Conciente de que su plan podría verse seríamente afectado si esta tarde los miembros del Directorio del Transporte declaran de ‘interés público’ la propuesta de tranvías presentada por la empresa española Sacyr, el saliente Coordinador General del Transporte de Santiago dejó muy claro en su cuenta pública las diferencias y la viabilidad de uno y otro proyecto.
«La propuesta Sacyr, para que fuese compatible e integrable con el plan [Transantiago]tendría que tener modificaciones muy sustanciales. Porque con su formulación actual no lo es». Con estas palabras el renunciado Coordinador General del Transporte de Santiago, Germán Correa, dejó definida su posición respecto al llamado Plan Tranvía. Correa dio hoy una cuenta pública, y final, de lo que realizó durante el año que estuvo al frente del organismo encargado de cambiarle la cara al servicio de la locomoción colectiva de la capital.
Esta cuenta pública cierra el conflictivo capítulo de la renuncia de Correa -exigida por el Presidente Lagos- y de sus reiteradas diferencias con miembros del directorio. Por eso, el Coordinador se esmeró en dejar claro que, de aprobarse el proyecto de los tranvías, no sería por alcances técnicos sino más bien políticos o económicos. Además, para la autoridad saliente, la exposición de hoy fue una oportunidad para acallar las críticas que se le hicieron apuntando a la lentitud e ineficiencia que habría mostrado en la gestión del PTUS.
Conciente del peso que tiene la propuesta de los tranvías dentro del directorio y de que su aprobación implica que el PTUS podría no implementarse, fue muy preciso en señalar las debilidades del proyecto español y muy claro en decir que no son propuestas complementarias: si se aprueba una, se desechará la otra.
«Es posible que sufra una transformación bastante importante en relación a lo que había comprometido con el Presidente de la República y con el país. [Sacyr] es un proyecto muy grande que requiere un trabajo fuerte y amplio desde el punto de vista técnico. Naturalmente, eso requiere de plazos mayores a los que estaban presupuestado», dijo Correa.
A juicio del saliente coordinador, la materialización del plan Sacyr dependerá de su sucesor, Aldo Segnorelli, y del ministro de Transportes, Javier Etcheberry, y no en los miembros del directorio.
«Ellos [Signorelli y Etcheberry] quedan con la responsabilidad sectorial desde el momento en que el directorio se transformó en instancia consultiva y no decisoria como era en los tiempos en que estaba en la coordinación», aseveró.
Disidentes no fueron invitados
Las diferencias de opinión de Correa con los miembros del directorio Jaime Ravinet, ministro de Vivienda; Gianni López, director de la Conama, y Marcelo Trivelli, intendente de la Región Metropolitana, tuvieron hoy un nuevo capítulo al no ser invitados por Correa a su cuenta.
«Acá fueron invitados principalmente los actores ciudadanos y las autoridades del sector», aclaró. Al ser consultado por este medio por la ausencia de las autoridades con las que mantuvo las discrepancias manifestó abiertamente que «no se los invitó», aunque no quiso ahondar en la razones.
A pesar de las disputas, Correa logró mantenerse en el cargo con el apoyo que le manifestó el ministro Etcheberry. Sin embargo, el escenario para Correa cambió drásticamente cuando el secretario de Estado lo dejó sin piso por un «agotamiento en la relación».
«Hubo importantes diferencias entre miembros del directorio y la conducción que yo llevaba del plan. Naturalmente llegó un punto en que eso requería de una definición y obviamente en ese punto definitorio el propio ministro que tenía el problema en sus manos pensó que era mejor una salida como la que finalmente se estructuró», dijo Correa.
La disputa no dejó indiferente al Presidente Lagos, quien zanjó los problemas alejando a Correa de su cargo y dando por terminado el ciclo de «estudio» del PTUS. Para suavizar la remoción de Correa, el Presidente optó por realizar un agradecimiento público al funcionario junto al ministro Etcheberry. Así también se silenciaron las críticas que apuntaban al retraso que tenía el plan elaborado por Correa.
Lagos también aprovechó la oportunidad para anunciar que el directorio del transporte se transformaría en un órgano consultivo sin poder de decisión.
Aspectos técnicos
La inversión total del proyecto tendrá un costo apróximado de 400 millones de dólares. Según Correa sólo en infraestructura se invirtirán sobre los 200 millones de dólares.
El proyecto Transantiago contará con 270 kilómetros de vías segregadas para buses, más de 100 estaciones de transferencias, construcción de 30 terminales, habilitación de nuevas conexiones viales y 5 mil 100 nuevos paraderos.
Está rediseñada la nueva red de recorridos en la red troncal y delimitadas las áreas de servicios locales y alimentadores. La red troncal contará con cuatro unidades de negocios de 51 recorridos de buses. Este tipo de servicios será prestado por buses convencionales y articulados de 15 metros. El palzo de concesión será de 8 y 12 años.
La licitación de los servicios troncales, locales y de alimentación se fectuara de manera separada, mediante un plazo de dos a tres meses entre ellas.
El plan Transantiago se aplicará el 2005 y permitirá una notoria reducción por sobre el 50 por ciento de las líneas 333 que existen hoy.
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