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Mineros y Presidente: lección de liderazgo

«Se están involucrando mucho, es un tema de privados», «si no resulta el rescate el costo político será enorme para el Gobierno», «hay que mantener la distancia comunicacional del tema», etc, etc. Todas estas fueron las voces que el Presidente Piñera escuchó a diario en su despacho y por la prensa, ¿y qué hizo el Presidente? Se la jugó desde el primer momento en el rescate.


El mensaje “Estamos bien en el refugio los 33”, fue el primer signo de que los mineros atrapados en el norte de nuestro país estaban vivos y este mensaje es también, una gran lección de liderazgo, que hombres humildes y de esfuerzo nos entregaron. Vale la pena analizarlo, incluso más allá de la intencionalidad de quien lo escribió, pues demuestra en el inconsciente de aquellos hombres una forma de liderazgo admirable.

“Estamos Bien”: El papel que enviaron los mineros podría haber contenido muchos otros mensajes, del tipo que uno esperaría de alguien que está desesperado y teme morir: “Apúrense que vamos a morir”, “Auxilio por amor de Dios”, “Ayuda urgente, no podemos más”, etc. Tal vez si uno hubiese estado en su lugar habríamos escrito algo sin duda mucho más desesperado y desgarrador. Pero no los 33 mineros. Ellos enviaron sólo un lacónico mensaje, no muy largo, pero que contenía todo lo necesario e importante para el rescate. Primero “Estamos Bien”, por tanto sigan trabajando y significa también “estamos organizados”,  “nadie ha perdido la calma”, “sabemos perfectamente lo que hay que hacer y que esperar”, “hemos sabido sacar el mejor provecho a lo poco que tenemos, racionamos bien la alimentación, racionamos bien el agua, racionamos bien el uso de las luces”. Esto habla de la disciplina que se debe haber vivido dentro del refugio, para utilizar bien todos los recursos. Eso es liderazgo.

[cita]Ninguna queja, ninguna desesperación, ninguna pérdida de control que no permitiera enviar la información correcta y necesaria para el rescate, ni una palabra de más, ni una palabra de menos.[/cita]

Ninguna queja, ninguna desesperación, ninguna pérdida de control que no permitiera enviar la información correcta y necesaria para el rescate, ni una palabra de más, ni una palabra de menos.

En el refugio”: Hombres con liderazgo, sabían qué hacer, dónde estar y no perder la esperanza. Cualquier otro tal vez habría dicho que debían moverse, que nadie podría morir esperando atrapado como un cadáver, que ya ha pasado mucho tiempo, que ya no vendrán, que se olvidaron de nosotros, que se rindieron, que deben creer que estamos muertos… Pero no lo hicieron. Se mantuvieron en el mismo lugar. Disciplina, se aplica el procedimiento, saben que el refugio es el primer lugar donde buscarían, hicieron el ejercicio, no será más fácil en otro lado. “Debemos quedarnos”.

“Los 33”: En grupos tan grandes, es fácil que se armen subgrupos, que se produzcan conflictos de cómo proceder, qué hacer, escenas de pánico, de fatiga, de roces, de liderazgos contradictorios. Pero aquí estaban todos juntos, unidos. Una actitud de liderazgo es no solo mandar sino también obedecer por el bien del grupo, y demuestra, además, que quien envía el mensaje lo hace con liderazgo, pensando en todos, no solo en él, no solo en algunos; luchamos juntos y saldremos juntos. Estamos los 33.

Pero no les basto el contenido. También pensaron en la forma. La última prueba de liderazgo de estos hombres. Mantener la cabeza fría y enviar el mensaje, bien amarrado, en una bolsa, y por si acaso -pues racionalmente podría desaparecer el papel con el roce de las barras- , había que tener un plan B, había que pintar las barras. Todo muy bien hecho, sabían lo que estaban haciendo, pensaron con racionalidad a pesar de la presión, a pesar de la exigencia, a pesar de los 17 días. Eso es liderazgo.

Pero estas lecciones de liderazgo quedarían incompletas si no mencionáramos a su otro protagonista: «¿Qué tiene que ir a hacer el Presidente a la mina?», «Se están involucrando mucho, es un tema de privados», «si no resulta el rescate el costo político será enorme para el Gobierno», «Hay que mantener la distancia comunicacional del tema», etc, etc.

Todas estas fueron las voces que el Presidente Piñera escuchó a diario en su despacho y por la prensa, ¿y qué hizo el Presidente? Se la jugó desde el primer momento en el rescate.

La imagen del Presidente Sebastián Piñera sosteniendo el papel con el mensaje de los mineros atrapados, refleja también una de las mejores enseñanzas de liderazgo que esta crisis nos pudo mostrar.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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