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Un modus operandi conocido


El diputado Pepe Auth (PPD) declaró que las huellas digitales de Sebastián Piñera (y lo dijo mostrando todos sus dedos) habían quedado estampadas en la elección de la ANFP. La vocera de gobierno, Ena Von Baer, replicó, airada, que tal suposición era canallesca.

Pero hay un hecho indiscutible: el Presidente de la República, asociado con su consuegro, es controlador del Club Colo Colo. Él maneja el directorio de la sociedad que controla el Club; y el directorio administra en la forma en que su mandante le dice que lo haga. Así funcionan las cosas. Y Colo Colo encabezó, junto con la U y la UC, la maniobra para desbancar a Harold Mayne-Nicholls. Ni siquiera se necesitan las huellas digitales para probar la injerencia presidencial, sino apenas dos dedos de frente.
Entonces, no por lo que diga Pepe Auth, sino por lo que señalan los contratos, los estatutos y las leyes, sus huellas quedaron estampadas. Al Presidente de la República-controlador de Colo Colo le habría bastado un llamado por teléfono para que su Club hubiera votado a favor de Mayne-Nicholls y no de Segovia; y si hizo todo lo contrario fue porque el llamado telefónico instruyó justamente en ese sentido al representante del Club en la ANFP.

Dos: el Presidente de la República, además de Colo Colo, maneja el Gobierno y el Gobierno dispone de plata para los estadios. A los clubes les interesa que les llegue plata a sus respectivos estadios. A mediodía de hoy oí lo siguiente de labios del periodista deportivo Milton Millas, de Radio Agricultura. Cito de memoria: «Un periodista me acaba de informar que entreoyó una conversación telefónica de una persona altamente colocada con otra persona altamente colocada. Al terminar la conversación, la primera dijo en voz alta: ‘La plata para los estadios está; que se queden tranquilos'». Los comentarios huelgan.

El conflicto de intereses es tan evidente que, estoy cierto, Chile Transparente algo tendrá que decir al respecto.

Harold Mayne-Nicholls expresó en su última conferencia de prensa que había contado con la palabra de personas que le habían prometido su apoyo, pero después no habían cumplido. Entre esas personas estaba el nuevo Presidente de la ANFP, Jorge Segovia, controlador de Unión Española, que tras conversar con Harold Mayne-Nicholls, junto a Alfonso Lobato, representante de ese club en la ANFP, y expresarle que estimaba muy inconveniente que se levantara otra lista en contra de la suya, el lunes pasado le expresó su apoyo, a través del mismo director de este club en la ANFP. Pero el martes Segovia había cambiado de opinión y levantó su propia candidatura, contradiciendo su parecer de que debía haber una sola. Más aún, incluso negó que hubiera ofrecido apoyar a Mayne-Nicholls, en circunstancias que éste había ya recibido el apoyo de Unión Española, club que controla Segovia tanto como Piñera controla Colo Colo.

Tres: el Presidente de la República y controlador de Colo Colo venía moviéndose hacía tiempo para defenestrar a Mayne-Nicholls. Un amigo me contó que él había llamado tres veces a Antonio Bloise para que no bajara su candidatura, opuesta a la de Harold, y yo referí esto en TV y lo ratifiqué en una radio. Bloise dijo que no sabía de dónde yo había sacado eso y que yo era «patético». Yo quise dejar de serlo y llamé al amigo que me había dado la información. Éste me dijo que un amigo suyo de toda confianza la había oído de labios de una hermana de Antonio Bloise, en una conversación informal, a raíz de una reunión de apoderados del Colegio La Maisonette. Es verdad que esto es sólo un testimonio de oídas. Pero las personas que lo han referido lo han hecho de buena fe y yo les creo. Por lo demás, como señalé en un comienzo, la injerencia del Presidente está acreditada por otros medios mucho más fehacientes que el de la triple llamada a Bloise.

Modus operandi: ¿cómo se logra hacer cambiar de opinión a las personas en Chile? No soy experto en el tema, pero en blogs anteriores ustedes habrán leído varias referencias mías a la comisión investigadora de la Cámara, presidida por el diputado Jorge Burgos (DC), sobre la compra de 18 millones de dólares en acciones de LAN por parte de dos sociedades controladas por Sebastián Piñera, usando información privilegiada. Pues la compra se ordenó por teléfono a Banchile Corredores de Bolsa a las 15.59 de un día en que se había levantado a las 15.30 una sesión de directorio de LAN en que se había dado información que sólo se publicó días después y que hizo subir el precio de las acciones. La defensa de Piñera frente a la sanción de la Superintendencia (que fue muy benévola con él, pues no se querelló criminalmente, como podría haberlo hecho) sostuvo que la compra se había hecho siguiendo un modelo computacional.

La comisión presidida por el diputado Burgos quiso tener la grabación de la llamada a Banchile ordenando la compra, y entonces pidió a los diputados miembros su acuerdo para oficiar en tal sentido a Banchile, en la confianza de que lo obtendría, pues en ella la Concertación tenía mayoría de cinco a tres sobre la Alianza. Burgos quería saber qué voz iba a aparecer en la grabación ordenando la compra y tenía el pálpito de que no iba a ser la de un modelo computacional, si es que tal voz existe. Pero se llevó una sorpresa, no por el contenido de la grabación, sino porque, de los cinco votos de la Concertación, dos se dieron vuelta inexplicablemente y votaron junto con los diputados de la Alianza para rechazar que se pidiera la grabación a Banchile. Y no se pudo pedir.

Esto que he referido, y que leí en su oportunidad en «La Segunda» (nunca salió en ningún otro diario) debe ser muy exacto, porque una vez que me encontré con el diputado Burgos en el Teatro Municipal me expresó su concordancia con el blog en que yo lo había referido.

He ahí, pues, un modus operandi para cambiar votaciones. No puedo precisar en qué consiste su fuerza, pero así como «se dan vuelta» diputados, «se dan vuelta» dirigentes del fútbol. Aunque estos últimos hayan empeñado su palabra. El mismo que empleó el modus operandi en un caso puede haberlo empleado en el otro.

Bielsa se va porque no quiere trabajar a las órdenes de personas que no cumplen su palabra. Aquí no hay política. Mayne-Nicholls y Bielsa, en política, tienen opiniones opuestas, pero en sus quehaceres tienen una cosa en común: son trabajadores, eficientes, honestos y transparentes. Por eso se desempeñaron muy bien juntos y lo habían hecho con plena normalidad hasta que «alguien» descubrió que podía sacar provecho político o mediático de los logros de ambos, y, además, que podía tratar de controlar la ANFP. Como los afectados se dieron cuenta y Bielsa dejó ver sin disimulos su molestia por ello, a partir de ese momento sus horas estuvieron contadas.

«La plata está, que se queden tranquilos». Se cuentan los votos y los tipos trabajadores, honestos, eficientes y transparentes deben irse para la casa, para que se hagan cargo de todo otros tipos, tal vez trabajadores y eficientes, pero nada más.

Cuatro, por favor, que ninguno de los triunfadores de la ANFP (me refiero a los cerebros, los accionistas de clubes) nos vuelva a decir, como muchas veces nos han dicho en el pasado: «hay que preocuparse de la gente». Pues en este caso lo que menos los ha preocupado es «la gente» y han hecho lo que disgusta al 90 por ciento de ella.

Y que el Presidente de la República no vuelva a decir, como de manera tan inoportuna lo ha hecho hoy, todavía sonriente tras su triunfo en la ANFP, que a él le enseñaron a cumplir con la palabra empeñada y que la Concertación debe hacerlo en el caso del voto voluntario. Porque si en algo han demostrado maestría los grandes conductores de la conjura encabezada, entre otros, por su Club, Colo Colo, es en convencer de no cumplir la palabra empeñada a todos los que ha sido preciso para ganar la elección.

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