En la comida se avanzó poco sobre los temas cruciales, como el acuerdo para la elección municipal. Según Lavín, a él no le corresponde entrar en el tema y deben ser los partidos los que lo negocien.
El único resultado concreto que arrojó la comida de anoche entre Joaquín Lavín y el presidente de Renovación Nacional, Sebastián Piñera, fue la confirmación de que pese al publicitado acercamiento logrado por Lavín entre los máximos dirigentes del pacto en septiembre pasado, tanto la UDI como RN continúan entendiéndose por separado con el presidenciable del sector y aparentemente, dejándolo que opere como recadero.
Las versiones sobre del encuentro fueron bastante vagas. El alcalde de Santiago, como ya se ha vuelto una costumbre, insistió sólo en que la comida tuvo carácter privado y que allí se habló de todo, particularmente sobre la contingencia política nacional, pero también respecto de la tarea que debe emprender la Alianza por Chile. Calificó el encuentro de "muy grato y constructivo".
Piñera se refirió a la cena en términos similares, pero según él tuvo un carácter más bien informativo. Dijo que sirvió para poner a Lavín al tanto del Congreso Programático que organiza RN para mayo y junio. En este congreso se espera convocar a más de 400 dirigentes a fin de concretar las bases del acuerdo programático que la colectividad pretende generar para la alianza.
El timonel de RN explicó que de todos modos espera que participen en el evento la UDI y los institutos políticos del sector como Libertad y Desarrollo, Libertad y otros. Cabe recordar que el año pasado se intentó realizar una actividad similar a nivel de alianza, pero que debido a los permanentes roces entre los partidos nunca llegó a concretarse.
Programa común
Lo que RN espera de su congreso es que de allí surjan los lineamientos para un eventual programa de gobierno de Lavín o, por lo menos, el acápite que le corresponda aportar a RN. Los contenidos del pre-programa que se analizarán en el cónclave dividido en cinco comisiones son crecimiento, empleo e inversión; reingeniería de las políticas sociales; perfeccionamiento de la democracia; modernización del Estado; y Relaciones Internacionales, tema en el que como se recordará Lavín flaqueó notoriamente en su pasado intento de llegar a La Moneda.
Otro de los temas de la comida cumbre de Piñera y Lavín fue el viaje a Estados Unidos que realizarán los presidentes de la UDI y RN, acompañados de un parlamentario de cada colectividad, con el fin de estrechar lazos como sector con representantes de los ámbitos político, económico y académico de ese país. Habría un viaje similar en carpeta para mayo, pero con destino a Europa.
En el programa tentativo que ha preparado la alianza para ir a Estados Unidos -entre el 31 de marzo y el 4 de abril- figuran enncuentros con Otto Reich, Robert Zoellick y Alan Larson, además de once senadores, trece diputados y representantes de los departamentos del Tesoro y Comercio, del Consejo de Seguridad Nacional; parte del equipo negociador del Tratado de Libre Comercio, grupos ambientalistas y con la Coalición Empresarial para el TLC con Chile.
Sin embargo, en la comida se avanzó poco sobre los temas cruciales, como el acuerdo para la elección municipal. Según Lavín, a él no le corresponde entrar en el tema y deben ser los partidos los que lo negocien, aspecto en el que coinciden en RN. Así, pese a las declaraciones de «descongelamiento», en la práctica, el trabajo conjunto para la campaña aún no se produce.
