Publicidad

A 43 años del asesinato del profesor Leopoldo Benítez: la UC no olvida

Por: Daniel Gedda, Presidente FEUC; Katia Benítez, arquitecta UC e hija de Leopoldo Benítez; Benjamín Núñez, Colectivo Memoria PUC


Señor Director:

Este viernes 3 de junio será revisada la causa contra Sergio Jiménez Albornoz, General en retiro de Carabineros quien fuera sentenciado a 10 años de cárcel por el homicidio calificado de Leopoldo Benítez, quien fue hasta 1973, año de su asesinato, arquitecto, profesor titular y director de la escuela de arquitectura de la Universidad Católica de Chile. Esto nos hace recordar un periodo no sólo triste y oscuro para todo Chile, sino que además particularmente duro para la PUC: por un lado fuimos una institución protagonista de los procesos contrarrevolucionarios llevados a cabo por la dictadura, participando en la construcción del modelo económico y político injusto que hasta hoy tenemos. Por otro lado tuvimos una comunidad universitaria completamente vulnerada, tanto en sus sueños como en su vida material. En la UC hubo víctimas y victimarios.

Leopoldo Benítez fue parte del grupo de profesores que participó activamente en el proceso de Reforma Universitaria a fines de los años 60’, la cual con el hito de la toma de la Casa Central en 1967 devino en la democratización de nuestra Universidad. La situación más emblemática fue la elección de Fernando Castillo Velasco como primer rector electo con la participación de todos los estamentos. Hasta septiembre de 1973 ocurrió un proceso en el que toda la comunidad de manera horizontal se encontraba democráticamente. Fue entonces que se creó el CEREN (Centro de estudios de la Realidad Nacional), el DUOC (Departamento Universitario Obrero Campesino) y se promovió la creación de sedes en provincias (Talca, Talcahuano, Temuco y Villarrica). Todas estas iniciativas fueron iniciativas para un modelo de Universidad construido democráticamente, con el fin de acercar la UC a la sociedad y superar las barreras de la elitización de nuestra casa de estudios.

La noche del 17 de septiembre de 1973 Leopoldo estaba en casa de sus suegros, la cual fue allanada violentamente por un escuadrón de Carabineros de la Escuela de Sub Oficiales. En este operativo el “Polo” fue secuestrado, siendo su cuerpo encontrado luego de una exhaustiva búsqueda por parte de su familia el día 23 de septiembre en el instituto médico legal. Su cuerpo fue había sido llevado a ese lugar en la noche del 18 de septiembre por una cuadrilla de militares que lo había encontrado botado en la calle sin ningún elemento de identificación. Murió, brutalmente, producto de múltiples heridas de balas recibidas.

De la misma manera que los sueños de Leopoldo por una Universidad y un Chile distinto fueron apagados de manera violenta, los procesos de cambio que habían comenzado con la reforma universitaria fueron detenidos abruptamente. El rector Castillo Velasco fue expulsado de su cargo y reemplazado por el vicealmirante de la Armada Jorge Swett, como rector delegado hasta 1984. La FEUC deja de tener una representación democrática de los estudiantes y sus presidentes son seleccionados por el régimen. Diez veces se realizó esto, ostentando el cargo el Movimiento Gremial en todas ellas, con reconocidos rostros de la política actual como Andrés Chadwick, Jaime Orpis y Cristián Larroulet. 25 estudiantes y egresados de la UC y 4 profesores fueron víctimas fatales, siendo asesinados algunos y desaparecidos otros. Cerca del 30% de los académicos, 10% de los funcionarios y 18% de los estudiantes fueron expulsados de nuestra Universidad, componiendo una larga lista de exonerados que sigue perdida hasta el día de hoy.

El caso de Benítez es uno de los miles de casos que integra el Informe Rettig, y en conjunto a los antecedentes permitieron abrir una investigación formal en Tribunales de Justicia el año 1990. Recién en diciembre del 2015, 42 años después de los hechos el Ministro en Visita a cargo de la causa, Hernán Crisosto, sentenció a Sergio Jiménez Albornoz por el asesinato. Sin embargo, la sentencia fue apelada en la Corte de Apelaciones de Santiago, siendo este viernes 3 de junio un hito clave en el proceso de búsqueda de justicia, tanto para su familia, amigos, agrupaciones defensoras de Derechos Humanos, y todos aquellos miembros de la comunidad de la Universidad Católica que nos sentimos herederos de aquellos que perdieron su vida por pensar en un Chile distinto.

Si bien la Universidad Católica ha contado con instancias de reconocimiento a las víctimas de la dictadura de nuestra casa de estudio, hoy sigue sin pronunciarse en causas como los de Leopoldo Benítez, donde estando años atrapada en la burocracia de los tribunales de justicia aún no se logra la justicia tan anhelada. Es por eso mismo que hoy tenemos una oportunidad histórica como comunidad universitaria, pues estamos llamados a poner atención como nunca antes la UC lo había hecho. Nuestra Universidad no puede pertenecerle al miedo, sino que tiene como objetivo ser una universidad con historia y memoria, haciéndose cargo de ésta. Que hoy estemos recordando, es para construir y reivindicar esa memoria que nos construyó y nos determina. Por Leopoldo Benítez, por todas las víctimas de la represión, por sus familias, pos sus hijos e hijas, seguiremos luchando por una Universidad de y para Chile, que sea guardiana de su memoria y entonces de su devenir.

Daniel Gedda, Presidente FEUC

Katia Benítez, arquitecta UC e hija de Leopoldo Benítez

Benjamín Núñez, Colectivo Memoria PUC

Publicidad

Tendencias