¿Por qué recordar estos hechos? Hoy 21 de diciembre se conmemoran 100 años de la masacre en la Escuela Santa María de Iquique. No sólo hay un factor histórico que nos lleva a considerar esta matanza, dentro de lo que ha sido la historia de Chile y el movimiento obrero a nivel latinoamericano, sino la importancia de considerarlo como parte de nuestra memoria colectiva.
Requiere narrarse, conocerse, y por ello es destacable que diversos historiadores como Sergio González, Sergio Grez, Pablo Artaza, entre otros, se refieran a estos hechos y su relación en nuestra historia. Y así, es importante que podamos transmitirla desde los mismos planes de educación.
La memoria busca esta referencia del pasado al presente, para que no vuelva a ocurrir «nunca más», para que la falta de diálogo, la imposición de los intereses de un grupo de la sociedad (oligarquía) por sobre el pueblo, la violencia y abuso de poder de las fuerzas de orden, el menosprecio a la vida, no se vuelvan a reiterar. «Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla», dice Pinto Vallejos, y parece que nuestra «amnesia» como sociedad nos ha llevado a continuar con estas violaciones, y perpetuar también su silenciamiento.
Cerca de 45 matanzas registra posteriormente nuestra historia hasta el gobierno de Eduardo Frei Montalva y más cercano aún, todas las graves violaciones a los derechos humanos producidas durante la dictadura militar. ¿Y qué pasa con los responsables?
La verdad y la justicia van de la mano y son un pilar para aportar a una reconciliación, y eso es lo que los movimientos de derechos humanos en Chile han seguido enarbolando, promoviendo los juicios necesarios para conocer los hechos y sancionar a los responsables.
Pero en el caso de la matanza de la Escuela Santa María podemos pensar en un juicio ético, como en el caso de la comisión parlamentaria por el tema del Transantiago, por ejemplo, para que los responsables de la situación que hoy vivimos no desempeñen nuevamente cargos públicos (además de otras medidas legales que se pudieran interponer).
En relación con los responsables de la matanza, Pedro Montt Montt, Roberto Silva Renard, Coronel Ledesma, Rafael Sotomayor, Carlos Eastman, entre otros, podemos hacer presente, tal como lo señala el poeta porteño Juan Meza S., que estos mismos personajes siguen constituyendo nombres de calles, plazas, regimientos… méritos que no se condicen con su responsabilidad en la matanza de más de tres mil personas; hombres, mujeres y niños, nacionales y extranjeros.
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Patricia Albornoz, directora del Departamento de DDHH de la Facultad de Derecho de la Universidad Central
