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La política perpleja: de indignados, nuevos electores y municipales

Patricio Segura
Por : Patricio Segura Periodista. Presidente de la Corporación para el Desarrollo de Aysén.
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Querámoslo o no, lo que sí es seguro es que el 29 de octubre despertaremos con 345 nuevos alcaldes y cientos de concejales. Y eso sí que es imposible de soslayar.


Galopando se acercan las elecciones municipales. Cada día que pasa se nos viene encima el minuto ciudadano de tomar decisiones políticas, mientras la Concertación, la Coalición por el Cambio y los partidos chicos toman su lugar en la línea de largada.

Todo indica que los nueve meses que restan para llegar a la noche del 28 de octubre, cuando se revelen los nombres de los 345 alcaldes y cientos de concejales electos durante la jornada, serán un parto. Uno donde, al contrario de lo que ha ocurrido durante los últimos veinte años, no habrá ecografía que valga para pronosticar el sexo del ser en gestación.

Pero aún así es posible visibilizar dos variables que incidirán con fuerza en el proceso que se inicia.

La primera se fraguó en 2011. Los movimientos sociales sentaron las bases para un reajuste no sólo del discurso político sino también del poder y la influencia efectiva que pueden llegar a tener los ciudadanos que no participan en política partidista. La segunda, la aprobación definitiva de la inscripción automática y el voto voluntario, y su estreno en los próximos comicios.

Ambos hechos, en una compleja mezcla, incorporarán al padrón a millones de jóvenes hasta ahora no inscritos en los registros electorales pero sí protagonistas de la efervescencia social del año previo.

Miremos la región de Aysén, con datos al 30 de noviembre de 2011.

Con algo más de 100 mil habitantes, a tal fecha el padrón electoral era de 57.874 inscritos. De ellos, el grueso estaba entre los 40 y 44 años (7.569), y mientras menor la edad más abrupta la caída del número de ciudadanos con derecho a voto. Tanto así que entre los 18 y 19 años había sólo 126.

Coyhaique, la capital regional, andaba por ahí. Con unos 55 mil habitantes, el padrón era a la fecha de 31.315. En este caso disminuía algo el rango de edad donde se concentraba el registro: entre los 30 y 34 años con 4.333 personas.  En contraste, solo 77 entre los 18 y 19 años, 898 entre los 20 y 24, y 1.562 entre los 25 y 29.

Muchos pueden ser los motivos de esta situación. Desde el menor interés juvenil por participar en las elecciones hasta el formato acumulativo y obligatorio de nuestro hoy obsoleto sistema de inscripción, porque quien hacía el trámite quedaba registrado de por vida, y aunque posteriormente quisiera darse de baja no existía la figura del “desregistro”.

Así dadas las cosas, un número importante de jóvenes de entre 18 y 30 años se integrarán a este padrón, considerando que según cálculos a nivel nacional sólo 1 de cada 5 jóvenes en edad de votar está inscrito. Ahora lo estarán todos. En todo Chile son unos 8 millones los inscritos actuales, número que aumentará a cerca de 12,6 millones con la entrada en vigencia de la ley. Es decir, más de un tercio de nuevos votantes que pueden dar vuelta cualquier elección.

En este contexto, la experiencia de la convocatoria a juntar firmas entre junio y julio de 2011 para un plebiscito en Coyhaique relacionado con las represas es sintomático.

En dicho período, el padrón comunal aumentó en 140 ciudadanos, superando ampliamente la casi nula alza mensual histórica, con períodos negativos incluso (revisar para esto series del Servicio Electoral de abril (31.251), mayo (31.252), junio (31.292), julio (31.394), agosto (31.395) y septiembre (31.357) de 2011). En los meses de junio y julio se reunieron casi 1.800 firmas notariales para el plebiscito, con muchos jóvenes inscribiéndose expresamente para participar. En una comuna como Coyhaique, donde en la última elección de concejales emitieron votos válidos poco más de 19 mil 300 personas, esta cifra no es menor y supera, incluso, la votación de dos de los concejales actualmente en ejercicio.

Como es lógico, en Aysén el principal movimiento socioambiental está ligado al rechazo a HidroAysén y Energía Austral. Y en la zona se repite lo que ocurre a nivel nacional, donde el cuestionamiento aumenta considerablemente en los jóvenes de entre 18 y 24 años, según ha establecido Ipsos en diversas encuestas de opinión.

Pero obviamente, éstos son sólo cálculos y análisis sobre las municipales que se avecinan.  Para convertirlos en verdadero poder político se requiere tomar ciertas decisiones.  Entre ellas resolver si se será sólo espectadores de los resultados, se instalarán temas sobre sustentabilidad en la agenda de quienes postulen a los gobiernos comunales o, de plano, se levantarán alternativas a las ya tradicionales.

Porque, querámoslo o no, lo que sí es seguro es que el 29 de octubre despertaremos con 345 nuevos alcaldes y cientos de concejales. Y eso sí que es imposible de soslayar.

(*) Texto publicado en El Quinto Poder.cl

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