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Una mirada global a la seguridad pública

Los resultados de la última Encuesta Nacional de Seguridad Urbana mostraron que Chile transita en la línea correcta en el enfrentamiento de la delincuencia y el temor. La sistemática evaluación y monitoreo del fenómeno delictual han contribuido a reforzar el trabajo realizado, pues una política…


Por Gloria Requena Berendique*

El Gobierno de Chile, desde la última década, ha desarrollado un conjunto de esfuerzos consistentes para posicionar la seguridad ciudadana, el orden público, la prevención y control del delito como prioridades estratégicas de la agenda pública. Ello se ha materializado, por ejemplo, en la formulación de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública impulsada desde fines del 2006.

Tenemos la convicción que, pese a la envergadura de los desafíos pendientes, se han dado pasos significativos, eficaces y durables, en el horizonte de prevenir la criminalidad y construir comunidades más seguras.

Uno de los seis ejes de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública se refiere a la información. Allí se inscriben las herramientas de recolección y análisis de datos sobre criminalidad, para incrementar el conocimiento sobre la dinámica de la delincuencia y la percepción de inseguridad, sus factores y causas, su despliegue territorial y la eficacia de los organismos de control: las policías, el sistema de justicia, Gendarmería, ente otros.

El trabajo que se ha desarrollado en este ámbito permite, por una parte, poner a disposición de la ciudadanía información confiable respecto de la evolución del fenómeno de la inseguridad y la delincuencia. Por otro lado, ha hecho posible la elaboración de productos de excelencia en materia de oportunidad, pertinencia y focalización de las políticas públicas comprometidas en prevención y gestión de los organismos de control.

Ello quedó recientemente de manifiesto en el Indicador Internacional de Paz (Global Peace Index) del año 2009, que ubicó a nuestro país en el primer lugar de la región.

A ese respecto, resulta especialmente relevante el hecho que el Ministerio del Interior, a través de la División de Seguridad Pública, se encuentre organizando el Segundo Encuentro Internacional sobre Observatorios de la Criminalidad, el que se realizará en Santiago entre el 18 y 20 de marzo.

Además de constituir una confirmación de la fortaleza institucional que el Gobierno ha acumulado en la materia, representa una gran oportunidad para un amplio intercambio de conocimientos emergentes y experiencias de políticas y programas de prevención de la criminalidad y seguridad comunitaria, en un contexto de debate técnico de excelencia.

La creación de observatorios de la delincuencia, de carácter local o nacional, es considerada por numerosos países como herramienta esencial para aprehender con rigor la inseguridad, en todas sus dimensiones; para elaborar las estrategias de prevención y control de la criminalidad; y disponer de un instrumento que permita apreciar su evolución.

El Primer Encuentro Internacional sobre Observatorios de la Criminalidad se realizó en París, en diciembre de 2007, y fue el resultado de una confluencia de procesos.

El Centro Internacional para la Prevención de la Criminalidad (CIPC), ente organizador de este encuentro, fue creado en 1994 en Montreal, Canadá. Constituye un foro de intercambio internacional para los gobiernos nacionales y locales, las agencias públicas, instituciones de justicia, y organismos no gubernamentales, en torno a la problemática de la criminalidad y la seguridad pública.

En el año 2001, el Ministerio de Seguridad Pública de Quebec publicó el documento «Política ministerial en materia de prevención de la delincuencia», que sugería la creación de un Observatorio de la Delincuencia. En 2003, se otorgó al CIPC el mandato de redactar un primer informe sobre el estado de la seguridad y la prevención, y de definir las características del Observatorio. El CIPC desarrolló, además, un informe de análisis comparado sobre las Encuestas de Victimización existentes en el ámbito internacional.

En Francia, se instalaron observatorios locales de seguridad en más de una treintena de ciudades. La Delegación Interministerial para las Ciudades (DIV) publicó la descripción comparativa de esos observatorios. Además, se constituyó el Observatorio de zonas urbanas sensibles que incluye una medición de los fenómenos de inseguridad.

Tras años de debate, el entonces ministro del Interior, Nicolás Sarkozy, anunció en noviembre de 2003 la creación del Observatorio Nacional de la Delincuencia (OND), como parte del Instituto Nacional de Altos Estudios en Seguridad.

Como consecuencia de los intercambios entre los Observatorios de Francia, Quebec y la DIV, se acordó construir un espacio internacional para profundizar y ampliar las comparaciones de métodos, la confrontación de problemas y las soluciones que se construyeron, en el marco de la instalación de observatorios en distintos países.

En el Primer Encuentro se planteó la organización periódica de estas reuniones para crear las condiciones para instalar una red internacional de observatorios.

En este contexto, el Ministerio del Interior de Chile suscribió un convenio con el Centro Internacional para la Prevención de la Criminalidad, con la finalidad de dar continuidad a la reflexión e intercambio internacional sobre la materia.

El primer encuentro abordó los fundamentos de la creación de un observatorio. Ahora, el diálogo se centrará en la producción de resultados, comparables en el plano internacional, y el desarrollo de nuevas tecnologías de soporte de la labor de los observatorios, particularmente las vinculadas con la cartografía y con los sistemas de información espacial. En una mesa redonda se discutirá el tema principal de la jornada: «Observar la criminalidad y producir resultados útiles para la comunidad».

Concurrirán expertos de Francia, Canadá, Alemania, Italia, Bélgica y Estados Unidos, así como de diferentes países latinoamericanos.

Los resultados de la última Encuesta Nacional de Seguridad Urbana mostraron que Chile transita en la línea correcta en el enfrentamiento de la delincuencia y el temor. La sistemática evaluación y monitoreo del fenómeno delictual han contribuido a reforzar el trabajo realizado, pues una política de prevención es eficaz, a condición de que se base en conocimientos sólidos, en un saber compartido, y en políticas duraderas. Aquello no sólo previene el delito y la victimización, sino que también promueve la seguridad de la comunidad y contribuye al desarrollo sostenible de toda la ciudadanía.

Este encuentro internacional representará, sin duda, un aporte a la tarea de seguir avanzando en disminuir la victimización y reducir la violencia.  
 
*Jefa División de Seguridad Pública, Ministerio del Interior

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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