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Aeródromo de Buin: el segundo round

Los productores de vino del valle del Maipo preparan la batería legal que les permita abatir, definitivamente, la instalación de un terminal aéreo en Buin, proyecto que promueve el empresario Max Marambio, quien contrató para el «repechaje» al estudio jurídico y de lobby de Jorge Schaulshon y Andrés Allamand.


Sólo un mes duró la tregua entre los promotores del aeródromo San Gregorio y los productores de vinos del valle del Maipo que se decretó tras la decisión adoptada por la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de rechazar la instalación de un terminal aéreo en la comuna de Buin.

La empresa Silos de Nazareno, cuyo dueño es el empresario concertacionista Max Marambio, presentó una apelación ante el Consejo de Ministros de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) -el 10 de marzo- para que se reconsidere la viabilidad del proyecto en la sesión programada para fines de abril.

En su arremetida, Marambio dejó la defensa de su causa a dos «viejos» conocidos de la política nacional: los abogados Jorge Schaulsohn, ex presidente del PPD, y Andrés Allamand, ex titular de RN, quienes son sindicados por los opositores a la iniciativa como poderosos lobbistas.

A fines de enero, la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) rechazó el proyecto de construcción del aeródromo por una amplia mayoría. La decisión fue adoptada por 17 votos en contra y una abstención, la del Intendente de la Región Metropolitana, Marcelo Trivelli, quien se inhabilitó por poseer propiedades en la zona.

El informe presentado por la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Agricultura, que corroboró que lo suelos de Alto Jahuel son de uso exclusivo para fines silvoagropecuarios, fue decisivo en la votación de la Corema.

Además, el Corema -en en que participan todos los jefes de servicio del gobierno regional (Planificación, SAG, Sernatur, Conama-RM, entre otros) y parte del Consejo regional- basó el rechazo al proyecto por no haber entregado los estudios de impacto vial y de ruido correspondientes. A lo que se sumaron las lapidarias críticas del SAG y la seremi de Agricultura, para quienes la instalación del terminal aéreo dañaría tierras de alta calidad agrícola.

Entre los más tenaces opositores a la construcción de un aeródromo en el sector es Ricardo Claro, dueño de la viña Santa Rita, una de las más grandes del país. La viña presentó su defensa en un extenso informe que entregó a la Comisión Nacional del Medio Ambiente de la Región Metropolitana (Conama RM) en el proceso de consulta ciudadana al proyecto. En el documento se ataca la instalación del terminal San Gregorio por no existir datos concluyentes sobre el impacto que tendría sobre el medio (suelos y aire), además de no existir un plan adecuado a controlar la contaminación acústica y de los residuos que generaría.

Consultado por El Mostrador.cl, el abogado Jorge Schaulsohn aseguró que su cliente «llegará hasta las últimas consecuencias. No descartamos que si la apelación que realizamos al Consejo de Ministros de la Conama es rechazada llegaremos a tribunales».

El abogado aclaró que las acciones que realizarán «no se vinculan de ninguna forma con el lobby del que se ha hablado, ni vamos a mediatizar el tema. Las ventajas de instalar el proyecto hablan por sí mismas y nosotros fuimos contratados para defender los derechos que tiene cualquier particular de realizar una actividad comercial», dijo.

El aeropuerto San Gregorio permitiría desde 35 mil a un máximo 85 mil vuelos anuales. Según los informes presentados por la empresa, las operaciones serían de carácter diurno con naves que no superan los 5.700 kilos. La idea de Marambio es que San Gregorio reemplace al aeródromo de Cerrillos, que tiene fecha de cierre y absorba parte de la demanda del terminal de Tobalaba, fuertemente cuestionado por la ciudadanía.

Bloque económico social

Ante las nuevas acciones legales iniciadas por los promotores del aeródromo, las viñas y organizaciones comunales se reorganizaron con celeridad para salir, una vez más, al paso de Marambio, conformando un bloque que aúna a empresarios y vecinos. Encabezados por el alcalde de Buin, Ángel Bozán, se inició la ofensiva comunicacional uniendo a grupos como el Comité de Defensa de los Agricultores del Maipo, encabezados por Rodrigo Ariztía y el Presidente del Comité Pro defensa del Valle del Maipo, Sergio España.

El alcalde aseguró que la iniciativa debe rechazarse de plano pues «la actividad principal en la comuna se vincula con el trabajo de las viñas. Esto afecta a miles de trabajadores, sus familias y, por supuesto, las actividades totales en la comuna».

La postura en esta ocasión fue más directa: se han reunido con los ministros que integran el consejo que conocerá de la apelación. Ya han tenido citas con los titulares de la Secretaría General de la Presidencia, Educación y Defensa. La más reciente fue con el titular de Agricultura, quien, se espera ratificá la oposición al aeropuerto del seremi de su área, en el rechazo ante la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) en enero pasado.

En las viñas aseguran que el voto contra el proyecto del ministro de Agricultura estaría «asegurado», pues un «si» al aeródromo sería visto como una deslealtad hacia los empresarios del sector.

Uno de los ministros que temen puede dar su voto a Marambio es el de Vivienda, Jaime Ravinet, a quien consideran comprometido con el sector inmobiliario y, por lo tanto, a favor de la instalación en el sector del terminal aéreo.

En las últimas reuniones, los representantes de la viña Santa Rita llegaron a la cita con el ministro de Agricultura, con el presidente de los trabajadores de la empresa. En la reunión, se le «recordó» al ministro Jaime Campos que la actividad exportadora de la vitivinicultura genera la mayor cantidad de retornos y empleos en la zona.

Sólo la viña de Ricardo Claro da trabajo a cerca de mil 200 personas en forma directa. Además, es considerada, junto a otras viñas en la Región Metropolitana, como responsable de la disminución de la cesantía que se da en los periodos de cosecha.

Aunque se ha tratado de «despersonalizar» la oposición a Marambio -integrando a nuevas viñas y a dirigentes sociales- la realidad es que la influencia del dueño de la viña Santa Rita se hace incontrarrestable. Cada convocatoria a conferencia de prensa tiene asegurada la presencia de Mega, canal controlado por el empresario.

Adicionalmente, la viña se prepara para efectuar otro estudio para entregar como un «téngase presente» a la Conama. La elaboración de este nuevo informe está a cargo de la consultora Gestión Ambiental, el que reafirmaría la postura del primer estudio que se entregó en torno a la falta de antecedentes ambientales y del daño que provocaría en los predios.

Las respuestas de Marambio

Uno de los puntos de la apelación de la empresa de Marambio fue la relacionada con los efectos de un aeródromo en las producciones vitivinícolas.

En el documento presentado en la Conama se afirma que «no existe ninguna norma relativa a la calidad de las producciones agroalimentarias que haga referencia o reglamente la existencia de aeródromos en áreas de producción agrícola y que establezcan algún tipo de daño sobre la calidad agroalimentaria». Además, se da ejemplos de producciones vitivinícolas a nivel mundial -de Europa y Estados Unidos- que tienen en sus cercanías terminales aéreos sin afectar su producción.

Esta declaración sacó roncha entre los empresarios viñateros. Ante ello la vocería de las viñas pasó a ejercerla el gerente general de la viña Cousiño Macul, Colin Rogers.

La viña se sintió directamente aludida ante la apelación que realizó Silos de Nazareno y asumió una postura más pública. El ejecutivo afirmó que confían en que el titular de agricultura rechace el aeródromo, pues los efectos en sus predios serían desastrosos para la calidad de los productos y para el empleo de la gente.

Cousiño Macul, emitió en la primera etapa de discusión, informes técnicos desfavorables para San Gregorio. En el documento se aseguraba que el proyecto de Marambio es del todo «antagónico» a las características que posee el valle del Maipo. Para reforzar sus planteamientos se basaron en la Ley 18.455 de 1985, la cual fija la normativa que rige la producción, elaboración y comercialización de alcoholes etílicos, bebidas alcohólicas y vinagres.

Asimismo, la empresa Silos de Nazareno criticó el actuar de la Comisión Nacional del Medio Ambiente de la Región Metropolitana (Conama RM) en el proceso. En la apelación se alega que el titular tuvo «imposibilidad física de acceder al informe consolidado» y que se le califica además de tener un «engañoso actuar respecto a la sesión de la Corema».

A juicio de la empresa, el rol del organismo no fue el adecuado pues fue «parcial» en sus decisiones y la empresa podría haber tenido la posibilidad de entregar los informes en una etapa posterior.

La empresa alegó un «equivocado rechazo del proyecto» por parte de la Conama RM, al haber fundado su negativa en las observaciones del SAG y Minagri. En ese sentido se afirmó que el director de la entidad, Cristián Aqueveque, se habría contradecido pues afirmó que si bien el titular podría haber mejorado la información en torno a falencias técnicas -como el área vial y de ruido- el proyecto era inviable por no contar con permisos sectoriales.

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