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Hablando con la muralla


La verdad es que comentar hechos nacionales da muchas veces la impresión de estar hablándole a una muralla. Sus protagonistas están entre la soberbia, el silencio conveniente y la complicidad. Mas aún, anotan cualquier cosa que les raye un poco la idílica fotografía que presentan de nuestra realidad, para buscar después venganza o desquite, usando su esmirriado poder para sacar una sonrisa de aprobación de sus jefes reales, los que mandan sin necesidades de andar compitiendo en elecciones.



Pero algunos objetivos presumibles de calcular los están logrando. La desconfianza del país en las instituciones crece a un ritmo bastante mayor que su endiosada economía. Aunque parezca porfía contra las encuestas, creo que el Poder Judicial se está llevando el Oscar del desprecio nacional y día a día salen casos de, último de los cuales es el de la VII Región en que el asesinato de una mujer no sólo termina en la más completa impunidad sino que además hay dos inocentes que estuvieron años en prisión sin que nadie haga nada por devolverles lo perdido. Ahora nos dicen por los medios que la investigación del ministro Juica terminaría en nada pues ni la jueza fue presionada ni hizo las temidas «filtraciones».



¿Se imaginan ustedes como es la justicia mas abajo de los niveles que estamos analizando? ¿Y qué será de los 5 ó 6 millones de pobres cuando deben concurrir a tribunales por cualquier razón? ¿Se ha hecho o se intentó siquiera hacer el listado de las injusticias cometidas?



Ahora le derecha propone un cambalache para que los presos políticos puedan salir: que sus asesinos confesos puedan ganar la impunidad por los crímenes cometidos durante la dictadura. Si Naciones Unidas definió a la dictadura como tal, ¿es posible que la insurrección frente a la misma, equivocada políticamente y todo, se la considere igual que la represión de los cobardes que dominaron por el terror? ¿Es esta situación compatible con pactos firmados, no últimos de los cuales la Asociación con la Unión Europea?



Para ir al terreno mas fácil, ¿es esta la perspectiva democrática de la derecha? ¿O sea que si ganan, van a cerrar Punta Peuco para reincorporar a toda esa gente que defienden al gobierno? Ese es el lunar pinochetista que cirujano alguno podrá sacarles del trasero.



De esta situación parece haber bien poca conciencia. Mas horas se gastan en discutir las listas municipales y los que podrían hacer algo desde el gobierno, lo siguen usando como herramienta para amansar a sus pares de la Concertación que no están en él. ¿Y no les da vergüenza ser tan ruines?



Aparte de las muchas cosas que se dicen sobre nuestra política exterior, ha faltado la mano que le muestre a la opinión pública la necesidad de estar en el grupo de naciones que hacen del Derecho una herramienta de progreso. Eso sería mucho mas valioso que andar al ritmo de la conga que nuestra derecha cerril toca cada vez que quiere.



Hay quienes piensan que denunciar estas cosas, sin mostrar vías de solución es equivocado o inútil. Claro, visto en la perspectiva del «cosismo» puede que sea así. Pero creo que como el problema es hacer cambiar a la gente de progreso que se ha ido empantanando en tanta tontera neo liberal, lo primero es tomar conciencia de lo que nos pasa, hacer una reflexión profunda y seria, elaborando los cambios a proponer, sin fingir ni caer en el oportunismo como ya nos ha sucedido con los que se pasaron del castrismo al consumismo.




* Alejandro Montesino es periodista






  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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