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Repensar el espacio público

Por: Isabel Serra B., Académica e investigadora, Laboratorio Ciudad y Territorio, Universidad Diego Portales


Señor Director:

Hace rato lo estamos viendo: uno de los efectos más tangibles de la densificación que han venido sufriendo antiguos ejes viales en diferentes comunas de Santiago, lo constituye el aumento en el peregrinaje de transeúntes por vías estructurantes del transporte público. Hace un tiempo vimos cómo con la construcción de la estación Manquehue de la Línea 1 del Metro, la vecina calle Rosario Norte se convirtió casi en el Paseo Ahumada del sector conocido como Nueva Las Condes. El municipio reparó en ello y remodeló el perfil de la arteria para adaptarlo al uso masivo de peatones de esta concurrida zona de oficinas y comercio.

Es la misma línea que siguió el recién inaugurado proyecto de remodelación de calle San Antonio en Santiago Centro, donde la Municipalidad también optó por modificar el diseño del eje y privilegiar la circulación de transeúntes y transporte público. Son los mismos pasos que debiera seguir Bandera -en la misma comuna- una vez que se levanten las instalaciones de las faenas de la Línea 3 del Metro. Remodelar esta calle que conecta el norte con el sur de la ciudad, dando prioridad al transporte público y al modo caminata mediante amplias veredas, constituiría la posibilidad para que los santiaguinos recuperen una histórica arteria que previo a los trabajos de Metro había perdido sus cualidades de espacio público de calidad. La suspensión del tránsito que ha sufrido durante estos años ha permitido modificar el comportamiento de transeúntes, comercio y servicios localizados en ella. Aprovechar este momento para redefinir su perfil y uso representa una gran oportunidad. Imagine esta calle convertida en paseo peatonal o racionalizando el transporte público de forma exclusiva, con veredas anchas a nivel de la calle y conectando la Estación Mapocho, los jardines del ex Congreso, la Plaza de los Tribunales de Justicia y la Alameda, una maravilla que seguiría aportando al mejor aprovechamiento y valorización del centro histórico capitalino.

La comuna de Santiago cuenta con otros casos en los que se podría realizar el mismo ejercicio: Serrano y Arturo Prat por ejemplo. Ambas calles en pleno centro cuyos perfiles desde la Alameda hasta Santa Isabel no son los adecuados para los nuevos usos que se les está demandando. Otro tanto ocurre en Providencia en calles como Suecia y Ricardo Lyon, sectores que han sufrido un aumento de densidad que no ha sido acompañado con el aumento del espacio público para quienes circulan a diario por estas congestionadas áreas capitalinas.

Isabel Serra B.
Académica e investigadora
Laboratorio Ciudad y Territorio
Universidad Diego Portales

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