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Gobierno y Sentido de Misión

Por: Giovanni Calderón, diputado de la UDI


Señor Director:

Esta semana se conocieron los resultados de la Encuesta Adimark correspondiente al mes de marzo y, como siempre, seremos testigos durante algunos días de concienzudos análisis de la situación del gobierno.

A pesar de que tanto la aprobación como el rechazo hacia el Presidente se mantienen en los mismos márgenes de la medición anterior, su explicación no radica solamente en la contingencia política del momento en que se pregunta a los encuestados.

En una mirada más de fondo, no deja de extrañar que el rechazo hacia el mandatario se mantenga en niveles cercanos al cincuenta por ciento, a pesar que todos hemos sido testigos de avances concretos en materia de empleo y economía y de las evidentes diferencias en la forma de abordar los problemas en comparación con el gobierno anterior: burocrática y dubitativa en este último; resolutiva y rápida en el actual gobierno.

A todas luces la ciudadanía no lo está percibiendo con la nitidez que los ritmos de la política contemporánea exigen. Y en este aspecto, sin llegar a ser – como suelen decir nuestros adversarios – autoflagelantes, debemos ser autocríticos.

La aprobación y el rechazo son actitudes emocionales. Tienen que ver con el agrado o desagrado que las autoridades  provocan en la ciudadanía; cómo la gente percibe a sus representantes y qué atributos les asigna.

Claramente lo que le falta a este gobierno,  no es relato. Ya tiene uno: el de la eficiencia. De lo  que carece este gobierno para sintonizar con la gente es, lisa y llanamente, mística. Un sentido de misión. Algo que los índices económicos y el relato de eficiencia no pueden dar. Es preocupante que con un país creciendo a tasas históricas, el chileno común sienta tanto rechazo por la figura del Presidente e incluso por el gobierno.

La ausencia de mística en un proyecto social y político, desestimula a la personas y especialmente, a los más jóvenes. Quizás por eso la nueva generación de parlamentarios que adhiere a la coalición gobernante no encuentre “sintonía fina” con un gobierno al que valoramos y con una generación a la que reconocemos el enorme mérito de luchar por más de veinte años por devolver al país el impulso de las ideas de libertad y esfuerzo personal.

Tal vez llegó el tiempo de la renovación, no sólo de los rostros, sino también de las ideas. Y tiempo de reencontrarse con el chileno de hoy, con sus sueños, con sus metas, con sus necesidades y, lo más importante, con su visión de la vida, cada vez más distante de la de quienes dieron esa lucha cuyo éxito debe proyectarse más allá de ellos.

Giovanni Calderón Bassi
Diputado de la UDI por el distrito 6

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