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Brigada Antinarcóticos con mano firme de mujer

Entre los cambios más llamativos del nuevo organigrama de la Policía de Investigaciones está la figuración que ganaron las mujeres en el área operativa, las que suman 14. Una de las más importantes destinaciones es la de la prefecto Cristina Rojo, asignada a la Jefatura Nacional Antinarcóticos, una de las reparticiones de elite de la policía civil y hasta ahora siempre ocupada por hombres.


Aunque recientemente estuviera a cargo del Departamento de Relaciones Públicas, Cristina Rojo, primera antigüedad femenina en el escalafón policial de Investigaciones, tiene un amplio currículum en el área operativa. Uno de sus primeros trabajos desde que egresó de la escuela en 1975 fue la Brigada de Homicidios, donde permaneció ocho años. Allí le correspondió trabajar en el crimen del dirigente sindical Tucapel Jiménez, experiencia que la marcó, según recuerda.



También fue la primera jefa mujer de una comisaría judicial, en la comuna de Maipú allá por el año 1998, donde se dedicó a trabajar con la comunidad y en su calidad de jefa encabezaba los procedimientos policiales en terreno.



Ciertamente que la destinación la tomó por sorpresa, pues reconoce que su fuerte no es narcóticos, pues su especializaciones han sido en la Brigada de homicidios (BH), delitos sexuales y búsqueda de menores y que lo que sabe respecto al tema lo aprendió en la escuela y en diversos seminarios en los que ha participado.



-¿No le asusta asumir esta responsabilidad? El tema de la droga es un tema sensible y no es lo mismo ser jefa de una comisaría que de una unidad a nivel nacional…
-Son cosas muy diferentes. La comisaría es una jurisdicción que tiene 950 mil habitantes y la Jefatura Antinarcóticos es mucho más grande y es en todo Chile. Espero actuar con bastante criterio, con honradez, transparencia, lealtad y ser lo más profesional posible. Aunque en la escuela preparan tanto a mujeres como a varones para ejecer cargos de esta envergadura.



-¿Cuál es su experiencia en esta área o para usted es todo nuevo?
-Tengo la experiencia de la escuela donde nos pasan diversos ramos con nuestro quehacer de detectives y he participado en algunas diligencias cuando recién egresé de la escuela, además he hecho cursos relacionados con materia de drogas y he participado en diversos simposios.



-Usted es la primera antigüedad femenina en la policía y la primera mujer que estuvo en una jefatura en una comisaría judicial ¿Cómo fue esa experiencia?
-Fue una experiencia riquísima y la sensación que tengo ahora es la misma que sentí esa vez cuando me designaron. Sorpresa. Porque jamás pensé que podrían mandar a una mujer a hacerse cargo de una unidad. En esa oportunidad, llegué a comandar una comisaría judicial donde la mayoría de los funcionarios eran hombres y había sólo dos mujeres.



-¿Ahora piensa lo mismo?
-No, en lo absoluto, porque tanto las mujeres como los hombres que ingresan a la Policía de Investigaciones tenemos la misma posibilidades y estamos preparados para ocupar jefaturas y realizar un trabajo operativo. Ello porque nuestra formación es de igual a igual, no porque seas mujer vas a realizar trabajos menores o administrativos.



«Además desde que egresé de la escuela en 1975 me destinaron a la Brigada de Homicidios (BH) donde era la única mujer. Mi trabajo ha sido operativo y siempre he trabajado en equipo. Ya en 1998, cuando el director Mery fusionó los escalafones, fui destinada por él a una comisaría judicial, jefatura que recibí con gran orgullo y fue un gran desafío para mí", agregó.



-¿Nunca se ha sentido discriminada por sus colegas por ser una mujer y por tener jefaturas a su cargo donde la mayoría de los funcionarios son hombres?
-Durante estos 28 años que llevo en la policía nunca me he sentido discriminada ni he sentido el machismo en la institución. He tenido la suerte desde que salí de la Escuela de Investigaciones de estar en unidades operativas. En mis primeros trabajos como detective les pude demostrar a mis compañeros que las mujeres también podemos desarrollarnos como lo hacen ellos y también he aprendido mucho de mis colegas hombres, porque he tenido excelentes jefes y buenos tutores.



Mirada de mujer



-¿Existen diferencias entre el trabajo policial de una mujer y un hombre?
-No, para mí es lo mismo mandar a realizar una misión a una mujer que a un hombre. El trabajo lo tienen que cumplir igual porque tienen los mismos conocimientos. Por eso creo que es muy bueno que la mujer se esté integrando más a la institución porque una mujer también puede aportar con su inteligencia y femeneidad.



-Por ser mujer ¿tiende a proteger más a su género dentro de la institución?
-Soy pareja en el trato y es lo primero que advierto cuando las mujeres y hombres llegan a mi unidad. Las mujeres hacen turnos de noche y de día. Es más, cuando trabajé en la Brigada de Homicidios pasé mi primer embarazo en la BH e hice mi guardia normal las 24 horas hasta los siete meses. Examiné cadáveres hasta el séptimo mes e hice mi trabajo normalmente.



-¿Se le ha hecho más difícil el camino por ser mujer?
-Mi vida ha sido trabajar y trabajar. Mis colegas siempre me han dicho que soy trabajólica y mi esposo me dice que me casé con la Policía de Investigaciones y no con él. Mi lema es trabajar e investigar para detener. Llegué a la Brigada de Homicidios a los 19 años, luego me fui destinada la Brigada de Menores donde investigué muchos delitos de menores. Estuve en la Brigada de Delitos Sexuales. Luego volví a estudiar y saqué siempre los primeros lugares.



-¿Qué trabajo policial la ha marcado?
-Uno siempre sufre cuando maltratan a un niño. Recuerdo que una mamá golpeó tanto a una niña, le quebró los huesos, le tiró agua caliente, le daba latigazos, en fin. Ver cosas así duelen mucho sobre todo cuando uno es mamá. También me tocó investigar el homicidio de Tucapel Jiménez y el secuestro del menor Gonzalo Cruzat experiencias muy ricas policialmente.



-Y a la hora de reducir un delincuente, ¿ellos hacen diferencia cuando encaran a una mujer policía en vez de a un hombre?
-El delincuente cuando está nervioso no piensa si el policía es hombre o mujer, ellos piensan en su libertad y no miden este tema. He tenido la suerte de que cuando me ha tocado enfrentar a delincuentes no me ha pasado nada.



Entre sus recuerdos, Cristina Rojo rescata una situación límite: «recuerdo que una vez fui a un sitio del suceso donde un sujeto que estaba siendo buscado por robo con intimidación se quiso cortar el cuello cuando los íbamos a detener. Ahí me toco mediar con él y le inspiré un poco de confianza hasta que soltó la cuchilla. El me pidió que me despojara de la pistola y así entre al departamento y lo tomamos detenido».



-¿Cómo compatibiliza su tiempo entre detective, esposa y madre?
-Trato de dividirme lo que más puedo. Cuando no estoy en la oficina estoy en mi casa. A mis hijos los llamo por teléfono, pero no dejo de lado a mi familia. Ellos de a poco se han ido acostumbrando y ya saben que cuando hay algún procedimiento tengo que partir a la hora que sea.



Nuevas tendencias del delito



-Usted siempre ha sido una detective operativa desde esa perspectiva ¿cómo analiza el fenómeno de la delincuencia?
-Como los delincuentes se han ido especializando la policía también ha evolucionado en sus trabajo científico investigativo. Pero creo que Chile en comparación con otros países de América Latina la delincuencia no nos ha sobrepasado y se ha logrado controlar gracias a la eficiencia de las policías, además que tenemos el gran apoyo de la comunidad que ha ido perdiendo el miedo.



-A su juicio ¿cuáles son los delitos con más frecuencia de acuerdo a su experiencia policial?
-En Maipú, donde tuve mayor experiencia, el delito más recurrente era el robo a los domicilios. Por eso cuando conversábamos con las juntas de vecinos, les pedíamos a las unidades comunales que se ayudaran mutuamente y los instábamos a no vivir ausentes ni independientes.



-¿Qué visión tiene de la entrada del microtráfico en las poblaciones, especialmente entre los jóvenes?
-Creo que la educación de los padres es fundamental en la prevención del tráfico. Somos los padres quienes formamos a los hijos, por lo que creo que debe haber un mayor control por parte de ellos en ese sentido.



-¿Qué opina del último episodio que vivió la Policía de Investigaciones donde un jefe de narcóticos dio positivo en un test de droga?
-Lamentable. Pero en la institución todos estamos concientes que si un funcionario consume droga o se ve involucrado en algún ilícito el único camino que le queda es el alejamiento. La gente acá lo ha entendido absolutamente bien y la institución tiene excelentes funcionarios. Además, en Investigaciones la transparencia es lo principal: acá no se esconde nada y si hay un escándalo se da a conocer.



Agrega que en la jefatura Antinarcóticos se está haciendo constantemente test de drogas al azar. «Y vamos a seguir con la misma doctrina», concluyó.

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