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Licencias médicas y el derecho a cuidar

Por: Rodrigo Varela, fiscal de Inmune


Centenares de personas se reunieron el fin de semana pasado en el Parque Forestal de la capital para instar al Gobierno a patrocinar un proyecto de Ley que permita a padres tomar licencias médicas por enfermedades graves de sus hijos. La iniciativa se encuentra en etapa de evaluación por el Ministerio del Trabajo y busca la posibilidad de otorgar permisos laborales con subsidio estatal de hasta 6 meses de una sola vez o de manera parcelada, para las madres o padres de menores de 18 años con enfermedades catastróficas, enfermedades terminales, accidentes graves o deben realizarse operaciones en centro hospitalarios alejados del lugar de su domicilio.

Como organización que se dedica a promover el buen uso de las licencias médicas, nos posicionamos a favor de lo que se recoge en el proyecto de ley que sustituiría el artículo 199 del Código del Trabajo y que permitiría que los padres pudieran cuidar a un hijo menor de 18 años en caso de accidente grave o de una enfermedad terminal en su fase final o enfermedad grave, acreditando dicha circunstancia mediante un certificado médico.

Actualmente, existe un vacío legal que niega la cobertura y deja a los padres en una situación de desamparo e indefensión que les lleva a recurrir de forma desesperada a licencias médicas fraudulentas involucrándoles así en un delito. El procedimiento irregular parte con la solicitud, por parte de alguno de los padres, de licencias siquiátricas para poder cuidar de sus hijos; al ser reiterativas, las instituciones de salud realizan un peritaje y terminan rechazándoles las licencias. Una circunstancia que lleva a los padres a recurrir, sin éxito, a la Compin y a la Superintendencia de Salud para que les paguen las licencias. Finalmente, la decisión queda en manos de los empleadores y, por esta cadena de despropósitos, el padre o madre que decide cuidar a su hijo, se ve obligado a renunciar o es despedido de su trabajo.

La legislación chilena no le otorga al padre o madre trabajador la calidad de enfermo, por ello, no le hace beneficiario de subsidio o licencias médicas por las enfermedades de sus hijos, independiente de la gravedad de éstas. La única excepción es la enfermedad grave de hijo menor de 1 año, un supuesto que, pese a que consideramos positivo, limita la edad del hijo y está redactado en términos ambiguos, lo que ha permitido que se preste para muchos abusos.

Consideramos indispensable abordar esta problemática y promulgar una ley que apunte en esta dirección y que nos permita seguir avanzando en entregar servicios de atención a la salud de calidad que compatibilicen con la vida en familia y con el trabajo, proporcionando así el necesario sustento económico. Asimismo, con un nuevo escenario, el Estado podría hacerse cargo de los costos puesto que ya no se emitirían licencias médicas fraudulentas por salud mental en estos casos.

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