Publicidad

Poética del texto y del espacio en la puesta en escena contemporánea


El tema de la puesta en escena presenta nuevas aristas en la actualidad. Estas tienen que ver tanto con la poética del espacio, como con la poética del texto, debido a que se apunta a la vigencia, a una actualización del montaje, desde las palabras hasta cada uno de los aspectos que convergen en la puesta en escena.



El problema propuesto significa: re-interpretar el íntimo secreto de una dramaturgia para buscar el punto de vista contemporáneo, para darle contingencia a su puesta en escena y para encontrar, en dicho acto creativo, el privilegio de ser puentes orgánicos, intérpretes de una textualidad tejida en un orden social que siempre insiste en contrastar la realidad objetiva con la lógica interna de los acontecimientos.



La puesta en escena contemporánea busca darle vigencia a la poética de palabras, tan poderosas, que son capaces junto a la poética espacial, de forzar la mirada del espectador, de torcer el destino de los intérpretes, de alentar la osadía de evidenciar la diferencia de los creadores y de erguirse como secretos individuales singularmente potentes que, corriendo todos los riesgos junto a la imagen, se convierten en actos de valentía: en acciones de arte teatral.



Con la sensibilidad propia del panorama histórico y global en el que nos toca vivir, la puesta en escena contemporánea invita al espectador a mirar un estado gemelo de planos: uno privado, literario e imaginario y otro público, espacial y real.



Así, la puesta en escena de hoy se centra en contar la historia que propone el texto dramático, buscando crear el montaje de una metáfora teatral que muestre la tensión de estos opuestos, la acentuación de estos contrastes, para denunciar la contradicción vital en que vivimos todos los habitantes del planeta.



Entonces, la fuerza de textos, cuerpos, luces, voces, emociones, músicas, espacios, objetos, vestuarios e imaginarios individuales superpuestos, articulan una espesura de signos y pliegues colectivos, que traducen escénicamente, la fusión poética del texto y del espacio, tejiendo una zona fronteriza de sentido, que sometida a la situación límite del espectáculo, devela la esencia del género humano.



La puesta en escena actual posee claras definiciones textuales que determinan la utilización del espacio teatral, lo que radica en una propuesta integral que articula y posibilita tanto el movimiento coreográfico de la espacialidad, como la escritura escénica de la textualidad.



La imagen total que subyace entre el texto y el espacio, la actuación y la voz, entre la escenografía y el vestuario, poblado de proyecciones visuales y propuestas musicales, entrega una atmósfera llena de sensaciones y emociones que relata la travesía interior de la dirección, dando cuenta de los sentimientos que cada espectador hace consciente al vivir el proceso personal de la teatralidad.



La poética textual y espacial busca, mediante la espectacularidad de la puesta en escena, impactar cultural y generacionalmente a nuestra sociedad, resaltando el carácter simbólico del montaje con signos escénicos que reflejen en su formato, comportamientos humanos y modalidades universales.



La puesta en escena contemporánea, por definición transdisciplinaria y experimental, se articula como un rompecabezas, puzle, caleidoscopio, laberinto, red textual y espacial, que en su diversidad de planos y tiempos fragmentados, integra nuevas formas de expresión y múltiples opciones de juego teatral evidenciando dramáticamente el paralelismo de la realidad.



La re-escritura escénica que hace un director o directora de un texto dramático, está diseminado en las opciones del juego rítmico del texto y del espacio, y en los diversos sistemas significantes que constituyen la puesta en escena, receptada por un espectador que la pone en relieve, convirtiéndola en su proyección creadora.



Para finalizar, la simbiosis semántica que entiende la puesta en escena como una unión orgánica entre la poética del texto y la poética del espacio pretende dinamizar la lectura espectacular, cuyo objetivo principal es intimar con el espectador, potenciando y generando infinitas lecturas que den cuenta, sin concesiones ni censuras, de los ámbitos del ser, del estar y del hacer contemporáneos.



_______________________________________





Verónica García Huidobro, Directora de la Escuela de Teatro UC.




  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias