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Violencia en el sur de Chile

Por: Alberto Cienfuegos Becerra, ex-general Director de Carabineros


Señor Director:

Desde hace varios años la violencia en la IX y en una parte de la VIII Región, ha ido creciendo en forma preocupante, instalándose el miedo en la inmensa población pacífica. El uso de armas largas, así como mapuches, huincas y carabineros muertos y lesionados, ha ido en aumento. Incendios a campos, a maquinaria y a casas » es el pan nuestro de cada día».

No ha sido fácil identificar a los autores de estos delitos muy bien planificados. ¿Quiénes son? La respuesta debiera estar en las investigaciones de la Justicia, con el auxilio de las policías.

Este tipo de organizaciones informales y armadas tienen su motivación en reivindicaciones históricas, en demandas al Estado y a las autoridades. También existen bandas de delincuentes que se aprovechan de la «causa mapuche». Entonces es bueno tener a la vista esta realidad en otros países, en que la violencia no fue controlada a tiempo por el Estado, cuyas autoridades subestimaron la capacidad de perseverancia de estos grupos.

Es el caso de Colombia, en donde las FARC se organizaron en 1964 para » acabar con las desigualdades sociales, políticas, económicas, la pobreza, y la corrupción, causada, en gran parte, por el mismo Estado y en consecuencia su motivación fue establecer un Estado marxista-leninista y bolivariano».

En los 51 años de existencia han efectuado miles de secuestros y asesinatos de civiles, jueces, políticos, militares y policías.

Las FARC son consideradas agrupaciones terroristas por diversos Estados, entre ellos, Colombia, Chile, Perú, USA, Canadá, Nueva Zelanda. Mientras que el gobierno de Hugo Chávez solicitó en su momento que se les otorgara un » status » de grupo » beligerante » y no terrorista. Como es sabido, las FARC continúan apoderadas de un territorio de la selva colombiana y con el tiempo derivaron en una organización que se financia con el narcotráfico.

Por esta anomalía terrorista, hay quienes consideran que en Colombia no existe un Estado de Derecho Democrático pleno, puesto que una parte de su territorio está controlado por las FARC. Otro caso cercano a Chile es Perú, y el grupo Sendero Luminoso ( SL ) nacido en los años 70 y que en 1980, mismo año en que Perú recuperaba la democracia, se convirtió en una organización armada que se propuso imponer por la fuerza un régimen comunista de orientación maoísta.

SL llegó a tener un enorme poder que desplazó al Estado de vastas Regiones rurales. Acumuló millones de dólares, gracias al control del narcotráfico e impuso su ley con violencia y terror en poblaciones enteras. Se estima que el saldo de muertos fue más de 60.000. El 54% de los cuales murieron a manos de este grupo. Se cree que hasta el 2013 existieron los últimos miembros desarticulados que operaban en Buenos Aires, en actividades dedicadas al narcotráfico. Recientemente fueron liberados mujeres y niños que estaban secuestrados por SL, desde muchos años.

Así entonces, es conveniente prever que la persistente y creciente violencia en el sur de Chile puede irse de las manos del Estado y que las demandas de estos grupos armados deben resolverse en el ámbito político y no policial. El control de las policías en esa zona se circunscribe a otorgar seguridad y controlar la violencia, para contribuir al funcionamiento del Estado de Derecho, es decir, solo se ataca la coyuntura y no hay una solución con sentido estratégico, por parte de los gobiernos de turno. Hasta hoy no se conoce con claridad cuál es el horizonte de tiempo para avanzar en resolver este grave problema social.

En relación a lo que algunos sostienen de manera informal y reservada, en el sentido que habría apoyo de grupos armados de otros países, es solo una hipótesis, que corresponde dilucidar al Estado, a través de la justicia, las policías y la inteligencia estatal.

Alberto Cienfuegos Becerra
Ex-General Director de Carabineros

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