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¿Qué está pasando con las encuestas de victimización?

Ibán de Rementería
Por : Ibán de Rementería Miembro de la Corporación Ciudadanía y Justicia y Vicepresidente de la Red Chilena de Reducción del Daño.
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Las encuestas de victimización están causando grandes inquietudes académicas y políticas, no por lo que dicen sino que por las cosas distintas que dicen sobre los mismos hechos: los hechos delictivos. Por una parte la encuesta oficial del INE, la ENUSC 2013, señala una victimización general de hogares del 24,8%. Por otra, la encuesta privada más prestigiada, la de Paz Ciudadana y ADIMARK, indica una victimización general de hogares del 38,9%. Además, en términos históricos el índice del INE muestra una tendencia a la baja y el de Paz Ciudadana al alza de la victimización en el país.

La victimización establecida por Paz Ciudadana es un 56,7% mayor que la encontrada por el INE, Paz Ciudadana atribuye esa discrepancia sustancial a diferencias metodológicas en cuanto al tipo de preguntas, ya que ellos  preguntan: “¿Ud. o alguna otra persona dentro de su hogar ha sido víctima de alguno de los siguientes hechos (robo e intento de robo, con o sin violencia física dentro o fuera del hogar)?”. Mientras que el INE preguntó: “Durante los últimos doce meses, ¿usted o algún miembro de su hogar fue víctima de algún delito?”, esta pregunta se especifica luego para el siguiente conjunto de tipos de hechos delictivos: hurto, robo con fuerza en la vivienda, robo con violencia o intimidación, robo por sorpresa, delitos económicos, lesiones y delitos de soborno o corrupción. Si agrupamos los tipos de victimizaciones del INE para hacerlas congruentes con el conjunto de tipos establecido por la pregunta de Paz Ciudadana en robo con fuerza en la vivienda, robo con violencia o intimidación y robo por sorpresa, la victimización general comparable llegaría a 11,9%, es decir, la victimización establecida por Paz Ciudadana sería 2,3 veces mayor que la comparable encontrada por el INE. Lo que vuelve la discrepancia entre ambos estudios más grave aún.

La mayor diferencia entra ambas encuestas está en los procedimientos utilizados para recoger la información, como son el tamaño de las muestras y el tipo de entrevistas. Así, mientras el INE hizo entrevistas cara a cara en 25.933 viviendas, en cambio Paz Ciudadana entrevistó a 14.138 personas mediante contacto telefónico. La hipótesis más plausible es que ambas encuestas han recogido sus informaciones en poblaciones distintas, ya que está claro que el conjunto de los que tienen teléfonos fijos no representan al universo de todos los que habitan en Chile. El uso del teléfono fijo es predominante entre los sectores medios de la población y de mayor edad, es parte de su herencia del ascenso social antes de la explosión del uso de los teléfonos móviles, incluso entre los pobres. Está claro que los sectores de altos ingresos disfrutan de ambos servicios, y que los pobres ni han tenido ni tendrán teléfonos fijos. En breve, el uso del teléfono fijo por la encuesta de Paz Ciudadana debe haber generado un sesgo que sobre representó a los sectores medios y mayores de la población, que son los que se sienten más victimizados. Además, la entrevista cara a cara inhibe más que la entrevista telefónica a decir cosa que no son ciertas.

El arte estratégico de las encuestas es la adecuada selección de la muestra, es decir, la representatividad proporcional de los escogidos con relación a la distribución de los hechos en el  universo que se quiere que representen.

(*) Texto publicado en El Quinto Poder.cl

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