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Sobre lo legal y lo legítimo

Por: Pamela Montero Ruiz


Señor Director:

Cuando tiempo atrás lxs taxistas exigieron transparencia e igualdad de condiciones “de mercado” ante la entrada de uber y cabify, muchxs apoyaron a estas empresas, atacando a un gremio que efectivamente ha estado dando un pésimo servicio – peligroso incluso – sin ninguna protección al ciudadano (consumidor). Es decir, un gremio que se ha “achanchado”. Pero ¿por qué pasa esto? Primero, precisamente, porque no ha sido regulado. Y segundo, porque eso mismo favorece la monopolización: que unos pocos capitalicen, acumulen poder y – sin regulación – hagan lo que les da la reverenda gana. Yo apoyé al gremio en ese entonces, porque la culpa no es del chancho, sino del Estado chileno. Y ¿qué tenemos ahora? Exactamente lo mismo. Unos pocos «emprendedores» con capacidad de capitalizar ilegal e ilegítimamente el trabajo, principalmente, de extranjeros que no reciben siquiera el 50% de lo que producen y de paso, siguen colapsando un parque automotriz YA con creces superado. ¿¡Para qué hablar de contratos y protección laboral!? Y denuevo estas empresas, como “paraísos fiscales” de las leyes laborales de los países, quedan libres de polvo y paja, sin siquiera invertir en regular quién EFECTIVAMENTE ejerce las labores contratadas y en qué condiciones. Conociendo el funcionamiento de los seguros automotrices ¿quién cubre a los accidentadxs en el caso de un «siniestro» de un conductor fantasma? ¿Estamos esperando que haya una víctima y así aprovechar de promover la xenofobia y el racismo? ¿Qué pretende el aparato público con esto? ¿Dónde está “la pelota”? Acá se trata primero que todo de regulación del Trabajo, pero ¿y Transporte, no tiene nada que decir? ¿No hay un tema de Seguridad de la población involucrado? ¿Salud? ¿Derechos del consumidor? ¿Nada?… Leyes creadas para criminalizar prácticas de «lxs todxs» y legitimar otras equivalentes de unos pocos. Confunden criminales y víctimas, porque nunca son leyes pensadas para el bien común. Y aplican sólo para quienes no tienen prensa ni defensa. Más allá de la acumulación de evidencia sobre la falacia, si es que seguimos siendo el país menos corrupto, es sólo porque somos el del Crimen Perfecto Institucionalizado. Aplausos.

Pamela Montero Ruiz
Psicóloga U. de Chile
Magíster en Métodos de Investigación Social UDP
Doctorado en Educación UDP – UAH

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