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Primarias y la definición radical


La Concertación ya logró, y antes del plazo esperado, un acuerdo transversal que establece la fecha y el mecanismo para escoger a la candidata que nos representará en la contienda presidencial de diciembre. Ante esto, los radicales tenemos el deber de llegar a una pronta definición sobre nuestro apoyo en este desafío y de paso, abandonar aquellas tesis que postulan, sin mayor viabilidad, una candidatura alternativa a los liderazgos ya instalados de Michelle Bachelet y Soledad Alvear.



Ciertamente que los planteamientos que realiza el PRSD al resto de sus socios de la Concertación son válidos, porque estamos hablando del papel, reconocimiento y respeto al aporte permanente que nuestra colectividad ha realizado a la coalición.



Pero jugar la carta de una candidatura alternativa como moneda de cambio para obtener dicho respeto, es una opción, a lo menos riesgosa, y con la cual el mayor perjudicado puede ser precisamente el radicalismo. Se han levantado voces al interior de nuestra colectividad a favor de postular a Nelson Ávila -recién reincorporado al PRSD- como candidato a la presidencia de la República. Pero es fácil constatar que el senador levantó su precandidatura en el frustrado partido Chileve y que hasta ahora, la ciudadanía ni lo menciona en las encuestas, por lo que hoy difícilmente éste podría ser una alternativa de liderazgo para un futuro gobierno de la Concertación.



Tenemos un excelente presidente que está conduciendo el PRSD, José Antonio Gómez, y estoy seguro que no permitirá que el partido se lance en la aventura de poner otro nombre a competir en las primarias de la Concertación fijadas para el 31 de julio, ya que sólo puede terminar «quemando» una figura política que tiene mucho que ofrecer al partido y a la Concertación.



Seamos realistas. El PRSD no tiene en estos momentos una figura que se enfrente de igual a igual con Alvear o Bachelet, quienes cuentan con un apoyo ciudadano cultivado por años. Ni siquiera el ex Presidente Eduardo Frei o el senador PPD, Fernando Flores, pudieron competir con ellas en las encuestas y ante el peso de los hechos, loable y responsablemente bajaron sus candidaturas.



El 16 de abril ha sido convocado el Consejo Nacional del PRSD, instancia que resolverá soberanamente cual será el camino a seguir en la disyuntiva de escoger entre Alvear y Bachelet. Ambas son grandes candidatas, con una trayectoria política indiscutible, que cuentan con el apoyo y la confianza del electorado.



En un acto de responsabilidad y respeto a las opiniones internas en el partido, el PRSD se ha reunido a dialogar con Alvear y Bachelet, por separado, las últimas semanas para conocer en detalle sus planteamientos como candidatas. Ambas desplegaron su inteligencia, capacidades, experiencia, aplacaron dudas y delinearon con firmeza y responsabilidad el tipo de gobierno que quieren llevar a la práctica. Ambas nos permitieron saber que cualquiera sea la abanderada única, será una gran candidata y más importante aún, una gran Presidenta.



Pero dado que debemos nominar una sola abanderada, tenemos que escoger entre una u otra y el PRSD no puede desconocer que Michelle Bachelet refleja mejor nuestros principios como partido. Respetamos profundamente a Soledad Alvear y si es la candidata única, la apoyaremos incondicionalmente, pero en este momento de definición interna, es necesario reconocer que el radicalismo es una fuerza progresista y que por lo tanto tiene que respaldar en las primarias a Michelle Bachellet.



Compartiendo plenamente los principios, responsabilidades, tareas y desafíos de la Concertación, también es cierto que somos una coalición donde la diversidad es su riqueza y es ésta la que permite que convivan sanamente dos corrientes, una humanista laica progresista y otra humanista cristiana. Y los principios radicales, su visión de Estado y de una sociedad democrática, tolerante, con pleno respeto al individuo, ajena a conservadurismos y dogmas que coartan las libertades de los ciudadanos, coinciden más y sin lugar a dudas, con los que también proclaman nuestros socios del PS y PPD.



De todas maneras, ya sea Alvear o Bachelet quien gane las primarias del 31 de julio, el proyecto concertacionista está a resguardo y ofrece al país la oportunidad histórica de poner en marcha un cambio real, no ese de slogan y gingles, sino el de llevar por primera vez una mujer a conducir los destinos del país.



Alberto Robles Pantoja. Diputado del PRSD por el VI Distrito de la Región de Atacama. Vicepresidente del Partido Radical Social Demócrata.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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