que acrediten provenir de naciones cuyos terminales han sido certificados como «seguros».



Es importante tener en cuenta que Chile depende en gran parte de la óptima seguridad de sus puertos para mantener su actual esquema de desarrollo e incorporación a un comercio globalizado y altamente competitivo. El año pasado, diversos productos por un total de US$ 15 mil millones fueron embarcados en naves destinadas a los principales mercados del planeta, por lo que es vital para Chile mantener los altos estándares que han sido aprobadas por la Organización Marítima Internacional en el área de seguridad portuaria y marítima.



Los actos terroristas sí dañan a comunidades y a países enteros. El cruel atentado perpetrado por fanáticos en la isla de Bali el año pasado, produjo una baja de un 38% en el número de turistas que visitó a Indonesia como destino-país y en un 58% a la paradisíaca isla de Bali a mayo de 2003.



En otras latitudes, el gobierno griego está consciente que deberá invertir aproximadamente mil millones de dólares para brindar seguridad a los miles de visitantes que concurrirán a los próximos Juegos Olímpicos de Atenas. Más de 45.000 efectivos de seguridad serán desplegados en aeropuertos, sistemas de transporte público y hoteles.



El riesgo de un ataque terrorista también afecta negativamente el movimiento de capital e inversión, especialmente en países en vías de desarrollo. Muchas veces, turistas e inversionistas optan por no concurrir a regiones enteras en donde el riesgo es inminente, por lo que países que dependen mayoritariamente de los resultados de su comercio exterior para financiar programas de desarrollo y la concreción de planes sociales como Chile, deben profundizar con decisión su participación activa en iniciativas vinculadas a dotar a su población de las herramientas que le permitan comercializar con seguridad.



Hace algunos días nuestro país presentó en Phuket, Tailandia, su Plan de Acción Contra el Terrorismo ante las demás 20 economías que conforman APEC. En la redacción de este documento, el cual fue coordinado por el Departamento APEC de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales, participaron expertos y representantes de la Dirección General Aeronáutica Civil; Servicio Agrícola y Ganadero; Ministerio de Hacienda; Ministerio del Interior; Ministerio de Defensa Nacional; Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante de la Armada de Chile; Policía de Investigaciones; Servicio Nacional de Aduanas y del Ministerio de Relaciones Exteriores.



Entre los avances concretos que Chile ha informado a la comunidad APEC en torno al cumplimiento de su Plan de Acción Contra el Terrorismo en el marco de los compromisos asumidos en este foro, se encuentra la próxima implementación de los estándares que rigen el empleo de sistemas electrónicos de información aduanera, según los modelos acordados por la World Customs Organization; un sistema integrado de información por vía electrónica operado por la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante en los puertos de Iquique, Valparaíso y San Antonio, como así también la puesta en marcha por parte de nuestra Armada de una unidad operativa especializada y entrenada específicamente en técnicas para hacer frente a una amenaza a bordo de una nave mercante, de pasajeros o en un puerto de nuestro litoral; la adquisición de aparatos de última generación destinados a controlar mercancías o sustancias peligrosas transportadas posiblemente por pasajeros que utilizan el aeropuerto internacional de Santiago, y la incorporación de sistemas destinados a salvaguardar la veracidad de la información contenida en documentos de viajes con el fin de controlar el empleo fraudulento de éstos al momento de ingresar o salir desde el territorio nacional, entre otros.



Nuestro país también se encuentra liderando la discusión en torno a la factibilidad de la operación en la región APEC de un sistema regional de información denominado Regional Immigration Alert System (RIAS). Es así como hace algunas semanas en la Escuela de la Policía de Investigaciones en Santiago, se desarrolló un taller al cual concurrieron expertos en asuntos de inmigración de Australia, Canadá, Corea, Estados Unidos, México y Singapur, con el fin de evaluar las bondades de un sistema que permitiría -en caso de su implementación- contar con datos actualizados relacionados a documentos falsificados o robados; personas vinculadas al ejercicio de actividades ilegales, tales como el tráfico de blancas, armas y de drogas, como también terroristas.



Asimismo, entre el 5 y 6 de marzo de 2004, durante el ejercicio del liderazgo del proceso APEC, nuestro país será la sede de la Segunda Conferencia de la iniciativa denominada Secure Trade in the APEC Region. Esta reunión de alto nivel incorporará en su agenda temas del ámbito marítimo, aduanero, aeronáutico, financiero, informática y de movimiento de personas. Este último tema tendrá la implementación gradual y sostenida de métodos biométricos para el control de personas que utilizan nuestro aeropuerto internacional como una de las novedades a presentar a la comunidad por parte de un país que está incorporando la seguridad en su comercio como un factor que redundará positivamente en el acceso de sus productos hacia aquellos mercados en donde Chile ya puede gracias a la red de acuerdos de libre comercio que ha suscrito, mantener con éxito una ventaja comparativa que ciertamente marcará la diferencia.



Porque dos granos de uva supuestamente envenenadas con cianuro no debe volver a ocurrir. Al menos no saliendo desde nuestros puertos.



* Coordinador APEC en la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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