Publicidad

Pies de plomo


El 2007 ha visto al sistema financiero mundial enfrentar una corrida de inversionistas sin precedentes. Perdieron confianza en los productos de ingeniería financiera que habían inflado una inmensa burbuja crediticia en los años recientes. Los principales bancos fueron rescatados con dineros públicos. Sus pérdidas hasta el momento son tan cuantiosas que su solvencia ha debido ser apuntalada por inversionistas emergentes. La caída del mercado inmobiliario de los EE.UU. que contaminó el crédito amenaza con extenderse al conjunto de la economía de ese país y desde allí al mundo entero.



¿Que traerá el 2008? Tal como se ve la cosa en el mundo, todo parece aconsejar andarse con pies de plomo. Desde Chile, todo esto se aprecia como truenos y relámpagos lejanos de una tormenta de verano en la cordillera. No parece afectar una economía que vive todavía un auge impresionante. Sólo la Bolsa de Comercio y las inmensas pérdidas de los fondos de pensiones invertidos irresponsablemente en el extranjero empiezan a reflejar las turbulencias que se viven.



La prensa financiera del mundo desarrollado ha venido proyectando la impresión de vivir diariamente al borde del abismo. No ha sido para menos. Es precisamente lo que han experimentado durante estos meses los mandamases y operadores de los principales mercados financieros, con quienes sus editores conviven a diario. Desde agosto, su principal preocupación ha sido Ä„como van a pasar la noche!



Su desesperación ha quedado grabada para la historia en el berrinche televisivo de uno de los más populares comentaristas especializados estadounidenses que pide a gritos la intervención del presidente de la Reserva Federal -ver a Jim Cramer en Youtube-. Medios más serios, como el Financial Times (FT) de Londres, han venido mostrando la gravedad de la situación con una crudeza tal que han sido acusados de azuzar la crisis.



Han logrado su objetivo, puesto que los bancos centrales han venido en su auxilio en la operación de rescate más gigantesca de la historia. En el curso de estos meses, los bancos centrales de los países desarrollados han inyectado Ä„más de un billón de dólares! Tales son las dimensiones del hoyo. Sólo después de esta masiva intervención, el Financial Times ha respirado más tranquilo, estimando cautelosamente que «quizás lo peor puede haber pasado…» (FT 27/12/07).



Sin embargo, todos coinciden en que la crisis financiera se encuentra en pleno desarrollo y corre riesgo de agravarse severamente. El temor se origina en el hecho que el mismo mecanismo de ingeniería financiera que originó la crisis de las hipotecas de vivienda ha operado en otros mercados de crédito.



Las pérdidas en hipotecas de vivienda se estiman hasta el momento en 500.000 millones de dólares (BW 19/12/2007) mientras las hipotecas comerciales, tarjetas de crédito o préstamos automotrices, mercados pueden originar pérdidas de varios centenares de miles de millones de dólares adicionales cada uno. Sin embargo, de extenderse el problema al crédito corporativo, las pérdidas potenciales se disparan a lo menos en un orden de magnitud, es decir, se multiplican más de diez veces.



En su pronóstico de año nuevo, el Financial Times ha apostado que EEUU no va a caer en recesión, aunque que ha afirmado que ello en modo alguno se puede descartar (FT 31/12/2007). Su pronóstico más general coincide con el consenso manifestado por Mervin King, presidente del Banco de Inglaterra, quien ha declarado «un frenazo es inevitable.» En caso que haga patinar la economía hacia la recesión, señalan, se podrían generar una situación extremadamente complicada.



En Chile, en cambio, así como en la mayoría de los países emergentes, se vive un dinamismo económico que visto desde afuera se aprecia como extraordinario. Incluso, mirando las cosas más de cerca, al menos en Chile, hay argumentos que permiten sostener como hace el informe de fin de año de una de las firmas bursátiles que «todavía queda impulso, pero los riesgos son mayores» (Larraín Vial, LV, 31/12/2007).



Por ejemplo, llama la atención en este sentido un informe de la asociación de corredores de propiedades, ACOP, señala que los precios de terrenos en Santiago expresados en UF todavía están por debajo de los máximos alcanzados antes de la recesión de 1998 (EM 23/12/2007). Ello podría estar indicando que el ciclo económico en Chile le resta algún impulso, como señala la publicación citada.



Ciertamente, el conjunto de variables económicas así como todas las previsiones de los economistas y autoridades apuntan todavía hacia un escenario de crecimiento, aunque más moderado. Las percepciones empresariales y de los consumidores, así como sus desembolsos en inversión y consumo permanecen asimismo optimistas ¿Se podrá sostener el crecimiento de los países emergentes frente a una recesión en los más desarrollados? ¿Reventarán por su propia presión las burbujas acumuladas en los países emergentes, agravando la situación general?



Las bolsas de comercio mundiales han reflejado aproximadamente el cuadro señalado. Expresadas en EURO, perdieron durante el segundo semestre lo mucho que habían ganado en el primero. Los países europeos varían mucho. Las bolsas de los países emergentes, en cambio, en conjunto muestran una ganancia espectacular de 23,1%.



En ese cuadro, Chile aparece mucho más moderado, logrando sin embargo un incremento nada despreciable de +8,9%, que, sin embargo, aparece moderado frente los espectaculares +18,9% y +23,7% logrados en 2006 y 2005, respectivamente. Todos estos resultados están expresados en EURO (MSCI Barra 31/12/2007). En la primer semana de enero del 2008 han vuelto a derrumbarse en todo el mundo, y en Chile ha perdido todo lo ganado el 2007.



Quizás el mejor indicador de la grave situación que se vive son los fondos de pensiones chilenos administrados por las AFP. La mayor parte está invertido en renta variable, y un 53,9% de lo que se ha sacado al exterior está invertidos en fondos variables de economías emergentes (EM 2/12/2007). Es decir, han intentado aprovechar todas las posibilidades existentes en el mundo para maximizar su rentabilidad. Descontada la inflación, lograron terminar el año con resultados positivos y similares a la bolsa chilena, sin embargo, ello no refleja sino en parte su turbulento comportamiento a lo largo del año.



Durante el primer semestre crecieron fuertemente y el 25 de julio del 2007 alcanzaron su valor máximo de 53,8 billones de pesos (millones de millones, equivalentes en ese momento a US$ 104.060 millones). Desde ese día han venido sufriendo vaivenes diarios gigantescos.



La crisis ha afectado especialmente a los fondos invertidos en renta variable, que acumulan todas la pérdidas, mientras el fondo E, invertido en renta fija, ha continuado creciendo hasta el momento. Sin embargo, en el curso de la crisis los afiliados han trasladado 759.700 millones de pesos al fondo A, la mayor parte de los cuales se han perdido. No parece un comportamiento muy racional, y la información que entrega la propia Superintendencia de AFP lo puede estar estimulando. Ante un cuadro de peligro extremo como el que se vive, más vale andarse con pies de plomo.



________



Manuel Riesco, economista



* Este artículo es una versión reducida del texto original. Acceda acá a la columna completa.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias