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Peores noticias y vergüenza nacional

Una vez más la ciudadanía podrá comprobar que la política en Chile es practicada con calculadora, anclajes y otros aseguramientos, que resguarden el goce del poder, sus prebendas y canoníngias a quienes lo detentan, impidiendo, limitando o coartando el despliegue democrático, con tal de evitar …


Por Ricardo Manzi*

Una joven y ejemplar estudiante pobre ha sido muerta por los violentos de siempre mientras se dirigía a cumplir con su deber; un empresario agrícola y su hijo atacados por delincuentes en una zona del país donde impera la ley del revólver, uno muerto y el otro herido; un trabajador cesante desesperado detenido intentando robar un cajero automático; grupos crecientes de personas llamados eufemísticamente «en situación de calle» durmiendo en las troneras del metro o bajo marquesinas de bancos, cines y otras edificaciones; anuncios de despidos, mal desempeño de la economía, buses del Transantiago sin las cámaras de seguridad de obligado cumplimiento, son muy malas y tristes noticias.

Pero a esas se suman otras, como el anuncio del Director del Servel que no se aplicará la ley sobre inscripción automática y voto voluntario en las próximas elecciones, porque el Parlamento Nacional ha sido incapaz de despacharla a tiempo. Por su parte Viera-Gallo, encargado gubernamental de impulsar este proyecto y recabar su priorización, con total desvergüenza señala que quedará como un legado de la administración Bachelet, como si a alguien sirviera un transatlántico sin timón.

El naufragio de este buque obedece al temor de la Concertación, detonado por encuestas que indican que un número apreciable de los no inscritos se inclinan por la opción presidencial de la Alianza. Este hecho político, sea o no de nuestro gusto o preferencia, no puede justificar la dilación de los efectos de esta ley, que fuere prometido a la ciudadanía y respecto del cual, la Concertación ha obtenido en el pasado dividendos políticos, imputándole a la oposición una negativa injustificada a legislar.

Si este proyecto no se transforma en ley antes de fines del mes de abril, nada se podrá hacer para las elecciones de diciembre, pues no habrá tiempo para su implementación y una vez más la ciudadanía podrá comprobar que la política en Chile es practicada con calculadora, anclajes y otros aseguramientos, que resguarden el goce del poder, sus prebendas y canoníngias a quienes lo detentan, impidiendo, limitando o coartando el despliegue democrático, con tal de evitar el triunfo de los adversarios.

Si esta pésima noticia se cristaliza, significa que nuestra democracia cuenta con apellidos, -como en la dictadura-  y, su patronímico es, «democracia de la conveniencia,» y todos sabemos, que las democracias con apellidos, no son tales, como antes decíamos sobre la «democracia protegida» de Pinochet.

*Ricardo Manzi es abogado.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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