Zaldívar supo aprovechar políticamente todo el efecto causado por la entrevista que dio a El Mercurio hace semanas y en la que declaró muerta la Concertación. Usando a su favor todo el debate político y la tensión que sus palabras generaron, emergió esta tarde como el más verdaderamente concertacionista de todos y como el refundador del pacto.
Después de la mayoría -268 contra 15- con que Adolfo Zaldívar logró que la Junta Nacional de la Democracia Cristiana aprobara la reforma estatutaria que concede a la directiva amplias facultades para designar a los candidatos a alcalde y concejales, quedó instalada la sensación que en dicho evento la única expectación giraría en torno a cuán arrasador es el respaldo que consiga el presidente DC.
La facilidad con que sacó adelante una reforma estatutaria polémica ha ido restando fuerza a lo largo de las horas a la ofensiva que preparaba el llamado grupo de los disidentes.
El hecho que anoche este grupo, encabezado por el senador Jorge Pizarro y el ex ministro Claudio Huepe, no haya invertido mayor energía en cuestionar la reforma ha llevado a pensar a los líderes de la tendencia colorina que a la hora de presentar su voto político hoy sábado, los disidentes optarán por sólo presentar su documento pero no darán ninguna batalla por conseguir un número de votos que los respalden.
Es decir, parecen haber desistido de agarrarse a un apoyo numérico para consolidar una oposición. Esta pasividad de la disidencia no aplaca la sed de triunfo de los colorines.
Según un consejero nacional de esta tendencia, la idea es obligar a los disidentes a medir sus planteamientos políticos en una confrontación para que tengan que asumir por cuánto pierden. Los cercanos a Adolfo creen que éste ya ha reunido el respaldo del 80 y hasta el 85 por ciento de los más de 540 delegados que votan en la Junta Nacional
El diagnóstico de los colorines es que es que no es bueno para la democracia interna del partido arribar a consensos sin medirse. Estiman que sólo cuando asuman la magnitud de su derrota será la hora de conversar si se suman, y cómo, a las propuestas de la directiva zaldivarista. Y en este dilema estaban centradas las discusiones hasta esta tarde en el edificio Diego Portales.
La cuenta de Adolfo
En este escenario positivo para Zaldívar todo ha ido viento en popa. Fue aprobada la cuenta del secretario nacional, Jaime Mulet, respecto al proceso de refichaje interno y depuración del padrón del partido.
En los pasillos del Diego Portales, los delegados de la oposición no se guardaban de explicar que este proceso -decidido en la Junta Nacional del año pasado- ha sido un completo fracaso porque el refichaje no se hizo ni bien, ni a tiempo. Se critica que los 55 mil militantes del padrón «depurado» se consiguieron a través de la inscripción fácil de cualquier persona que quisiera firmar por la DC y no sólo de los demócrata cristianos "practicantes".
Pero estas críticas privadas no se proyectaron en un mayor cuestionamiento público a la hora de la cuenta que hizo Mulet. Después de esto, la cuenta política de Adolfo Zaldívar entregada a través de un potente discurso, fue para él sólo coser y cantar.
Errores
Zaldívar entró a su discurso haciéndose cargo de la crisis política generada por los escándalos de corrupción y pidiendo perdón por los errores. "Todos los partidos, sin excepción, le debemos a nuestro pueblo una explicación. Ellos la esperan, es más, la necesitan. La Democracia Cristiana, pese a la profunda crisis que afecta a la institucionalidad política, puede y debe dársela", dijo.
Pasó revista a todos los errores de la alianza de gobierno y también a los del partido. "Fuimos capaces de reconocer nuestros errores y estuvimos anímicamente listos para proceder. Tomamos decisiones dolorosas que afectaron a camaradas e hijos de camaradas. Y lo hicimos no porque creyéramos que eran culpables de delitos si no porque sus actuaciones dañaban la credibilidad del partido que ya estaba en entredicho y que queríamos recuperar", explicó.
Además, puso como ejemplo a Luis Pareto por la actitud de lealtad con que ha asumido la expulsión de su hijo Cristián desde las filas DC.
"Excúsenme camaradas al hablar con la verdad y la franqueza, también quisiera decir que hemos recibido por parte de algunos, algunas críticas injustas. Y en este sentido, valoro todas las críticas, salvo cuando aquellas van más allá y comienzan a dañar a la conducción y al partido. A ellos les pido que ojalá el ejemplo de Luis Pareto los haga meditar y si yo no he podido con argumentos hacerlos meditar o convencerlos, ojalá que entendamos todos que tenemos que volver a actuar en política con seriedad y responsabilidad", señaló en abierta alusión a las posiciones expresadas por Jorge Burgos.
Adolfo pro Concertación y pro Lagos
Zaldívar supo aprovechar políticamente todo el efecto causado por la entrevista que dio a El Mercurio hace semanas y en la que declaró muerta la Concertación. Usando a su favor todo el debate político y la tensión que sus palabras generaron, emergió esta tarde como el más verdaderamente concertacionista de todos y como el refundador del pacto.
"No es irresponsable político quien busca recuperar la identidad o quien constata que la colación que ayudamos a crear y sustentar se había agotado poniendo, de paso, en riesgo la existencia misma del partido", dijo.
"Persistir en una fórmula agotada sería irresponsable. Asirnos al poder por el poder, justificar la existencia del partido y de la Concertación para que los mismo de siempre profiten sería un suicidio, tal como la dura realidad lo ha dejado en evidencia", agregó. "Cuando afirmé que la Concertación se acabó y que debemos refundarla es porque todo aquello de épico y positivo que tuvo en su gestación y mantención en el tiempo, se agotó".
Zaldívar recordó todos los logros obtenidos por los gobiernos pasados encabezados por dos ex Presidentes demócrata cristianos, pero al margen de eso, dijo, "la gente siente que creamos una élite ajena a sus problemas reales que se autocongratula de sus actuaciones y que vive distante de la realidad del chileno medio y que para colmo de todo el capital moral que podía exhibir por su lucha por la libertad y los derechos humanos, lo dilapidó en una serie de hechos imropios y de corrupción…".
Adolfo anunció que el gran aporte que dará la DC a la refundación de la Concertación en torno a nuevos desafíos, será en el tema educacional. Para trabajar en ello, anunció la creación de una comisión similar a la Comisión Económica Social de la DC.
Desde esta trinchera la DC trabajará con el Gobierno. "Que no haya dudas de nuestro apoyo a la gestión del Presidente de la República, se lo hemos dado como directiva nacional y en términos personales", aseguró. Comprometió el respaldo del partido para las agendas de probidad y crecimiento y pidió a los parlamentarios DC y a los militantes que están en el Gobierno "actuar de consuno y servir a sus cargos con diligencia, honradez y espíritu de sacrificio".
A cambio, la DC solicitará al Gobierno su empeño en apoyar a las Pymes y en revisar la política minera. En esta área, dijo Zaldívar, debe el país poner su acento para desarrollarse, crecer y generar recursos para las áreas sociales y la inversión en capital humano.
Un discurso hábil
Un vistazo a todas estas propuestas sumadas, indica que Adolfo Zaldívar hizo suyas las banderas de concertacionismo, lealtad al Gobierno y progresismo social que se suponían eran las que defendía la disidencia. Nadie puede reprocharle nada.
Finalmente despejó los temas los temas electorales. "En la línea de apoyar los tres años que restan de Gobierno con sus tareas urgentes y pendientes, resulta imperioso afrimar que es un contrasentido adelantar los debates electorales que vayan más allá del desafío municipal del 2004", sostuvo.
"Lo primero será esperar ese resultado, ver si concordamos en la nueva coalición un programa de gobierno común y recién entonces se verá quién de los nuestros encarna de mejor forma el liderazgo frente a la coyuntura de ese momento. Adelantarnos es debilitar el actual liderago presidencial, particularmente necesario cuando la crisis política institucional parece no amainar».
Dejando así establecido, al menos en lo refiere al discurso, la amplitud de miras que lo mueve y el alcance de su lealtad para con lagos, el resto de las palabras de Adolfo Zaldívar fueron para aleonar a los presentes.
Zaldívar defendió la inspiración cristiana con que el partido asumirá la legislación sobre temas valóricos y a partir de esta apelación a los valores y a la fortaleza ética de los militantes de ahora y de todos los próceres DC del pasado, hizo un llamado a revitalizar el partido, a no avergonzarse de militar, a salir a las calles a encarnar y defender un ideario progresista.
Después de esto, Zaldívar puso su mejor cara para que las cámaras de la televisión registraran la aclamación generalizada que recibió.
Homenaje a Castillo Velasco
Ningún detalle fue dejado al descuido. Si se trataba de dejar en claro que la directiva actual apuesta por la altura moral, por la grandeza y los valores DC de siempre, nada fue más acertado que programar un homenaje público al "mejor de todos los demócrata cristianos", el ideólogo y defensor de los derechos humanos Jaime Castillo Velasco.
Este homenaje tuvo lugar inmediatamente antes del discurso de Zaldívar. Las palabras en honor a Castillo Velasco estuvieron a cargo del ex Presidente Patricio Aylwin. Cuando el ex mandatario terminó de hablar toda la concurrencia cantó "Todos Juntos", de Los Jaivas. La emoción hizo presa no sólo del anciano dirigente si no de todos los participantes. En ese ambiente emotivo comenzó Adolfo su discurso.
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