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Chile y Perú: nuestra frágil memoria


Finalmente, después de un breve pero intenso periodo de tensión, los cancilleres de Chile y Perú emitieron un comunicado conjunto poniendo fin a la controversia bilateral, reactivando el mecanismo del dos más dos y la comunicación institucional.



Siempre es lamentable la suspensión o congelamiento unilateral, de mecanismos institucionales existentes para abordar asuntos delicados que pueden afectar los intereses de cada cual o las relaciones entre países.



En la lógica política, así como en las relaciones internacionales, un buen o mal manejo de la forma es consustancial con el fondo del problema que se quiere encarar y con los resultados que se persigue obtener.



Sin embargo, ante la aparición de elementos nuevos en relación con la venta de armas producida hace 10 años parte de Chile al Ecuador, se hacía necesario reiterar las explicaciones anteriores y solicitar disculpas, para consolidar las relaciones entre ambos países. Las democracias sólidas explican las cosas cuantas veces sea necesario para fortalecer las relaciones entre países vecinos y hermanos y no por ello dejan de ser coherentes. Aquello no implica desconocer el principio de continuidad de los estados, ya que las democracias se fortalecen cuando somos capaces, ambos países, de «echar luz» sobre las sombras de eventos producidos en regimenes autoritarios o ante el peso desbalanceado de fuerzas no civiles en algún momento determinado de nuestra historia.



Ante momentos de dificultad bilateral como los vividos, es necesario iluminar nuestra memoria histórica reciente.



El 1 de junio del 2000, un grupo de 12 congresistas peruanos representativos de todo el espectro opositor democrático de la época, dirigía una carta al recién asumido Presidente de Chile, Ricardo Lagos. En su carta los congresistas señalaban: «Estando aún frescas sus palabras – efectuadas a poco del histórico triunfo del 16 de enero- afirmando que se mantendría atento a los acontecimientos en el Perú, invocamos a usted su solidaridad con los esfuerzos de la sociedad peruana para la reconquista democrática».



«Somos conscientes de lo delicado y difícil que significa en estos momentos asumir posiciones entre dos países limítrofes, aún cuando se están estableciendo en nuestro país nuevos y sofisticados sistemas de autoritarismo, encubiertos en una superficial legalidad, que compromete la independencia de la institucionalidad jurídica de la sociedad civil».



«El pronunciamiento de la colectividad internacional sobre las elecciones generales en el Perú ha sido claro y decidido. Existe una dictadura taimada y peligrosa para la región, y es necesario acabar con ella con la franca colaboración de los gobiernos y líderes democráticos de la Comunidad Andina y Latinoamericana».



«Lo cierto es que esta hermandad democrática, que en un momento contribuyó para acabar con la dictadura de Augusto Pinochet, ahora debe hacer lo propio con la dictadura de Alberto Fujimori y sus socios». (1)



En su respuesta,- enviada directamente a los firmantes- el Presidente Lagos después de comentar que los avances en la consolidación de la democracia en el continente deben compatibilizarse con el principio de soberanía, señalaba: «Chile, en todo caso, hará todos los esfuerzos a su alcance para promover los valores democráticos en el continente, colaborando si se estima apropiado, al diálogo y el perfeccionamiento de las instituciones democráticas en países amigos como es el Perú. En todo caso, nos animan- como dicen ustedes en su nota- valores inspirados en una común raíz andina y latinoamericana que nos debe conducir a una integración mayor de nuestros pueblos» (2).



Pocos meses después, los socialistas miembros de la Concertación de Partidos por la democracia expresaban sobre el Perú:» Para los socialistas chilenos la lucha por la democracia no tiene fronteras, ella constituye un imperativo sobre el cual la integración y la hermandad entre nuestros pueblos se construirá en una base sólida y permanente. Saludamos al pueblo del Perú y a sus autoridades legitimas, en la persona del nuevo Presidente del Congreso del Perú Sr. Valentín Paniagua. En estas horas decisivas para la democracia peruana compartimos plenamente el pronunciamiento de los partidos democráticos reunidos en el Acuerdo de Gobernabilidad»(3)



El entonces dirigente opositor y hoy Presidente del Perú, Dr. Alejandro Toledo, señalaba en una entrevista publicada en Chile:»Creo que ahora que el Perú ingrese a una nueva etapa de democratización, la relación entre Perú y Chile, dos países hermanos, puede alcanzar un mayor acercamiento, con inversiones extranjeras mutuas, fortalecer nuestra relación comercial, económica y cultural, espero que podamos romper las barreras de las fronteras». La importancia del diálogo político democrático bilateral quedaba consignada en las siguientes frases: «Los partidos miembros de la Concertación han tendido generosamente su mano a la realidad peruana. Espero que tanto el encuentro que vamos a tener aquí en Perú con el Presidente de la Concertación y otros líderes, así como nuestro encuentro en Chile, permita abrir un nuevo capítulo de la relación peruano chilena(4)».



Como decían nuestros antepasados Aymaras: El pasado lo podemos conocer, pero no modificarlo. El futuro no lo conocemos, pero podemos moldearlo.



(1) Carta NÅŸ83- 2000/CR-ASM.



(2) Carta del Presidente Ricardo Lagos fechada el 17 de julio del 2000, publicada por el diario La República.



(3) Declaración Pública del Partido Socialista de Chile sobre el Perú, Santiago de Chile, 20 de Noviembre del 2000.



(4) «Toledo: Chile es fuente de lecciones para Perú». Entrevista publicada el 3 de noviembre de 2000, en Primera Línea. Agencia del Diario la Nación de Santiago de Chile.






Esteban Silva Cuadra. Cientista político y analista internacional chileno residente en Perú.




























  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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