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Contaminación y Verdad


Se acerca la temporada invernal, sinónimo de crisis ambientales por lo tanto, la «preocupación política del gobierno» en el tema de la Contaminación.



Comenzará ha aparecer en los medios, las informaciones técnicas de CONAMA en orden a convencer a los ciudadanos de que hoy, en términos ambientales, estamos mejor que ayer. Que los índices mensurables son indesmentibles y aparecerán las fórmulas matemáticas y las proyecciones estadísticas que nos dirán que de aquí al 2010 estaremos libres del flagelo de la polución ambiental.



Lo cierto es que este año el tema será un poco más complejo, uno porque es un año electoral, por lo que las explicaciones de lo muchas veces inexplicable, deberán ser más precisas. Pero lo más apremiante será la amenaza de una influenza atípica, mucho más agresiva, sumada a condiciones meteorológicas adversas que agudizará el cuadro y colapsará el sistema de atenciones en hospitales y consultorios.



El cuadro se complica aún más, toda vez que se está insistiendo en el «perfil técnico» de una CONAMA que aleja cada vez más la política ambiental de la gente y en la misma proporción, es más complaciente a las iniciativas que son bien vistas por los sectores empresariales.



Para algunos sectores del gobierno, las prioridades ambientales están postergadas por la misma gente, toda vez que no aparecen como necesidades apremiantes de la población en las encuestas públicas. Y esa realidad probablemente no variará hasta que sea demasiado tarde, pues el problema ambiental debe «ser educado» en la población, estimulando la participación ciudadana tanto en los problemas como en las soluciones. Esta ha sido la principal debilidad, o falta de visión del gobierno. Los programas al respecto han sido extremadamente limitados o inexistentes, sin coordinación interministerial, sin consistencia ni objetivos de mediano y largo plazo y con una crisis de institucionalidad ambiental, que seguramente terminará dándole el carácter de Ministro al funcionario Director de CONAMA.



El problema es que no ha existido la voluntad política de asumirlos. Se escucha a los interlocutores válidos solamente semanas antes del período invernal y se centraliza todo en la problemática de Santiago. Los ambientalistas saben que lo que se pueda conseguir en beneficio del Medio Ambiente está determinado en el tiempo por los próximos cuatro meses.
Por otro lado, el gobierno siempre maneja la válvula más próxima para sacar la presión al tema, cambiando al Director Nacional de CONAMA, juego que ha sido constante en los gobiernos de la Concertación.



Pero qué pasa con la gente de la Región Metropolitana….donde está su capacidad de reacción frente a un problema que los afecta directamente, dónde está la capacidad de los dirigentes políticos para tomar responsablemente un tema que ya no dice relación solamente con la calidad de vida, sino también con la salud de nuestros infantes, adultos mayores, mujeres en estado de embarazo, cuyo daño hoy es objetivo. Están variando las expectativas de vida, el potencial educacional de los niños en las comunas más afectadas es evidentemente menor que en las comunas libres de polución.



El daño es real y el Gobierno debe responsabilizarse por su solución o mitigación. No es posible que se considere un «puf» inhalador en los consultorios como una «solución» a un daño objetivamente mayor que perdura en el tiempo y limita las expectativas de nuestros niños.



Es por ello que la iniciativa del Radicalismo, en orden a establecer un «Hospital para las víctimas de la Contaminación» en las comunas más afectadas, iniciativa presentada al Gobierno hace más de un año, deberá ser planteada con apoyo del Gobierno o simplemente en una campaña solidaria que hará pensar y optar al ciudadano, entre un gobierno que priorice las necesidades básicas de la gente, o la agenda que agrade a la SOFOFA o a la Confederación de la Producción y el Comercio.





*Héctor Jara Paz es miembro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN)
y presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Energía del
Partido Radical Social Demócrata.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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