Publicidad

El cuento de Ugarte

Pedro Matamala
Por : Pedro Matamala Abogado laboral
Ver Más

Y no es que le hayan recortado nada a los trabajadores. Ahora ellos tendrán certeza sobre su base de cálculo y no estarán sujetos, en este punto al menos, al criterio o descriterio de los fiscalizadores o jueces. Pretender otra cosa es un puro cuento.


El profesor Ugarte en reciente columna, y en su constante línea argumentativa pro trabajador, se ha pronunciado sobre el dictamen de la Dirección del Trabajo que se refiere a las asignaciones de movilización y colación, señalando una cosa correcta y varias incorrectas.

La correcta: que la Dirección del Trabajo había cambiado su criterio respecto a estos estipendios. Pero luego se desangra en señalar una serie de aspectos incorrectos, que hacen ver como si la decisión del órgano administrativo, fuese trasnochada, política, ilegal y carente de sustento. Lo primero y segundo puede ser probablemente cierto, lo ignoro, pero lo tercero y cuarto es falso.

Las asignaciones de movilización de colación, se encuentran excluidas de la base de cálculo de las indemnizaciones por ley, y hace muchísimo tiempo, existe esta norma en el Código del Trabajo (artículo 172). La Dirección del Trabajo, contra ley, interpretó durante mucho tiempo esto a su antojo y arbitrio, incluyendo estos estipendios e incluso llegando a multar por esto. Lamentablemente, encontró algún respaldo en algunos fallos de los tribunales, pero nunca la doctrina ni la jurisprudencia fueron uniformes, existiendo una alta inseguridad jurídica, ya que tanto trabajadores como empleadores, dependían del fiscalizador, juez o Corte del momento.

[cita]Y no es que le hayan recortado nada a los trabajadores. Ahora ellos tendrán certeza sobre su base de cálculo y no estarán sujetos, en este punto al menos, al criterio o descriterio de los fiscalizadores o jueces. Pretender otra cosa es un puro cuento.[/cita]

Pues bien, una de las ventajas de la reforma procesal laboral recientemente implantada, viene dada por la existencia del recurso de unificación de jurisprudencia, donde la Corte Suprema manifiesta su doctrina sobre fallos contradictorios pronunciados por las Cortes de Apelaciones. Justa y precisamente en el tema de las asignaciones de movilización y colación, la Corte Suprema, se ha pronunciado recientemente, aplicando estricta y literalmente la ley, como siempre debió haber sido, porque cuando la ley soluciona el problema, no hay más que decir.

Distinto sería que se criticara la norma misma, y se buscara su modificación, lo que puede ser una discusión fundada, pero calificar este ajuste de criterio a intenciones anti trabajadores u otras similares, resulta altamente nocivo para el sistema, porque todo organismo público debe aplicar la ley, y la Dirección del Trabajo, durante mucho tiempo en este punto –como en varios otros- no lo hizo, y lo que se hace hoy, es entregar seguridad jurídica al sistema. La ley dice una cosa, el organismo administrador también y los tribunales también. Lo que pretende el profesor Ugarte es que la Dirección del Trabajo, interprete y aplique la norma siempre en forma pro operario, incluso saltándose el tenor expreso de la norma, y eso no es admisible. Él nos habla desde su fe ciega en sus argumentos, pero como dice Nietzsche, esa fe implica no querer saber la verdad: lo cierto es que la ley es clarísima respecto a estas asignaciones, y no debieron haberse incluido nunca en la base de cálculo.

Sí es cierto que en el post natal nos tomaron el pelo a todos, pero en este caso, en el de este dictamen, la seguridad agradece que finalmente se alinearon los astros. Y no es que le hayan recortado nada a los trabajadores. Ahora ellos tendrán certeza sobre su base de cálculo y no estarán sujetos, en este punto al menos, al criterio o descriterio de los fiscalizadores o jueces. Pretender otra cosa es un puro cuento.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias