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HidroAysén, toda la información

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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La especie humana se distingue de las otras no porque puede elegir, sino porque tiene que elegir y eso deberá hacer el próximo gobernarte ante HA, tendrán que elegir entre perpetuar un modelo que la población rechaza en forma creciente y otro que sea equitativo.


Por Hernán Sandoval*

Junto con presentar las respuestas a las observaciones al estudio de impacto ambiental (EIA) requeridas por la CONAMA en Noviembre de 2008, HidroAysén (HA) ha lanzado una costosa campaña de medios señalando que para juzgar el proyecto de represar los ríos de la Patagonia, Baker y Pascua, es preciso «tener toda la información»; queremos contribuir a dicha campaña, gratis.

HA omite señalar que aún no obtiene los derechos de agua necesarios para realizar el proyecto en su forma actual, que fue el producto de una opaca negociación del Ministro de OO.PP. del momento (Eduardo Bitrán) con ENDESA ESPAÑA, titular de los derechos de agua, que señaló que si disminuía la superficie inundada se autorizaría el mismo. Los derechos actuales les permiten inundar 32 mil hectáreas, para generar la misma potencia. Por el contrario si el Gobierno, a través de la Dirección General de Aguas les otorgara los derechos solicitados, toda el agua del Baker quedaría en manos de ENDESA, sin posibilidades para otros usuarios que los han requerido desde hace 20 años.

El proyecto es inviable sin incrementar los derechos vigentes, ¿puede ser legítimo un proyecto inviable? La verdad es que HidroAysén aprovecha un resquicio legal de la frágil institucionalidad ambiental para presentar el nuevo EIA. Ello no quita que hoy es inviable y que no hay ninguna razón jurídica, económica, política y menos ambiental para otorgar derechos de agua suplementarios. Tampoco informa HA que lo que se está evaluando es sólo el proyecto de las represas, sin considerar al mismo tiempo el tendido de transmisión de 2.200 kms, el más largo del mundo, entre Cochrane y Melipilla, tendido casi experimental que llevaría más de 500 mil volts de corriente continua, para evitar la pérdida que produce tal distancia.

Otro resquicio que permite una cuchufleta legal para evaluar separadamente dos componentes de un solo proyecto, ¿si se aprueban las represas, podrían las autoridades negar el permiso para el tendido? HA reitera que el suyo es un proyecto de interés nacional, todo Chile gana, así como en el pasado lo que era bueno para General Motors, era bueno para los Estados Unidos, parecería que hoy lo que es bueno para Endesa y Colbún, es bueno para Chile. El primer caso terminó en una empresa nacionalizada, intervenida por el Estado y los sindicatos. En nuestro caso HA omite señalar que se entregará al consumo los casi 19.000 Giga watts hora anuales que generaría el proyecto, con el precio de nudo actual, ello produciría un ingreso de más de 1.200 millones de dólares anuales para un proyecto cuya inversión sería inferior a 3 mil millones de dólares, sin que los costos ambientales y sociales que genera tal proyecto, sean pagados.

Las represas en Aysén son un proyecto que sólo beneficia a Endesa España y su socio chileno, Colbún, que juntos producen más del 70% de la electricidad del Sistema Interconectado Central (SIC). La producción de las Centrales patagónicas representaría más del 20% de la electricidad del SIC, si se llegan a construir y representan la posibilidad de perpetuar el monopolio. El gran negocio y la posición dominante son los motivos más poderosos para insistir en esas represas, cuando hay muchas otras posibilidades hidroeléctricas, más pequeñas pero más amigables con el ambiente, así como las de otras fuentes de energías renovables.

Queda claro quién gana, HA y quién pierde, Chile. La campaña Patagonia sin represas ha tenido un respaldo vigoroso y creciente, más del 50% de los chilenos se oponen a ellas, lo que muestra un cambio en la percepción de la ciudadanía respecto del medio ambiente, pero también indica una disposición de parte de la sociedad civil para participar más activamente y rebatir un modelo de desarrollo concentrador, porque permite la creación de enormes monopolios en todas las actividades económicas, inequitativo, porque permite enormes diferencias en ingresos y calidad de vida y depredador porque permite el saqueo de los recursos naturales y el deterioro ambiental.

El EIA presentado adolece aún de enormes carencias que ya están siendo señaladas por los Servicios Públicos y es muy probable que sea objeto de nuevas adendas por parte de la autoridad ambiental, lo que dejaría su aprobación en manos del próximo gobierno. No basta con decir que se cumplirá con la normativa ambiental, que harán cumplir la ley, cuando saben de sobra que ella es insuficiente para dirimir estos problemas. La especie humana se distingue de las otras no porque puede elegir, sino porque tiene que elegir y eso deberá hacer el próximo gobernarte ante HA, tendrán que elegir entre perpetuar un modelo que la población rechaza en forma creciente y otro que sea equitativo en lo económico, participativo en lo político y sustentable en lo ambiental. Patagonia sin represas no es un eslogan, es la posibilidad de empezar a construir otro Chile.

*Hernán Sandoval es Presidente de ChileAmbiente y militante del PPD.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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