Señor Director:
El Rector de la PUCV, Claudio Elortegui, ha insistido durante esta última semana, tanto en El Mercurio como en El Mercurio de Valparaíso, respecto a la posibilidad de que la PUCV se reste de la gratuidad. Sus declaraciones se han basado principalmente en dos elementos, su preferencia por las becas como sistema de financiamiento y la falta de claridades por parte del gobierno respecto a la forma que tendrá el proyecto definitivo.
Sobre el sistema de becas el movimiento estudiantil desde años lo viene cuestionando en cuanto mantiene las lógicas de mercado, donde se financia a la demanda lo que conlleva una competencia de las instituciones por captar a estudiantes profundizando el carácter subsidiario del Estado en la educación y que a su vez deja de lado una actitud colaborativa que se debe dar dentro del sistema educacional. La educación pública debe contemplar las necesidades del país y financiar a las instituciones que se incorporen a un nuevo sistema nacional de educación, que contenga, por cierto, un marco regulatorio fuerte y establecido.
Por otro lado, sin duda la ausencia de un proyecto que le dé forma a una de las más grandes promesas de la Nueva Mayoría en educación, representa un importante obstáculo en la consecución de una reforma como la que la ciudadanía espera. Pero ante este y otros impedimentos, como el intento de convertir la discusión sobre principios de la educación en un problema de plata, el Movimiento por la Educación ha puesto sobre la mesa los Principios de la nueva Educación Pública que se sustentan en 8 pilares fundamentales y que devuelven a Chile la educación como un derecho.
Cuando dentro de la PUCV, trabajadores, profesores y estudiantes hemos desarrollado diversas instancias como Encuentros de la Comunidad Universitaria para definir una postura única frente a la educación que Chile requiere, lo que se espera es que el Rector participe de este diálogo democrático en el cual la comunidad universitaria, de la que forma parte, manifiesta su voluntad en un escenario de incertidumbre con una mirada global. Estos ultimatums respecto a la gratuidad que han hecho el rector Sánchez y Elortegui, solo alimenta un debate corporativista que va en la dirección contraria a una mirada de totalidad, y que a su vez se desentiende del objetivo de construir una mejor educación para nuestro país.
Hace bastante que la reforma dejó de avanzar, pero quienes nos sentimos convocados a la lucha por la educación como derecho social no podemos adscribir a la lectura de derecha de este abandono que busca mantener el sistema tal como está, acudiendo a la economización de la discusión por sobre los principios de nuestra educación o las lecturas que nos dicen que acá “falta concertación”, cuando en realidad hoy está más presente que nunca. Es la falta de una mayoría política con voluntad de realizar una transformación profunda al sistema educacional, que permita superar el paradigma de la educación de mercado lo que hoy tiene a la reforma en ascuas. Será tarea del movimiento social llevar la batuta del cambio social para darles certezas a los estudiantes y sus familias, que nos permitan terminar con los consejos consultivos compuesto por tecnócratas -que nos han llevado a situación actual- para empezar a escuchar a los actores sociales y la ciudadanía, con el objetivo de que Chile decida y transforme su Educación.
Jorge Rauld
Presidente Federación de Estudiantes P. Universidad Católica de Valparaíso
