Señor Director:
Chile es un país envejecido con una población que supera los 3 millones de personas mayores. De ellas, 1 de cada 4 dice no tener amigos cercanos según la Encuesta Nacional de Calidad de Vida en la Vejez 2017. Sabemos también que 330 mil personas viven solas. La soledad aparte de ser un factor de riesgo de baja participación social, depresión, abuso de sustancias y deterioro cognitivo, es un problema de salud pública a nivel mundial. Tanto así, que en países como Inglaterra se ha planteado crear el Ministerio de la Soledad, con el fin de enfrentar dicho fenómeno.
Una noticia difundida recientemente por Bloomberg, mostró cómo personas mayores en Japón están robando en tiendas para poder ir a la cárcel y recibir cuidados. Esta publicación aparece en el contexto desolador en que ha estado viviendo el país nipón con respecto al envejecimiento, reportando las mayores cifras de suicidio y soledad, y donde la cantidad de mayores sin hogar se ha ido incrementando de forma acelerada.
Esta situación nos lleva a preguntarnos si estamos preparados para asumir el desafío del envejecimiento, con una de las más altas proyecciones de longevidad para los próximos 5 a 10 años, y donde el grupo de las personas mayores presenta el porcentaje más importante de adultos con alguna discapacidad. Incluso cuando Chile es reconocido por su mejor calidad de vida para envejecer en la región, hechos como la escasez de profesionales y servicios de atención especializados, la ayuda que requieren las personas mayores de un tercero, las pensiones insuficientes, y las listas de espera para residencias de larga estadía seguirán incrementándose si no actuamos a tiempo.
Por lo mismo, debemos tomar a Japón como un ejemplo, y anticiparnos a lo que puede ser un futuro no tan lejano. Nuestro país debe contar con un sistema integral de cuidados, que incluya a las personas mayores desde un punto de vista integral, considerando aspectos sanitarios, sociales y comunitarios. Así, tomando en cuenta los cuidados físicos, sociales, emocionales y espirituales, no solo de las personas en situación de dependencia, sino también aquellas autovalentes.
Como Sociedad de Geriatría y Gerontología estamos dispuestos a aportar desde el mundo científico para la generación de programas que ayuden a nuestros mayores a envejecer con dignidad, acompañados e insertos en la comunidad, respaldando todas las iniciativas que apunten a mejorar el bienestar y calidad de vida de este grupo etáreo.
María José Gálvez P.
Secretaria
José Miguel Aravena C.
Director
Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile
