Publicidad

Indemnizaciones por accidente de Juan Fernández

Por: Yenny Nun, periodista.


Señor Director:

Algunas semanas atrás, escribí una carta a La Tercera que fue publicada,  donde me referí a la responsabilidad de la Fach en el accidente. En ella  señalo que aunque el avión era militar, por el hecho que la mayoría de los pasajeros eran civiles y porque no firmaron un documento  según la norma establecida en 1960, donde se  informa a los pasajeros civiles acerca de los riesgos de volar en una nave militar, en caso de accidente. En caso de con firmarse el documento, la responsabilidad en este caso de la Fach, pasa a ser igual como que se hubiera accidentado  una nave comercial asegurada volando en la misma ruta. Añadí que el avión Casa 212 estaba en una encrucijada, ya que a raíz de los 45 nudos de viento le fue imposible aterrizar, no tenía suficiente combustible para regresar al continente y no podía amarizar ya que el avión no tenía ruedas retractables.

En este caso corresponde una demanda colectiva por parte de todos los familiares para lograr las siguientes indemnizaciones, en forma inmediata e independiente de la investigación que se lleva a cabo y que puede demorar  convenientemente mucho tiempo dejando a los huérfanos, viudas y otros familiares desamparados.

1. Para la mayoría de las víctimas se trató de un accidente del trabajo, ya que viajaban a Juan Fernández como  empleados de Televisión Nacional, Fondo de Cultura y FACH. Por lo tanto a  todos estos trabajadores les corresponde una Pensión Vitalicia por parte de TVN, Fondo de Cultura y FACH, precedente que quedó establecido cuando se les  pagó a los familiares de la víctima 22 accidentada en el Aeropuerto de Juan Fernández. Habrá que determinar qué ocurre con los voluntarios de Levantemos a Chile que fallecieron en el accidente y quién responderá por ellos.

2. Independiente de la pensión vitalicia,  además correspondería  una indemnización por parte de la FACH, Estado de Chile, por el accidente aéreo, que por la no firma del documento antes mencionado debe tratarse como un accidente de una aerolínea comercial, pagándoseles el mismo monto que hubiese correspondido en este caso a una nave asegurada. Después de publicada mi carta, cuando el Pdte. Piñera y comitiva viajaron a Los Ángeles, todos firmaron el documento aludido, estableciendo el precedente que eso era lo que hubiera correspondido en el vuelo que se accidentó. Creo que si los pasajeros hubiesen sabido que los vuelos comerciales desde la isla ya se habían cancelado por mal tiempo, que el avión no tenia capacidad de amarizar y que no tenían combustible necesario para volver al continente en caso de emergencia, ninguno de ellos se hubiera embarcado. Y aún más, viajando a uno de los aeropuertos más peligrosos del mundo, sin torre de control y con dos pilotos sin la necesaria experiencia en el mes cuando el clima de Juan Fernández es el más peligroso.

Yenny Nun
Periodista

Publicidad

Tendencias