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Cuestiones de ética

Por: Ignacio Pérez Fierro, Estudiante Derecho PUCV


Señor Director:

En nuestra burocracia existe la errada concepción de que toda falta a la ética viene de la mano, necesariamente, de la comisión de un delito. Esto es una falsedad, una interpretación -extremadamente- a conveniencia. La ética no necesariamente está relacionada con persecución punitiva, y para saberlo no hay que ser un especialista jurídico.

En la actualidad tenemos una multitud de personeros implicados en casos de corrupción, a quienes se les ha hecho costumbre argüir al público: “debe regir la presunción de inocencia, no hemos cometido ningún delito, no hay ningún problema”. No sólo debería enojarnos el hecho de que no estén penalizadas dichas faltas (por obra del “estadista” Ricardo Lagos), que constituyen una amenaza no sólo a la probidad, que debiese ser el pilar principal de toda democracia, sino también al –tan vanagloriado por ellos mismos- libre mercado. No siendo un devoto de este, algunos en la oposición debiesen recordar la máxima: “el mercado no sólo debe ser protegido del órgano estatal, sino también de las mismas malas prácticas empresariales”.

Es anti-ético que un personero como Marco Enríquez Ominami, que ha principado una campaña recordándole a la izquierda quién fue su padre, comparta cenas y billetera con la empresa dirigida – en ese entonces- por Julio Ponce Lerou: yerno del artífice del régimen que vilipendió a su mismísimo padre (biológico). Así mismo, es anti-ético que un “estadista” como Pablo Longueira ocupe su posición de Senador para beneficiar directamente a SQM; no sólo eso, sino también atenta contra el mismo libremercado (con el que tanto osa presumir).

No sabría definir la exactitud, pero efectivamente en una parte de la trama política que nos precede, quedó claro que la dignidad no sería restaurada desde arriba. Evidentemente, ni Chile Vamos ni la Nueva Mayoría cambiarán el discurso sobre la inexistente punición de los actos anti-éticos. Debemos ser nosotros mismos, la ciudadanía empoderada, quienes empecemos a observar con mayor detalle dichas declaraciones. Y, de pasito, elegir cuidadosamente a finales de este año. La política no es lo que está mal, sino la tela de indignidad que le cubre.

Ignacio Pérez Fierro, Estudiante Derecho PUCV

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