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TLC con China: El Fin de la Segunda Fase Exportadora


Esta semana la Presidenta Bachelet promulgó el Tratado de Libre Comercio con China, convirtiendo a Chile en el país con mayor apertura al comercio internacional de acuerdo al número de acuerdos comerciales suscritos.



China es desde hace ya un buen tiempo un socio comercial estratégico para nuestro país. Nuestras exportaciones hacia la nación oriental alcanzaron los US$ 4.390 millones durante el año 2005, aumentando más de 3,5 veces en el período 2002-2005, representando el 32% de las exportaciones chilenas dirigidas a Asia y constituyéndose en nuestro segundo socio comercial tras EEUU.



Por otro lado las importaciones desde el gigante asiático también se han incrementado de manera espectacular en los últimos años, más que duplicándose entre el 2002 y el 2005, alcanzando en este último año la cifra de US$ 2.539 millones.







Con la firma del reciente TLC con China, Chile tendrá un intercambio comercial libre de aranceles con la sexta economía mundial (1.300 mill. de hab.). Esto implicaría mayores ingresos ya que 92% de los productos chilenos podrá entrar al gigante asiático sin pagar impuesto. El 8% restante se le rebajará el arancel a 0 en un período de 5 a 10 años. Las excepciones alcanzan sólo al 1% de las exportaciones chilenas y al 3% de los envíos de China a nuestro país.



El discurso oficial respecto a este Tratado no ha podido ser más optimista y auspicioso. En el largo plazo se espera que este TLC beneficie a la población, ya que en la medida que crezcan las industrias también crecerán los empleos; de hecho, según propias palabras de la Presidenta Bachelet, con este tratado se generarían 34 mil nuevos empleos cuando esté plenamente operativo (Diario Financiero, 22/08/06).



Además 152 productos chinos entrarán a Chile sin pagar arancel, por lo que la gente podrá comprarlos más baratos.



Sin embargo, es importante analizar detalladamente la forma en la que Chile se inserta en este contexto comercial con China para luego visualizar los costos y beneficios que traerá el TLC para los chilenos.



Por un lado, la canasta exportadora chilena destinada al mercado chino está concentrada en recursos naturales. El cobre, productos forestales y de la madera, más la pesca extractiva representan el 85% del total exportado.







Por otro lado, Chile importa de China productos tecnológicos, manufacturas, textiles, ropa, etc.



La pregunta que se debe hacer frente a la firma de un Tratado de las características del promulgado entre Chile y China, es si éste cambiará la situación comercial descrita anteriormente. Dado que los TLC´s potencian las ventajas comparativas de los países la respuesta lógica es que no sólo no cambiara la estructura comercial entre Chile y China, sino que se agudizará aún más con la firma del tratado. Para nadie es un misterio que China necesita de recursos naturales para solventar su economía en rápido crecimiento, con tasas entre el 9% y el 10% en los últimos años. En propias palabras de analistas internacionales, «China necesita de Sudamérica y Chile, porque no es un país rico en recursos naturales» Ejecutivos Internacionales Banco HSBC (7 de Noviembre 2005, Diario Financiero, Santiago de Chile)



De acuerdo a lo anterior, la primera gran implicancia del TLC con China es que su firma y posterior operatividad significará en los hechos el adiós definitivo a la 2da Fase Exportadora chilena. Chile se condenó a si mismo hacer un explotador de recursos naturales.



Por lo tanto las consecuencias ecológicas y sociales del TLC con China pueden ser nefastas para nuestro país. En primer lugar tenemos la problemática de las cuentas ambientales. En el sistema de contabilidad macroeconómica que utiliza la ciencia económica para medir el crecimiento, el ahorro, la inversión y el consumo, explícitamente no se incluye el agotamiento de los recursos naturales como parte de la pérdida de riqueza disponible en la economía. Para la ciencia económica, aún hoy, a pesar de las innumerables pruebas que demuestran lo contrario, los recursos son ilimitados y perfectamente sustituibles (Pearce, D. y Atkinson, G.;1993). Por lo tanto en este proceso de explotación creciente de nuestros recursos naturales, no contamos con el instrumental básico que permita cuantificar la pérdida patrimonial natural producto del mayor intercambio comercial con nuestros socios comerciales.



Por otro lado tenemos el problema del multiplicador de depreciación del capital natural. El concepto de Multiplicador se refiere a que un aumento de k% en las exportaciones chilenas, implica un aumento de x% en la tasa de depreciación o agotamiento de nuestro Capital Natural.
Dadas las características estructurales del TLC con China, obviamente este Multiplicador se amplifica al suscribir este tratado comercial.

Entonces, ¿Quiénes ganan con este TLC? Por el lado de mayor consumo, las ganancias no son tan claras, o por lo menos estas no se expresan equitativamente. Si bien entrarán más productos a precios más bajos, nuestra regresiva distribución de los ingresos hace que cerca del 50% del gasto tota privado en nuestro país, lo realice el 20% más rico de la población (5to quintil), por lo que obviamente sea este grupo el más beneficiado con la entrada de nuevos productos desde China.



Por el lado de las mayores exportaciones, y por ende, mayor producción y empleo, las ganancias son aún menos claras. Esto ya que hoy el 96,1% de las exportaciones chilenas las realiza la gran empresa asociada al gran capital privado, que da menos del 10% del empleo en nuestro país. Lo que es peor, un TLC que acentuará la explotación de nuestros recursos naturales, beneficiará a los propietarios de éstos y que en Chile son las empresas transnacionales y los principales grupos económicos nacionales. Estos grupos se han apropiado de la renta asociada a la explotación de nuestros recursos naturales, porque existe una institucionalidad que así lo ha permitido, y la firma de TLCs que agudizan esta situación, sólo contribuyen acentuar las desigualdades en nuestro ya injusto país.



El carácter rentista de los grupos económicos nacionales es claro y evidente ya que su riqueza y patrimonio se ha basado en la participación en sectores intensivos en RRNN: Luksic en la minería, Matte en el sector forestal y Angelini en los sectores pesquero y forestal. Chile bajo el actual patrón de acumulación y apropiación de rentas económicas por parte de los Grupos Económicos se ha insertado en la Dinámica de la Globalización Financiera cuya premisa básica ha sido la de convertir capital natural en capital financiero de alta movilidad, agudizando las diferencias de ingreso entre los países y entre las personas.



En conclusión, este tipo de Tratados, firmados por Chile de manera creciente en los últimos años, tiende a fortalecer a los Grupos Económicos, a acelerar la depreciación de nuestro Capital Natural y son parte de la actual dinámica globalizadora: alta movilidad del Capital Financiero, Destrucción del Capital Natural y Aumento de la Desigualdad Social.





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Cristián Gutiérrez. Economista, Coordinador Círculo de Economistas para el Desarrollo de Chile

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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