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Esclavitud moderna

Por: Pablo Tapia, Secretario General Unión Nacional de Trabajadoras y Trabajadores a Honorarios del Estado de Chile


 

Señor Director:

Es necesario hacer ciertas aclaraciones ante la columna de opinión escrita por la Sra. Loreto Barril: “Prórroga de la cotización previsional obligatoria de los independientes, ¿regalo de Navidad o castigo pagadero en cuotas?”

Quisiera comenzar refiriéndome al párrafo que se destaca en el encabezado de la columna:

«Chile, si quiere ser un país más justo, no puede darse el lujo de postergar ciertas medidas porque son impopulares o costosas. Hay medidas que no siendo del agrado de todos son necesarias para asegurar una mejor calidad de vida y oportunidades a los ciudadanos. Simplemente hay que hacerlas tomando en cuenta lo que es mejor para el futuro, mirando más allá del momento».

En respuesta a este párrafo quisiéramos declarar como Unión Nacional que si “Chile desea realmente ser un a País más justo como indica la Sr. Loreto”, podría comenzar por no tener un nivel de esclavitud moderna a través de contratos de prestación de servicios (Boletas de Honorarios), cuando realmente estos trabajadores cumplen labores bajo subordinación y dependencia, es decir, son funcionarios de hecho.

Al solicitar esta prórroga al Estado se hizo bajo la premisa de que “No nos pueden imponer obligaciones de trabajador, sin darnos derechos de trabajador”; el sector de trabajadores a honorarios en el Estado vive bajo condiciones inaceptables, tales como la vulneración de los Pre y Post natal, promedio de tres o más meses sin sueldo; en muchos casos, no existe límite de horas de trabajo ni días de descanso claros; no cuentan con seguros de vida ni de accidentes de trabajo.

Más allá de los que significa perder tres años de cotizaciones en un sistema que no ha sido capaz de dar pensiones dignas a nuestros jubilados, lo que se buscó con esta prórroga, es establecer los mecanismos de trabajo correctos y bajo las normas establecidas en nuestro país para nuestro sector. No es posible que un trabajador esté todos los años viendo si se le renovará o no su contrato, no contando con el descanso anual de vacaciones, trabajando de domingo a domingo; prestar al estado por un mísero bono de combustibles nuestros vehículos.

Hemos pensado muy bien en nuestro futuro, y seguiremos luchando por nuestros derechos, pero aún más lucharemos por contar en nuestro país con un sistema de jubilación digno y más aún por un sistema de contratación digno en el estado a más de 310 mil trabajadores que boletean mes a mes.

En otro de los párrafos, la Sra. Loreto afirma que “urge comunicar correcta y oportunamente para que nuestros jóvenes de hoy (muchos independientes) se provean de una vejez mejor que la que tendremos nosotros”.

Efectivamente, hay que comunicar correcta y oportunamente la verdad. Y lo cierto es que, con el sistema de contratación a honorarios con el cual el Estado resuelve la ejecución de las políticas públicas, hay una generación de trabajadores que sólo han conocido el contrato vía honorarios, arriesgando ser desvinculados de sus trabajos anualmente, sin tener el derecho a un finiquito de trabajo; trabajadores que llevan más de 30 años de servicio sin antigüedad laboral. Y respecto del sistema de previsión actual, las AFP, no podemos más que luchar y dar a conocer correcta y oportunamente a los trabajadores que luchen por sus derechos, que no los vendan o bajen los brazos; dejando que un sistema tramposo, fallido -y el cual acaba de perder todo lo ganado en el año 2015 en sus principales fondos-, robe más el futuro de nuestros trabajadores.

Agradezco este espacio e invito a las personas a conocer el fondo real de los problemas, el cual nos ha llevado a decidir organizar a los más de 300 mil trabajadores a honorarios del Estado y a luchar por nuestros derechos que han sido vulnerados por años.

Pablo Tapia

Secretario General unión Nacional de Trabajadoras y Trabajadores a Honorarios del Estado de Chile

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