Pese a que hoy se acaba el ultimátum que el Magisterio dio al ministro de Educación, Sergio Bitar, para zanjar el reajuste real para el próximo año, el presidente del gremio, Jorge Pavez, se mostró flexible para conversar, incluso, hasta un par de días antes de la próxima movilización, planificada para los días 23 y 24 de este mes.
Mientras el ministro de Educación, Sergio Bitar, recibió ayer martes en su gabinete, ubicado en el séptimo piso de su cartera, la donación de 10 mil dólares para la enseñanza del inglés en dos centros de formación técnica, el presidente del Colegio de Profesores, Jorge Pavez, daba a conocer a la misma hora, pero un piso más abajo, su malestar por la "intransigencia" del Gobierno para buscar una solución al reajuste docente, que si no es resuelto hoy derivará en la paralización de actividades, el 23 y 24 de octubre.
La molestia de Pavez se hizo aún más evidente, cuando la jefa de gabinete de la subsecretaria, María Ariadna Hornköhl, le avisó que ésta sólo podría recibirlo el viernes 17 para reanudar las conversaciones, porque ayer martes se encontraba en Valparaíso, en donde asistió a la discusión del presupuesto para el próximo año.
Incluso, el dirigente señaló que Hornköhl se excusó de recibirlo mañana jueves, para no entorpecer "supuestamente" las actividades de Pavez en el Día del Maestro, que se celebra mañana. Luego de algunos minutos de tensa espera, se dio a conocer que las partes se reunirán hoy miércoles 15, día que la Asamblea Nacional del Magisterio fijó como ultimátum para sellar un acuerdo.
El dirigente manifestó que, al contrario del Gobierno, el Colegio de Profesores "mantiene su disposición al diálogo, para encontrar una solución justa y razonable para los docentes chilenos". Al respecto, explicó que la Asamblea Nacional del viernes pasado entregó su respaldo a la mesa negociadora docente para extender las conversaciones, incluso hasta dos días antes del anunciado paro de 48 horas.
"Esperamos que, ojalá, podamos llegar a algún entendimiento y si no, evidentemente que vamos a seguir trabajando. Y es imprescindible que podamos conseguir que este Gobierno respete los acuerdos que firmó (en el año 2000, por la entonces ministra Mariana Aylwin) y que entienda que hay una deuda social importante con los profesores que aún no se salda" dijo Pavez.
Los maestros solicitan que el Estado se haga cargo de la millonaria suma que se le adeuda a los docentes desde la década de los ochenta y que, según estimaciones del magisterio, podría ser cubierta de manera total si los maestros perciben un reajuste real de 46,8 por ciento distribuidos en cuatro años, con reajustes parciales de 11,7 por ciento, en el período 2004-2007, que equivalen a 900 millones de dólares, unos 579 mil millones de pesos.
Asimismo, los docentes exigen que se hagan válidos los puntos que se firmaron el año 2000, relacionados con la reducción del número de alumnos por curso (de 45 a 40) en los establecimientos educacionales municipalizados (que aliviaría la carga de trabajo de los maestros) y la titularidad de las horas de Jornada Escolar Completa (JEC), que supondría mayores ingresos para los profesionales de la enseñanza.
Por su parte, el ministro de Educación, Sergio Bitar, reiteró que su cartera también está dispuesta a llegar a un entendimiento en el lapso más breve posible con los profesores, pero puntualizó que la firma del documento está condicionada a lo que dictamine Hacienda. "Va a haber avances y un aterrizaje suave, para obtener un acuerdo común, pero no se puede tener todo lo qué se pide, porque tenemos restricciones financieras" añadió.
El secretario de Estado explicó que espera tener noticias del reajuste para los docentes en el transcurso de este mes, para lo que se están analizando los montos disponibles, además de otros factores, "porque queremos hacer un giro y empezar a incentivar el mérito, de manera que no sólo cuenten los años, sino que se apoye a aquellos que lo hacen mejor, porque ¡entramos a la era de la calidad, que requiere máximo esfuerzo y capacidad de enseñar!".
A su vez, Bitar pidió que las conversaciones por el reajuste docente se mantengan al margen de las demandas presupuestarias de otros sectores. "Si todo se empieza a mezclar, el ministerio de Educación pierde capacidad de maniobra, porque se engancha con las demandas de los trabajadores de la salud y con las peticiones de la ANEF (Asociación Nacional de Empleados Fiscales)" dijo.
