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Temas para el Debate Presidencial. Parte II: Empleo y Credibilidad


Piñera ha señalado como una de sus principales propuestas el incremento de la ocupación en un millón de personas durante los cuatro años de su eventual gobierno. Esto, fue ratificado por Felipe Larraín, uno de los principales economistas del equipo de Piñera en entrevista especial del programa ‘Última Mirada’ del Canal 11 del miércoles 28 de diciembre, que dirige Fernando Paulsen



El incremento de la ocupación en un millón de personas significa crear 250 mil empleos anuales como promedio simple. Además se trataría de buenos empleos y no empleo informal. Las cifras estadísticas sobre el incremento de la ocupación en Chile hacen poco creíble esta propuesta.


Incrementos de la población en edad
de trabajar y de la ocupación en Chile
(Miles de personas, diciembre de cada año)

Período

Incremento de la población de 15 años y
más

Ocupados

1997-2004

1281

483

Fuente: Elaboración propia sobre
la base de información del INE




Desde el año 1997 al 2004, la población en edad de trabajar creció en cerca un millón trescientas mil personas y la ocupación creció sólo en 483 mil personas en estos 7 años.



En todos los estudios se reconoce que en el incremento de la ocupación en los últimos años, más de 120 mil corresponden a ocupación de los planes de emergencia. Por lo tanto, la creación de empleos que corresponde a la lógica del modelo es de sólo 363 mil empleos en siete años. Es decir, como promedio anual, la economía chilena en el periodo 1997-2004 ha creado una cifra menor a 52 mil empleos netos anuales.



En estudios anteriores, señalábamos que a partir de 1993, la economía chilena había disminuido drásticamente la capacidad de generar empleo. Si ampliamos el período, los antecedentes de las estadísticas oficiales señalan que desde 1993 al 2004, la población en edad de trabajar creció en cerca de dos millones de personas. En tanto, la ocupación generada por la lógica del modelo es de 634 mil personas.



Es decir, en once años, desde 1993 al 2004, se han creado como promedio anual sólo 57.600 nuevos empleos netos anuales.



En los últimos meses se ha destacado que la ocupación en 12 meses se ha incrementado en cifras superiores a 150 mil personas. Sin embargo, estos incrementos han sido coyunturales y se deben a la recuperación de la economía. No pueden ser utilizados como parámetro, ya que la lógica del sistema genera poco empleo, como de nuevo lo están mostrando las cifras recientes.


Ocupación Total
(En Miles de personas)

Períodos

Ocupación Total

Septiembre-Noviembre 2004

5.746

Octubre-diciembre 2004

5.863

Septiembre-noviembre 2005

5.844

Fuente: INE.




En efecto, la información entregada por el INE el 29 de diciembre, para el período septiembre-noviembre del 2005, da un total de ocupados de 5.844.000 personas, cifra superior en sólo 90.000 personas en un año. Se debe destacar que la ocupación del periodo septiembre-noviembre 2005, es menor en 19.000 personas ocupadas con relación al periodo octubre-diciembre del 2004.



El indicador de la ocupación global es mucho más efectivo que la tasa de desocupación, ya que, por ejemplo, las personas que dejan de buscar trabajo por diferentes razones -falta de dinero para movilizarse, aburridos de buscar trabajo y no encontrar- , dejan de ser calificados como desocupados, lo que puede dar como resultado una disminución de la tasa de desocupación. La tasa de desocupación de la Universidad de Chile para el Gran Santiago, es de 10,5%. La tasa de desocupación del INE para la Región Metropolitana, es de 7,5%.



Las pequeñas diferencias geográficas y las diferencias metodologicas no son suficientes para explicar que la tasa de desocupación de la Universidad de Chile sea un 40% mayor a la del INE. Si se proyectan los datos de la Universidad de Chile a nivel nacional, el desempleo global en el país es cercano a un millón cincuenta mil personas. En tanto, la información del INE señala que la desocupación global es de sólo 480 mil personas.



Nuestros estudios sobre la disminución de la capacidad de generar empleo de la economía chilena, desde mediados de los 90, por varios años fueron ignorados o descalificados. Posteriormente, después de la dura polémica de Tomas Moulián con José Joaquín Brunner -en el diario electrónico El Mostrador-, sobre si los problemas de la ocupación eran cíclicos o estructurales, nuestros planteamientos fueron más aceptados.

El Presidente Ricardo Lagos ha reconocido en eventos internacionales y nacionales que fue un gran error ofrecer la creación de 200.000 nuevos empleos en su primer año de gobierno. Esto ha llevado a que el comando de la candidatura de Michelle Bachellet sea más cauteloso en la propuesta de creación de empleos.



En la propuesta de Piñera se trata de crear no sólo un millón de empleos, sino un millón de buenos empleos.



Las estadísticas oficiales del INE son muy categóricas. La ocupación en los sectores productivos y exportadores disminuye, -agricultura, forestal, pesca; minería e industria. En estos sectores disminuye la ocupación a pesar del gran crecimiento de la producción y de las exportaciones.



Es en las actividades informales donde se producen los principales incrementos de ocupación: comercio, finanzas y servicios comunales. En efecto, gran parte del crecimiento de la ocupación en estos sectores corresponden a estrategias de sobrevivencia de las familias.


Chile. Ocupación  Global y por Sectores
Económicos 1993-2004
(Miles de personas, diciembre de cada año)

Años

Total

Agric
Silvic Pesca

Minas

Industria

Elec
Gas
Agua

Const

Comercio

Transp y Com

Ss Financ

Ss Comunal

1993

5,109

869

88

854

29

423

939

368

295

1,242

1997

5,380

776

88

861

31

489

976

401

377

1,382

2004

5,863

783

74

805

32

428

1,127

461

473

1,635

Incremento
1993
2004

754

-86

-14

-49

3

5

188

93

178

 

Fuente: INE




Las exportaciones agrícolas, pesqueras y forestales han crecido enormemente. Sin embargo, la ocupación en el conjunto de estas actividades ha disminuido en 86 mil personas entre 1993 y el 2004. En el periodo más amplio, desde 1990 al 2004, las exportaciones del conjunto de estas ramas aumentaron en 240 % y la ocupación disminuyó en 12%.



Las exportaciones mineras han aumentado considerablemente. Sin embargo, la ocupación ha disminuido en 14 mil personas entre 1993 y 2004. En la industria del cobre entre 1990 y el 2004, las exportaciones crecieron en más del 250% y la ocupación disminuyó en un 20 %.



En el sector industrial la ocupación disminuyó en 49 mil puestos de trabajo, entre 1993 y el 2004. En noviembre de este año 2005, la ocupación disminuyó aún más, en 37 mil personas comparado con noviembre del 2004, alcanzando sólo 767 mil empleos totales. Esta disminución adicional en este año se debe a la competencia de las importaciones baratas posibilitadas, adicionalmente por un dólar bajo.



La ocupación aumenta, como hemos señalado, en el sector comercio, en el sector financiero, en transporte y sobretodo en servicios comunales. Muchos de estos empleos son precarios (vendedores en las micros y en las calles y ferias; vendedores de seguros; chóferes de taxis; personal de seguridad; cajeros eventuales en bancos y otros; trabajos temporales en empresas contratistas; etc.). Aquí también se contabilizan parte de los ocupados en los planes de emergencia y trabajos de sobrevivencia de carácter muy informal.



También es ampliamente difundido el hecho de que los lugares con mayores índices de desocupación se localizan en los puertos: Valparaíso, San Antonio y Talcahuano. Ambas candidaturas ofrecen programas especiales para ciudades y regiones donde no hay alternativas de ocupación y la desocupación es mucho más alta que el promedio nacional.



La grave situación en los puertos nos entrega un indicador adicional de que la lógica del funcionamiento del modelo económico chileno, que se especializa en la producción y exportación de primarios, explica la poca capacidad de generar empleo de la economía chilena, y por lo tanto, explica en gran medida los graves problemas sociales: desocupación real, pobreza y mala distribución del ingreso.



En Chile, la dictadura, la derecha y los economistas neoliberales que apoyan a Piñera, y los gobiernos de la Concertación y gran parte de los economistas que apoyan a Michelle Bachelett, han promovido y con documentos han apoyado la especialización de Chile en productos primarios. Incluso, su ortodoxia es tan ciega que reniegan y promueven un camino opuesto a los recomendados por economistas neoliberales de prestigio internacional.



En los primeros años de la Concertación -1992 -, estuvo en la Universidad de Chile, Robert Solow, Premio Nóbel de Economía 1987. Él, es uno de los teóricos contemporáneos más sobresalientes del neoliberalismo. El Premio Nóbel lo obtuvo por sus trabajos ‘Modelos de Crecimiento’, -entre ellos- el modelo de crecimiento basado en materias primas no renovables.



En sus Conferencias en la Universidad de Chile, participaron muchos economistas chilenos, varios de ellos sus alumnos en Estados Unidos, y que actualmente tienen amplia presencia tanto en la academia como en las definiciones de las políticas estatales Actualmente, muchos de ellos tienen una gran participación en los equipos .económicos de Sebastián Piñera y de Michelle Bachellet.



Robert Solow inició su primera Conferencia con la siguiente formulación:



«Después de recorrer 10.000 kilómetros para hacer uso de la palabra en este encuentro, no podría elegir para hablar un tema de interés restringido. Lo único que cabe es que aborde un tema de largo plazo para la economía chilena.



Este país encara, sin duda, problemas de corto plazo […] Pero deseo referirme, en cambio, a problemas de más largo plazo, de enorme trascendencia para Chile y su economía, que se plantea en un horizonte temporal, no de dos a cinco años, sino de dos a cinco décadas.



Chile tiene mucha suerte de partir con una valiosa base de recursos naturales, tanto no renovables, entre ellos cobre y nitrato, como renovables entre los que destacan bosques y pesquerías. Sería fácil para Chile optar por limitarse a jugar el papel de ser un productor primario y dejar la industria manufacturera avanzada a países como Taiwán o Japón, que son tan desafortunados que carecen de recursos naturales que explotar. Pero eso no construiría un buen futuro para Chile, en parte debido a que la explotación de recursos naturales puede no suministrar un número suficiente de buenos empleos para la población del país y en parte porque el oficio de productor primario constituye una ocupación muy riesgosa.



De manera pues que el problema del largo plazo para Chile consiste en utilizar su base de recursos de modo inteligente en tanto se transforma en una economía más versátil y diversificada».
(Las negrillas son nuestras).



Concluye la Conferencia con la siguiente formulación:



«El mensaje que quiero dejarles es que una fórmula de este tipo puede ser el mejor camino para que Chile pase de ser principalmente un productor y exportador de materias primas, a un país de alta productividad industrial, o al menos a una economía basada fuertemente en la industria, exitosa en cuanto a su competitividad y exitosa como sociedad». (Las negritas son nuestras)



Las formulaciones del Robert Solow, Premio Nóbel de Economía, son también de sentido común. En Chile han sido desarrollados por la economía crítica. Estas formulaciones se han confirmado en la historia económica universal. No hay país desarrollado que no haya diversificado su producción en base a una estrategia de desarrollo de largo plazo, que utilizando los recursos generados por una explotación racional de los recursos naturales, privilegie el desarrollo de la industria basada en la alta tecnología. Este es el camino que han seguido Estados Unidos, Europa, Japón, Corea y en las últimas décadas China.



La propuesta de Piñera sobre el millón de empleos, no es creíble, ya que como dice Robert Solow, «la explotación de recursos naturales puede no suministrar un número suficiente de buenos empleos para la población del país», formulación de Solow confirmada ampliamente con la información estadística que hemos presentado.



Para generar suficiente empleo en Chile, es necesario promover estrategias de desarrollo como las recomendadas por Robert Solow y confirmadas en la historia. Chile requiere una estrategia nacional de diversificación productiva, acompañada de modificaciones profundas en la distribución del ingreso entre el trabajo, el capital y los propietarios de los recursos naturales. La distribución del ingreso será otro tema que desarrollaremos como parte de estas notas para el Debate Presidencial.



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Orlando Caputo Leiva. Economista Universidad de Chile, Investigador de CETES y del Grupo de Economía Mundial de CLACSO y de la REDEM.



Graciela Galarce Villavicencio. Economista Universidad de Chile, Magíster en Ciencias Sociales-FLACSO, Investigadora de CETES.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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