Señor Director:
Se ha generado un intenso debate los últimos días en torno a la memoria chilena: aquello que recordamos, así como olvidamos, en nuestra sociedad. Así, por ejemplo, se han abierto discusiones desde distintos sectores políticos y sociales sobre la comisión Valech y su informe generado post dictadura, con nuevos testimonios y opiniones.
Pero hace unos días, una candidata irrumpió la escena pública llamando la atención de toda la ciudadanía, evidenciando así –al parecer- un consenso en nuestra memoria: el “Caso Quemados”, representación inequívoca de los peores y más terribles episodios de la dictadura, convirtiéndose en un ícono de la violencia militar chilena. Un consenso difícil de negar, que inclusive evidenció los pactos de silencio relevados por el ex conscripto Fernando Guzmán, el año 2015.
Pero la candidata a diputada Loreto Letelier, abogada y de la Unión Demócrata Independiente, nos mostró que al momento de llamar la atención no existen límites. Porque ya no basta con decir simplemente ideas desprovistas de razón (vergonzosamente, la candidata se hizo conocida por su frase “la educación gratuita ya existe, está en internet”), sino que tienta a nuestra memoria a través de la violencia y cuando toda evidencia le enseña lo contrario, se atrinchera en un relato que creó para ella misma con tal de que más gente sepa de ella. Ahí el peligro. No es posible que quién intenta integrar nuestro congreso y deliberar sobre la vida pública, niegue conscientemente –ante toda evidencia y testimonio- nuestra memoria, cuándo hemos avanzado de a poco en sanar nuestras profundas heridas como sociedad.
Prefiero pensar que las motivaciones de Loreto Letelier son alcanzar popularidad, más que efectivamente la creencia en sus absurdas opiniones. No obstante, no veo otro camino más que la candidata abandone su interés en representar a la ciudadanía por respeto a nuestro país, porque nos ha demostrado que no tiene límites y es incapaz –por más que hasta su propio sector insista- en recular en sus desproporcionadas e irresponsables afirmaciones.
Gabriel Ramírez
Consejero Político de Revolución Democrática
