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Imputaciones del profesor Eric Palma contra concursos de la Universidad de Chile

Por: Mauricio Tapia, Facultad de Derecho U. de Chile


Señor Director:

Mediante una crónica publicada por este medio electrónico, el profesor Eric Palma ha querido interpretar el reciente proceso eleccionario de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, efectuando de paso imputaciones contra los concursos públicos del Departamento de Derecho Privado que tengo el honor de dirigir, contra sus académicos y contra mi persona.

No responderé imputaciones personales y descalificaciones. Ellas escapan al espíritu tolerante y respetuoso que inspira la actividad académica en la Universidad de Chile, y a la amistad cívica en la que se ha insistido recientemente. Lamento que el profesor Palma no comparta ese espíritu universitario.

Sin embargo, por el prestigio de la Universidad de Chile, parece imprescindible efectuar una aclaración de hecho sobre el reciente concurso público en derecho civil.

De manera injustificada, el profesor Palma discute la objetividad de ese concurso, poniendo en cuestión frente a la opinión pública los procesos internos de la Universidad a la que pertenece, y la imparcialidad de los profesores que integran las comisiones que los resuelven.

En ese concurso ingresaron al Claustro algunos de los talentosos académicos jóvenes que desde hace años desarrollan docencia en carácter de «invitados» en nuestra Escuela, quedando fuera otros postulantes. Para tomar la decisión se utilizaron estrictamente los criterios académicos que están previstos en los Reglamentos de la Universidad. Tales criterios obligan a examinar el mérito de fondo que subyace a cada título o antecedente presentado, y a sopesarlos con la experiencia docente del postulante, particularmente la realizada frente a nuestros alumnos.

La evaluación se efectúo por una «Comisión de Concursos» integrada por cinco académicos, entre los que se encontraban, además del ministro de fe y del suscrito, los profesores Juan Manuel Baraona, Vivian Bullemore y María Dora Martinic, estos tres últimos de la misma línea de pensamiento universitario del profesor Eric Palma. Así, siendo mi opinión en todo caso minoritaria, no resultan comprensibles sus imputaciones.

No entiendo cuáles son los motivos que animan el ataque del profesor Palma. Más aún si lo único que él logra es enlodar infundadamente el prestigio de la Universidad de Chile, del cual cada uno de sus académicos es responsable estatutariamente.

Mauricio Tapia R.
Profesor de Derecho Civil
Director (S) Departamento de Derecho Privado
Facultad de Derecho de la Universidad de Chile

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