Señor Director:
En relación a la columna de Patricia Pulitzer, titulada “Gatos cuidando la carnicería” publicada por El Mostrador el día 15 de abril, quisiera efectuar algunos comentarios y precisiones, ya que se hacen una serie de infundadas e injustas aseveraciones.
Yo no me gano la vida con negocios ocultos en paraísos fiscales y ni siquiera tengo una cuenta corriente en el extranjero. Soy un abogado con casi 20 años de trayectoria y creo tener un reconocido prestigio e intachable conducta. Si la columnista se hubiera tomado la molestia de leer mis declaraciones o llamado para contactarme, se habría dado cuenta que las sociedades mencionadas en el artículo de Ciper no han ocultado su existencia ya que se encuentran relacionadas con Los Andes Copper Ltd. (LAC), una sociedad junior minera canadiense listada en la bolsa de valores TSX-V de Canadá y regulada en dicho país, y las sociedades se encuentran informadas a las autoridades competentes en Canadá.
Los Andes Copper es una empresa de exploración minera que en los últimos 15 años ha invertido más de US$23 millones en los últimos 15 años en Chile, no ha generado utilidad alguna sino pérdidas propias de un proyecto de exploración y no se han evadido impuestos pagando importantes sumas de IVA.
He dedicado los últimos 5 años a Chile Transparente e ingresé al directorio, como usted bien sabe, precisamente a raíz del escándalo a que usted hace referencia en su columna. Al asumir en plena crisis, encontramos un Capítulo quebrado y desmotivado. Desde entonces hemos contribuido, entre otras muchas iniciativas, a denunciar, desde 2010, a través de publicaciones y columnas (varias escritas por mí), los financiamientos irregulares y las fallas en la ley de financiamiento de campañas y partidos políticos; lanzamos el índice de transparencia de las empresas públicas y privadas del IPSA; promovimos la campaña del candidato transparente; ayudamos en la tramitación y posterior promulgación de la ley del lobby; y hemos participado activamente en las mejoras de las leyes de probidad, acceso a la información y en toda la agenda de transparencia. Me siento orgulloso de la labor realizada estos años en pro de la probidad y lamento mucho el daño que se ha causado al Capítulo por imputaciones a mi persona que, como la suya, son infundadas, injustas e injuriosas.
Finalmente, no corresponde jugar con el nombre y la honra de personas sin fundamentos reales sino meras suposiciones por parte de periodistas y columnistas que debieran tener un mayor rigor al publicar ciertas noticias.
