Señor Director:
El 21 de mayo se interpuso un Recurso de Protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago en contra de la Municipalidad de Las Condes por la implementación de un sistema de cámaras aéreas de alta tecnología en Drones para vigilar espacios públicos y controlar la presencia de delincuentes o infractores de ley.
Esta no sería la primera vez que se discute en tribunales la legalidad en el uso de sistemas de vigilancia con cámaras aéreas.
Existe un antecedente reciente en relación al Recurso de Protección interpuesto en contra del uso de globos de vigilancia respecto de la misma municipalidad y de Lo Barnechea, acogiendo la acción constitucional la Corte de Apelaciones de Santiago y revocando la Corte Suprema permitiendo el uso de globos de vigilancia con condiciones.
Más allá de analizar la conveniencia del uso de esta tecnología para promover la seguridad pública, hay que recordar que en Chile no existe una ley que regule el uso de cámaras de vigilancia en espacios públicos. Esto puede ser particularmente peligroso si tenemos en cuenta que con el uso de cámaras de vigilancia se pueden vulnerar múltiples derechos fundamentales, como la vida privada/intimidad, el derecho a la propia imagen o el derecho a la protección de datos personales.
Otros países han regulado esta materia por ley. En España existe una ley que regula la utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en lugares públicos, señalando en su preámbulo que se dicta en el ejercicio de la competencia del Estado en materia de seguridad pública y por incidir en la regulación de condiciones básicas en el ejercicio de derechos fundamentales.
Es de esperar que tanto senadores como diputados tengan la voluntad de poner prioridad a un tema tan relevante para las sociedades modernas como lo es la conjugación de derechos fundamentales y la promoción de la seguridad pública. Sería lamentable que ocurriese lo mismo que ha sucedido con un proyecto de similar importancia, como lo es el referido a la protección civil del honor y la intimidad de las personas, el cual lleva durmiendo en la Cámara de Diputados casi 20 años.
Iñaki Leguina Schenone
